Capítulo 4: Un encuentro inesperado

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Miranda se levantó de la cama y se acercó a la puerta. La enfermera la guió hasta una sala común en el hospital. Allí, sentado en un sofá, estaba Mateo.

Mateo:"Hola", dijo Mateo, sonriendo débilmente. Miranda sonrió también.

Miranda:"Hola", respondió. "Me llamo Miranda".

Mate:"Yo soy Mateo", dijo él. "Es un placer conocerte".

Se sentaron juntos en el sofá, y comenzaron a hablar. Compartieron sus historias, sus miedos y sus esperanzas.

Miranda se sintió conectada con Mateo de inmediato. Era como si entendieran sin necesidad de palabras.

Mateo:"¿Cuánto tiempo llevas con el tratamiento?", preguntó Mateo.

Miranda:"Un mes", respondió Miranda. "Y tú?".

Mateo:"Acabo de empezar", dijo Mateo. "Estoy asustado".

Miranda tomó su mano.

Miránda:"No estás solo", dijo. "Estoy aquí para ti".

Mateo sonrió, sintiendo una sensación de alivio.

Mas fuerte que la enfermedadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora