¿El pasado?

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Empezé sintiendo las piernas, seguido los brazos y así hasta la cabeza.

Me esforcé para abrir los ojos, pesaban.

- ¡Aoi! ¡Aoi! ¡Porfavor! ¡Despierta! -

Unas gotas caían en mi cara y al abrir los ojos vi a Yami, con unas alas preciosas.

- Y-Yami... -

- ¡Aoi! - no paraba de llorar, estaba desesperada.

- H-He recordado la vez que nos conocimos - paró de llorar y se quedó sorprendida.

- ¿Te has acordado? ¿Como? -

- Lo he visto, mientras estaba inconsciente tube una visión -

- El día que nos conocimos me salvaste, me salvaste la vida, si no hubieras estado ahí habría muerto -
volvió a llorar.

- Tranquila, estaré contigo - la abrazé para tranquilizarla - no vi lo que pasó después de saltar por el precipicio, así que no puedo asegurar que te haya salvado -

- Después de saltar usaste tu don para devolverme a la isla - seguíamos tirados en la hierva abrazandonos.

- Pero ¿Que es eso de los dones? -

- Los dones son los poderes que posee cada persona - señaló las alas de su espalda - yo puedo transformar partes de mi cuerpo en animales y como segundo don puedo controlar el agua, y tu... -

- ¿Yo que? -

- Controlas el viento y las llamas azules, tu me salvaste la vida gracias a ese viento -

- Pero las llamas azu~ - me cortó.

- Si, las llamas azules vienen de satanás - eso me sorprendió mucho
- seguramente estés pensando que eres familiar de satanás, y así es, el es tu abuelo -

- ¿¡Mi abuelo es satanas!? -

- Si -

- Pero no tengas miedo, sólo es un poder normal, y tu abuelo te dejó hace mucho tiempo, no tienes nada que temer, yo estoy contigo - diciendo esto dejamos de abrazarnos y me miró fijamente aún encima mío.

- Yo también te protegeré - dije, me levanté y luego la ayudé a ella.

- Por ahora vayamos a casa, es muy tarde -

Estuvimos la mitad del camino en silencio, muchas cosas habían pasado en muy poco tiempo, entre ellas he descubierto q yo habitaba en este mundo y que mi abuelo es satán.

- ¿Te encuentras bien? -

- Si, solo estoy cansado - dije mientras entrábamos en la casa.

- Lo siento Yami, pero creo que hoy no cenaré -

- Comprendo q todo esto te haya pasado de repente, pero algo tienes que comer - dijo señalándome la silla para que me sentara.

- Bueno vale - dije rindiéndome porque sabía que no podía ganar.

Cenamos en silencio, y nos fuimos a dormir.
El cuarto que me había dejado era muy espacioso y acogedor.
Me metí en la cama pero no podía dormir, todo era muy confuso.

Sonaron golpes en la puerta - ¿Aoi? - era Yami.

- ¿Que hace despierta a estas horas? - eran las dos de la mañana - Claro - dije para que pasará y me senté en la cama.

- Veo que tu tampoco puedes dormir - dijo sentandose a mi lado - ¿P-Puedo dormir contigo? -

¡¿Que esta pasando?!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora