Un cuarto rojo

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"Ya veo, pero no tienes que preocuparte es solo el estrés del trabajo" Verónica soltó un pequeño suspiro de alivio y continuamos conversando un rato hasta que llego la hora de irme al trabajo y volver a la rutina.

"Abril ya está listo tu ba- ¡AAAAAAAAAAAH!"

Había regresado a casa un poco más tarde de lo acordado ya que la junta se había aplazado bastante. Abrí la puerta de la casa pero cuando entre la casa estaba en silencio, odiaba ese silencio, fui inmediatamente hacia la habitación de Abril, en ese momento Verónica tomo mi mano y jalo de ella.

"Po-por favor ¡JONATHAN NO ENTRES AHÍ, POR FAVOR!" La cara de Verónica estaba llena de lágrimas y su cuerpo estaba temblando tanto que su voz apenas lograba salir de su boca.

"¿Qué está pasando? Verónica ¿Estás bien? Estas temblando mucho, ¡cálmate! ¿Por qué no quieres qué?-" Escuche un estruendo que venía de la habitación y abrí rápidamente la puerta pero lo único que encontré al abrirla fue un gran cuarto lleno de rojo, sentí que mi cuerpo se congelo ante ese cuarto cada vez que lo veía mas no parecía pintura era más que obvio que era sangre corriendo por las paredes y los muebles. Baje mi mirada y en el centro de la habitación se encontraba aquel muñeco, cerré las puertas de golpe y dirigí mi mirada hacia Verónica quien tenía los ojos cerrados y no dejaba de llorar y temblar.

"¡¿QUÉ DEMONIOS ESTA PASANDO?! ¡¿DÓNDE ESTA ABRIL?¡"

"¡NO LO SE, NO LO SE, NO LO SE!" Al oír esas palabras salí corriendo por toda la casa, revisando cada cuarto pero no lograba encontrar a Abril, tenía miedo de que algo le hubiese podido haber pasado ella era lo único que me quedaba, no podía dejar que algo malo le ocurriera ella ya no tenía por qué seguir sufriendo en este asqueroso mundo. El único lugar que me quedaba era el ático.

"(Como odio este lugar...odio recordar eso...)" Con cada paso que daba el cuarto se me hacía cada vez más largo como si no tuviera fin, hasta que encontré a Abril tirada en el suelo cercas de la única ventana que se iluminaba por la luz de la luna.

Agarre a Abril en mis brazos, cuando vi que no tenía heridas y solo estaba dormida mi corazón se calmo, inmediatamente cargue a Abril para llevarla hacia abajo pero al cargarla oí que algo cayo de sus manos, era ese maldito muñeco lleno de manchas de sangre y esa sonrisa que tenía antes se había convertido en una cara triste.

"(¿Qué hace ese muñeco aquí?...Juraría que estaba en esa habitación..."

The DollDonde viven las historias. Descúbrelo ahora