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Mis fines de semana son tan aburridos, siempre tengo que hacer compras para la casa, limpiar, terminar los trabajos atrasados y leer uno que otro libro, nada interesante, ni nuevo, pero este fin cambio.

Salí muy temprano a surtir mi despensa y mi refrigerador, me dirigí al supermercado de siempre, empecé a hechar al carrito lo que necesitaba, cereal, leche, pan, sopa, aceite, etc. Deje hasta el final algunos gustitos para mi, como chocolates, dulces y papas, estaba decidiendo que mas llevar, hasta que instintivamente voltee.

Mi sueño mejor plasmado, era él chico del autobús, abrí los ojos en modo sorpresa "Que demonios hace aquí", no podía creerlo, trate de pasar desapercibida y que no me viera, negativo, me vio, sentí que me observaba y de un momento a otro se acercaba a mi, "Rayos, ¿Que hago, que hago?", puff que mas, "Nada", solo esperar a que llegue a ti con una sonrisa.

"Hola", si, aquí esta, "Hola", se podía ver mas lindo que los dias anteriores, "Que sorpresa verte aquí", si, claro que lo es, "Bueno, yo siempre vengo aquí, ¿Me estas siguiendo?", rayos, como pude decir eso, "Ja, no, no para nada, aunque no me opondría a hacerlo, jejeje, vine a comprar algunas cosas", esa sonrisa, acompañada del sonido de su risa, "Que bien, yo también", di algo mas por favor.

"Fer, ¿Llevo galletas o pastel?", una chica guapísima
se acerca a él, "Las galletas son perfectas", le responde y vuelve a mi, dios, debe ser su novia, "Mmm, bueno pues un gusto verte, adiós", digo avergonzada y me voy, escuchando detrás de mi, "No, espera", pero no pienso esperar, ni regresar a él, apresurada voy a la caja mas vacía y pido a la señorita me cobre rápido por que tengo una urgencia medica, ella comprende y lo hace, pago y salgo disparada de ahí.

Mis ojos se humedecen de inmediato, pero yo les impido llorar, no aquí en la calle, es mas, ni siquiera debería hacerlo, no lo permitiré.

Vida de mis díasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora