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No puedo creer que ayer haya cruzado unas cuantas palabras con él, aunque sea muy poco, pero sobre todo no puedo creer que haya rechazado la oferta de ir otras 2 cuadras mas con él. ¡Tonta!.

Hoy subí casi a escondidas de encontrarme con él, apenada, lo en el lugar de siempre, pero no quise acercarme, así que me mantuve en el principio del autobús, pero oh sorpresa, se acerco a mi, "Hola", dude en si era a mi a quien le hablaba, claro a quien mas, "Hola", le respondí tímidamente, "¿Que tal tu caminata ayer?, que diablos, se acuerda de mi rechazo, "Bien, gracias, aunque llegue 5 minutos tarde a mi trabajo", 5 minutos que se marcan en la impuntualidad de ni un solo día, "Debiste hacerme caso y tomar el otro autobús que venia por nosotros", ja y haber tenido esta conversación contigo, pero diferente, desde ayer "Si, bueno, asumí las consecuencias", le mostré un gesto de ni modos.

Pude haber seguido esa platica todo el día, pero concluyo con su bajada y una despedida muy poco común para un extraño, "Bueno, te veo mañana, bye", pareciera como si él también esperara cada día para volver a vernos, con una sonrisa me despedí y lo vi hacer su camino de siempre.

Esta vez pude ver sus ojos, no pude distinguir bien el color, pero si una maravillosa cortina de pestañas semi rizadas que rodeaban el contorno de unos ojos redondos y lindos, su nariz mas común que otras y esa pequeña cicatriz en su ceja izquierda, tal vez de alguna pelea de adolescente o una marca, su pelo castaño claro, lacio y con un peinado moderno, todo él era perfecto.

Vida de mis díasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora