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Llegué a mi departamento muy alterado, mis ojos de color cafe se tornaron rojos, mi crespo cabello castaño el cual siempre peinaba hacia atrás estaba alborotado, me quité la polera que llevaba puesta, viendo asi en el espejo todo mi cuerpo bien formado por el tiempo que dedicó al gimnasio, no soy blanco pero tampoco soy oscuro sere trigueño, esto me pasaba ya que mientras estaba regresando a mi posada no encontré ni un puto prostíbulo abierto para poder fornicar, no me quedó mas opción que recurrir al metodo antiguo, la pornografía, encendí mi laptop para buscar porno y vaya que encontre un buen video y como no, si trataba de un par de colegialas tirando con su profesor, claro esta que me estoy masturbando, por ver este video hasta ganas me dieron de ser profesor, soy capaz de hacerlo después de todo solo tengo 21 años pero mi finalidad solo seria follarme a las alumnas, seguí agitando mi pene hasta no poder más, me vacíe en los pantalones.

Observó el techo recostado en mi cama un tanto pensativo ya que aquel video me hizo recordar de como fue mi primera vez y de como llegue al punto de ser un adicto al placer.

Estaba en tercero de secundaría, tenía apenas 14 años y ya queria acostarme con alguien pero solo quería a una mujer en especial, a la profesora de francés y no solo era yo, todos querían con ella y quien no, tenía unos grandes senos muy bien formados de los cuales se veían los pezones a través de la blusa lila que llevaba puesta, tenía un trasero levantado formando así la curva perfecta, una bella sonrisa de la cual se apreciaba sus blancos dientes y esos ojos color caramelo que volvía loco a cualquiera que los observara, su cabello castaño y laseo combinaba muy bien con su clara piel. Esa mujer era la que todos deseaban follar.

Un día hize que me castigaran a propósito para poder estar más tiempo con aquella sexy mujer pero quien diría la sorpresa que me llevaría por estar en detención. Caminé por el pasillo pasando los salones de química, literatura, biología, pero al final del pasillo se encontra mi destino, el área de detención, la luz parpadeaba dando un aspecto tenebroso a la entrada, no me acobardé pase saliva y seguí caminando, al llegar a la puerta sentía nervios de ingresar ya que nunca había estado en detención y bueno no sabía lo que me esperaba dentro, estire mi mano para tocar la puerta y desde el interior una delicada voz me dijo que ingresé, al escuchar esa voz recordé el porque estaba ahí, era por la profesora que me traía locamente excitado, ingresé al salón lentamente y mientras veía el interior me percaté de que no había nadie solamente unas carpetas vacías pero cuando observé el escritorio me quedé sorprendido ya que nunca imaginé como la profesora me estaba esperando y bueno cualquiera se sorprendería al verla tan....

Adicto al placerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora