Mateo se recostó en la cama del hospital, exhausto después de otra sesión de quimioterapia. Miranda se sentó a su lado, tomándole la mano y mirándolo con preocupación.
—¿Cómo te sientes? —preguntó Miranda, su voz suave y cariñosa.
Mateo se encogió de hombros, intentando sonreír.
—Estoy bien —dijo—. Solo un poco cansado.
Miranda asintió, apretando suavemente su mano.
—Es normal —dijo—. La quimioterapia puede ser muy agotadora.
Mateo cerró los ojos, sintiendo una oleada de gratitud hacia Miranda.
—Gracias por estar aquí conmigo —dijo, su voz débil pero sincera.
Miranda sonrió, lágrimas en sus ojos.
—Siempre estaré aquí para ti —dijo—. No importa lo que pase.
Mateo abrió los ojos y miró a Miranda, sintiendo una profunda conexión con ella.
—Te amo —dijo, su voz llena de emoción.
Miranda sonrió, su rostro iluminado por la emoción.
—Te amo también —respondió, besándolo suavemente en la frente.
Mateo sonrió, sintiendo una oleada de paz y tranquilidad. Sabía que la lucha contra el cáncer no era fácil, pero con Miranda a su lado, se sentía más fuerte.
—No sé qué haría sin ti —dijo Mateo, su voz llena de emoción.
Miranda se inclinó hacia él, abrazándolo con fuerza.
—Nunca tendrás que encontrarlo —dijo—. Estoy aquí para ti, siempre.
Mateo y Miranda se miraron a los ojos, y en ese momento, se dijeron lo que más importaba:
—Te amo —dijeron al unísono, sus voces llenas de emoción y amor.
En ese momento, nada más importaba. Solo el amor que compartían, y la fuerza que les daba para enfrentar cualquier desafío que se presentara.
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Mas fuerte que la enfermedad
Fantasy"Un amor que trasciende la enfermedad y la muerte, un vínculo eterno que une dos corazones en una danza infinita de pasión y devoción. Un deseo de amar sin límites, de sentir el calor de la piel del ser amado, de escuchar el latido de su corazón y d...