Papi Nos Quiere [TERMINADO]

Capitulo 1

Como siempre, desde hace más de un año, ella estaba ahí, esperándolo. Sabía que no debía hacerlo, pero a pesar de todo, ella un lo amaba.

Sabía que lo su esposo le estaba haciendo, no era tonta. Y la gente que trabaja para su esposo tampoco. Todos ahí eran buenas personas, y la amaban mucho a ella. Le sorprendió ver a unas de las empleadas de su esposo en su casa.

Aquella señora le había contado que su esposo la estaba engañando. Vaya noticia para ella. Desde ese día comprendió todo, desde ese día trato de ser la mejor esposa que pudiera, pero él seguía siendo el mismo de siempre.

Jamás pensó que él se comportaría así, todo en el cambio en el día que se casaron, él se volvió frio, distante, el día que nació su hijo él tuvo que ir por obligación, su padre le había dicho que fuera. Ella estaba feliz al verlo ahí, pero sabía que era por obligación. Sabía que a Suho jamás le gustó la idea de ser padre, lo supo en el momento que su tesoro nació. Ya desde ese entonces – 5 años – Suho no hacía nada con su hijo. El pequeño se acercaba a su padre, pero el siempre salía con la excusa que estaba cansado.

Se la pasaba llorando como veía que el rechazaba a su hijo. ¿Por qué no se alejó?. La respuesta era fácil, lo amaba y no quería estar lejos de él.

En todos estos años él jamás le dijo algo tierno, no era el mismo Suho del cual se había enamorado. Suho estaba todo diferente. Sabía que ahora más, ya que la estaba engañando.

Jamás se lo dijo, para qué. No quería perderlo, ella lo amaba demasiado, mucho. Y no podría estar sin él.

La puerta se abrió y dejo a la vista a un Suho totalmente cansado. Suho camino a la escalera, no la había visto y si lo hubiera hecho no le hubiera prestado atención. Siguió su camino hacia la habitación. Ella por su parte soltó esas lágrimas que estuvo conteniendo.

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—Papi no bajara – El pequeño miro a su madre –

—Creo que no – Le dijo ella –

—¿Y si lo voy a despertar? – El pequeño miro hacia la escalera –

—Creo que mejor iré yo – Le dijo ella – Ve con Rosario, de seguro necesitara ayuda

—Está bien, mami – Dijo el pequeño –

Su hijo fue donde su nana, mientras que ella se dirigió a la cocina en busca del desayuno para su esposo. Tomo lo necesario y fue hacia la habitación. Se acercó a la cama y se sentó al lado de el con mucho cuidado de no botar nada. Despertó a su esposo el cual se quejó.

—Te traje el desayuno – Le dijo ella, cuando Suho se sentó en la cama mirándola –

—¿Por qué?

—Porque eres mi esposo – Le dejo las cosas a él y ella se levantó –

—Si estaba dormido, porque me has levantado. Sabes....

—Que estás cansado, por mucho trabajo que tuviste ayer, lo sé, pero con Jensen queremos ir a ver a tus padres

—Pudieron haber ido sin mí

—Lo hubiéramos hecho – Dijo ella recogiendo la ropa de su esposo – Pero tu madre quiere verte

—Puede ir a verme a la empresa

—Pero a ella no le gusta

—Y a mí no me.....

—Ni te gusta salir con nosotros – Ella se paró al frente de la cama mirándolo – Sabes algo Suho, tienes una familia y te guste o no tendrás que pasar tiempo con nosotros

—¡ESTOY CANSADO!

—SIEMPRE LO ESTAS, PARA TODO ESTAS CANSADO

—SOY EL UNICO QUE APORTA PARA ESTA CASA

—LO SIENTO POR ESTAR PENDIENTE DE MI HIJO Y QUE LA CASA ESTE LIMPIA

—VAYA TRABAJO – Suho se levantó de la cama, botando todo lo que tenía ahí – LIMPIALO, NO ES ESE TU TRABAJO, MANTENER LIMPIA LA CAS......

—Mami – Ambos voltearon a ver a Jensen quien estaba parado en la puerta con sus ojitos lloroso - ¿Por qué pelean?

—Por nada, pequeño – Dijo ella caminando asía él –

—Ahora es nada – Dijo molesto Suho –

_______________ sin decir nada salió con su hijo de la habitación. Ella se sentía mal por todo esto, su pequeño hijo no debía estar pasando por esto, él era un niño pequeño.

—¿Papi ira con nosotros? – Ella no pudo más y se puso a llorar, le daba mucha pena ver que su hijo a pesar de todo quería y seguía llamándolo "papi" después que él lo negaba – No llores mami.

—Te iré a dejar donde los abuelos, vale Jensen – Su hijo asintió – Te quiero

—También yo, mami

Suho con mala gana se bañó y se vistió. No le gustaba cuando su esposa asía esto de despertarlo. Estaba cansado, no solo por el trabajo, si no por otra cosa.

Su celular llamo y el con malas gana contesto, sabía quién era.

—¿Me extrañaste? – Dijo una voz femenina al otro lado de la línea –

—Te eh dicho que no me llamaras

—Es que te extraño

—Yo no – Dijo serio – Sabes que tengo esposa

—A la cual no amas, porque si lo isiera no estarías conmigo

—Solo fue una noche – Dijo él, salió de la habitación –

—No lo niegues, Suhito. Tú me amas

—¡QUE NO! – Grito – Ahora no me vuelvas a llamarme escuchaste. – colgó –

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