¡¿Que esta pasando?!

Este lugar es increible

Yami se situó en medio del jardín y cerró los ojos, empezó a decir algo que no logré escuchar, nada más acabar de decirlo apareció un círculo color violeta un poco más ancho que ella.

- Rápido, ven - me gritó, así que fui corriendo hacia ella.

Al llegar me abrazó fuertemente, yo era más alto que ella así que su cabeza se apoyó en mi pecho.

La luz violeta creció formando una torre y cegandome por completo.

Al recuperar la vista ya no estaba en mi jardín, estaba en... ¡¿Una isla flotante?!

Era bastante grande, ocupaba en ella un pueblo entero.

- ¿Donde estamos? - pregunté a Yami que seguía abrazandome.

Se separó de mi y dijo - Bienvenido a mi casa Ka~ - la corte antes de que pudiera seguir.

- Yami, llámame por mi nombre, somos amigos, no hace falta que me llames por mi apellido -

- Vale A-Aoi - se le dibujo una linda sonrisa en la cara - Bueno, esta es mi casa, en esta isla sólo hay un pueblo, hay islas más grandes y más pequeñas - hizo una pequeña pausa para que pudiera contemplar el paisaje, era precioso, pude ver una iglesia que sobresalía de los demás edificios - y este pueblo se llama Ciria, espero que te guste -

- Pero ¿Que pasa si alguien se cae? - me miró seria.

- A los habitantes de este mundo tienen diferentes medios para subir, sus poderes, tu no deberías tener problemas... - esto último lo dijo más bajo - pero para evitar accidentes siempre que quieras ir a las afueras ven conmigo ¿Vale? -

- Claro -

- Bueno, por ahora voy a enseñarte mi casa, donde te quedarás - parecía entusiasmada.

- Voy a vivir con una persona después de mucho tiempo, y encima es una chica de mi misma edad -

- Ya llegamos - la casa era grande para que sólo viviera una persona.

- ¿Vives sola? -

- Si, pero ya no - dijo con una sonrisa entusiasmada - Venga, entremos.

Abrió la puerta y pude ver una cocina a la derecha, en frente unas escaleras al segundo piso y un salón bastante grande a la izquierda.

- Aoi, ven, que te enseño tu habitación y el segundo piso -

- Vale - subimos y pude dos habitaciones a cada lado.

- La primera habitación de la derecha es la tuya, y la mía es la de enfrente - me explicaba mientras abría las puertas - La segunda de la derecha es el baño y la de enfrente son los portales y el ordenador - cuando la abrió se podían ver varias puertas y en una esquina un escritorio con un ordenador y una silla negra de esas que giran y tienen ruedas.

- Tu casa es muy bonita -

- Y eso que aún no haz visto el jardín, eso siempre te gus~, seguro que te gusta - vi que su rostro se puso triste y nostálgico.

Me llevó hacia el jardín, era maravilloso, tenía muchas plantas y había un pequeño estanque, allí nadaban criaturas extrañas pero a la vez preciosas.

- Wow, es precioso -

- Si - sonreía, pero no miraba al lago, sino a mi - ¿Quieres ver el resto del pueblo? - asentí con la cabeza.

Al salir de la casa...

- ¿Pero que leches? ¿Que es todo esto? ¡Agachate! -