Capítulo 5:
El día se podía describir con una sola palabra, depresivo.
La lluvia caía y chocaba fuertemente contra el suelo, provocando así pequeñas gotas que en multitud creaban algunos charcos que la gente distraída pisaba. El olor a tierra mojada y la humedad que provocaba la lluvia podía sentirse si abrías la ventana.
No me mal interpreten, amo los días de lluvia, sobre todo como los de hoy. Donde no hay nadie en la calle y puedes observar a algunas parejas ir de la mano compartiendo un paraguas mientras se abrazan.Estos días son especiales para mí. Son aquellos en donde tu estado de ánimo es como el del clima. Puedes estar en tu cama, escuchando tus canciones favoritas, o en mi caso, escuchando canciones lentas y depresivas pensando en el pasado no tan lindo que tuve.
En este momento me encontraba sentada en aquel pequeño "balcón" que tenía el ventanal dejando que mis pies colgaran en el vacío. Tal vez desde otro ángulo pareciera que quisiera tirarme, pero sólo estoy disfrutando la vista y del viento que abraza mi piel cada vez que sopla.
Ver a la gente corriendo para no mojarse me hace pensar que debo ser una de las pocas que aman detenerse y mirar hacia arriba cuando llueve para sentir como las gotas rompen en su cara. Sólo pocos solitarios caminan lento sin problema de que la lluvia los cubra con sus lágrimas.
Las calles están vacías de nuevo. No se ven autos ni personas. El silencio se hace escuchar más que nunca, y es el grito más poderoso que existe.
"La calma antes de la tormenta" dice aquella frase, que en aquel momento tomó sentido.
Rompiendo toda paz existente, un chico corriendo mientras solloza salpica con sus pies los charcos que antes se habían formado, haciendo que tropieze por culpa del suelo mojado."Mierda!" grita.
Esa voz... Es él! Con el corazón a mil salgo de mi "balcón", tomo una chaqueta, me coloco mis zapatillas viejas y comienzo a caminar hacia la salida. "Hey! ¿A dónde vas?" es lo último que escucho antes de cerrar la puerta principal.
Miro a los lados. Las calles desiertas me avisan que aquel desconocido inoportuno se fue. Pero como dije, el silencio puede gritar, y es cuando logro escuchar aquel sollozo a lo lejos. Comienzo a correr para encontrarlo. Mi curiosidad es enorme, y aquel chico es un misterio.
Cuando puedo divisarlo a lo lejos comienzo a caminar. No quiero que piense que irán a asaltarlo, así que intento hacer el menor ruido posible, y así evitar que me vea.
Se detiene en un parque, y se sienta en una banca sin importarle que este mojada, y que luego su ropa quede igual. Sus manos sostienen su cabeza mientras su pecho se contrae con cada sollozo que da, y las lágrimas caen al suelo camuflándose con la lluvia.Mete su mano en su bolsillo y saca un cigarrillo para, posteriormente, encenderlo. Raramente este no se apaga a pesar de la lluvia. Expulsa el humo hacia arriba cerrando sus ojos rojizos por el llanto.
Me quedo un buen rato observando como el cigarrillo se consume lentamente con cada calada que da hasta que decido avanzar y hacerme notar.Su expresión seria no cambia, pero sus ojos, por un momento, parecen mostrar sorpresa.
Me siento a su lado, contemplando la nada misma, respirando aquel aroma singular que produce el arma mortal que tiene entre sus labios, escuchando la lluvia caer.
-¿Siempre vas a aparecer? ¿Nunca vas a irte y dejarme en paz?- preguntó con su voz ronca y en un susurro. Su voz era música para mis oídos.
-No. Por ahora no está en mis planes.- le contesté. Era cierto, cada palabra.
-¿Por qué tanto interés? No me conoces, no sabes mi nombre. No eres nada mío.
-Tu lo dijiste. Interés...
Y con eso terminó nuestra conversación. Dejando que el silencio nos grite en los oídos dejándonos sordos al ruido.
-Michael.- interrumpió la calma.
-¿Qué?
-Michael. Ese es mi nombre
-Oh... Es lindo
-Gracias supongo...-se volteó hacia mi para formular la siguiente pregunta- ¿Me estabas siguiendo?
-No.
-¿Entonces? ¿Cómo es que logras siempre saber donde estoy o me encuentras?
-¿Destino?
-No me lo creo. Dí como.
Tomé el cigarrillo que tenía entre sus dedos, lo puse en mi boca y di una calada, impresionándolo.
-Pues... Digamos que estaba tranquilamente contemplando la lluvia cuando alguien pasó corriendo y sollozando.
-Eso es creíble...- comentó
-¿Por qué llorabas?- me animé a preguntarle. Sacó su cigarrillo de mis dedos y dio una calada mirándome para luego expulsar el humo hacia arriba.
-Es complicado...
-Tengo tiempo, y puedo intentar entender.- respondí. Al escuchar mi contestación sonrió a medias mirando al piso, negando. Me miró fijamente a los ojos, como si quisiera buscar alguna mentira, alguna trampa, algún indicio de que sólo jugaría con él. Pero no lo había. No había nada más que lo que reflejaba.
-De acuerdo... Pero que conste que no me haré cargo si morimos de hipotermia.
Solté una carcajada. Era verdad, en todo el tiempo que estuvimos en silencio olvidé el hecho de que nos estábamos empapando.
-¿Quieres ir a un café?- le ofrecí.
-No, prefiero esta banca húmeda.
-Yo igual...
.
.
..
.
.HOLAAAAAA. Actualice hello :)
Este capítulo me encanta, lo siento muy íntimo entre ellos. Juro amarlo.
Este capítulo, además, se lo dedico únicamente a Vicky. Que la amo demasiado y espero que lea esta nota porque merece saber (por milésima vez) que la amo. Y que sin ella este capítulo no podría haberse escrito ya que ella me compartió la canción "When She Cries" y me inspiró en su forma de ser al escribir. Te adoro y te amo ¿Ya lo dije no?
También al #TeamPiolas y el #TeamStrongers que son las guerreras más fuertes que conozco. Y a #LCC que por más tiempo que pase sigue vigente (somos unas ancianas)Pero como ya dije, esta exclusivamente para Vicky :)
Espero que les haya gustado. Es bastante largo y nos leemos luego. Bye!!
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Cigarette | M.C.
FanfictionElla amaba como los cigarrillos se consumían poco a poco entre sus labios... ___________________________ Todos los derechos reservados. Pedir permiso en caso de querer adaptarla. Dudas o alguna consulta en mi cuenta personal MaartiRehl Never stop dr...