La prueba

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La gerente me miró fijamente
- Primero tengo que evaluar sus habilidades -

Nos dirigimos hacia una puerta blanca que había detrás de la barra.
Allí encontramos una cocina bastante grande con las paredes blancas y muchísimos utensilios diferentes, algunos no sabía para que servían.

- Ya estamos, ahora cocina algo de lo que me sienta orgullosa - dijo la gerente - tienes todos los ingredientes están en aquella nevera grande - señalando hacia una esquina - utiliza lo que quieras pero hazlo rápido, estaremos esperando en una de las mesas -

Abrí la nevera y pude ver ingredientes de todo tipo - ¿Que es eso redondo que hay al fondo? -

- No hay nada - dijo mirando hacia donde yo señalaba.

Volví a mirar y ya no estaba - ¿Que sería eso? - pensé, pero inmediatamente me di cuenta de que estaba en medio de un examen así que cogí los ingredientes necesarios y los puse en la mesa.

Estaba decidido a hacerlo lo mejor que podía.

Empecé a cortar trozos de carne, a preparar el hojaldre y así con todos los ingredientes necesarios pude hacer que el sabor reflejara mis sentimientos.

Solo me faltaba meterlo en el horno cuando escuché como si algo estuviera mordiendo hierva. Lo metí al horno y fui a investigar. Sonaba por dentro de la nevera así que la abrí, y para mi sorpresa me encontré con una espacie de gnomo extraño comiendo lechuga, se dio cuenta rápidamente y salió a toda velocidad golpeándome con la comida.

- ¡Oye! - gritaba mientras corría detrás suyo.

Salté para cogerlo pero justo cuando estaba apunto de alcanzarlo se desvaneció en una nube de polvo.

- ¿Qué esta pasando aquí? - pensaba mientras buscaba algún rastro de aquella criatura.

Estuve un rato buscando y pensé que no iba a encontrar nada, así que volví a la cocina y saqué la comida del horno ya que justo se había acabado el tiempo.

- ¡Hey! ¿Cuánto más piensas tardar? - Gritaba la gerente desde la habitación de al lado cuya puerta conectaba con la cocina.

- Ya he acabado, en seguida voy - Dije mientras reunía los cubiertos, los platos y los vasos necesarios.

Repartí la comida en los platos y la bebida en los vasos.

Comprobé que todo estaba perfectamente y cogí los platos para llevarlos a la sala, y así hice con los vasos, los cubiertos y las servilletas.

Me senté con ellas, después de limpiar la cocina, para saber su opinión.

- Antes de decir mi opinión quiero hacerte unas preguntas ¿En serio nunca diste clases de cocina? ¿De verdad lo has aprendido todo tú solo? - decía la gerente, parecía bastante interesada en que la dijera algún tipo de truco.

- Si... Nunca di clases ni tampoco tenía dinero para poder ir, así que fui a la biblioteca y acabé leyendo y aprendiendo cada uno de los libros que había allí -.

¡¿Que esta pasando?!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora