capitulo 4

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Gabriel daba su clase como normalmente lo hacia. Su castigo acerca de no calificar a mujeres habia terminado. No le entusiasmaba, realmente le daba igual. 

Siempre le habia dado igual hasta que Juliane se convirtio en su alumna

Julianne, su amada esposa, la madre de su tambien amada hija, su segunda hija. A pesar de que Maia no habia logrado nacer siempre la habia considerado su hija. A peticion de Julia el ultrasonido se encontraba en un marco junto a las fotos familiares. 

Era el hombre mas afortunado del mundo. Julia, su Beatriz lo habia esperado, lo habia perdonado, se habia entregado a el y despues lo habia perdonado de nuevo, no suficiente con eso habia aceptado casarse con el y le habia dado la dicha de ser padre. una dicha a la que habia renunciado y ella lo habia convencido de aceptar de nuevo.


Laura era alumna del profesor mas guapo de la universidad entera, siempre habia pensado que ese tipo de hombres unicamente existian en los libros y en los anuncios de trajes del centro comercial.

Su situacion era demasiado triste, el no la miraba, ni siquiera cuando usaba esas blusas tan escotadas. Tenia entendido que el profesor era casado. Maldita bruja Ella podia verlo desnudo, ella lo tenia en su cama. La odiaba.

Tenia un plan. No iba a descansar hasta que lo consiguiera, el tenia que ser suyo por lo menos una vez, lo necesitaba. 

Solo asi podria sacarselo de la mente o tal vez lograria convertirse en la proxima señora Emerson ¿quien sabia?

Una tarde despues del seminario, decidida, acudio a su despacho. Entraria y le diria que lo deseaba, no lo dejaria ir hasta conseguir algo.

Estaba a punto de entrar cuando escucho a alguien mas dentro

-Vamos Gabriel, es tu hermano.

-No Julia, no esta vez. No pretendo seguir soportandolo. Para mi no es nadie.

-por fav...

-No Julia, para ya por favor. Esta hermosa niña tiene hambre y estoy seguro de que este pequeño de aqui tambien- Dijo acariciando la barriga de Julia. Habia sido una total sorpresa para el enterarse de que serian padres nuevamente. Ella habia hecho de la noticia algo realmente increible e inesperado. Se habia dado cuenta en medio del seminario. Sonrio ante el recuerdo.

Por otro lado no dejaba de estar preocupado. la ultima vez las cosas habian salido muy mal, tanto que por un momento imagino que no veria mas a su Beatriz y que tendria que cuidad de su hija solo. No queria volver a repetir la experiencia. Haria todo lo posible por no hacerlo.

-Gabriel...

-nena ¿quieres comer?

-Si papi.

-Hecho. Vamos-Gabriel tomo en brazos a su pequeña y abrio la puerta. Lo que encontro ahi no solo lo sorprendio, lo molesto ¿Cuanto habia escuchado?

-Pro...feso...r

-¿Necesita algo señorita Parker?

-No... yo... solo queria...

La miro. Ahi estaba la mujer que detestaba. La mujer a la que queria desaparecer de la vida de su fantasia mas grande.

-Disculpe profesor. yo unicamente venia a preguntarle cuando nos podiamos reunir para hablar de lo del proyecto. Esperaba que tuviera un tiempo libre, pero veo que esta algo ocupado... ¿es... su... sobrina?-di que si, di que si.

-No señorita Parker, es mi hija y esta es Julia, mi esposa.

-Hola... bueno... yo ah... creo que me ire. ¿Seria tan amable de informarme por mail cuando esta disponible? he hecho las correcciones que me pidio y me gustaria saber su opinion.

-Lo hare.

-Gracias profesor. Tenga buen dia y... Señora Emerson, un gusto conocerla, tienen una hermosa hija y claro, felicidades por el proximo.

-Adios. Un gusto- dijo Julia.

Intento ser lo mas discreta posible cuando se marchaba. No queria que ellos la vieran correr. Tenia la cara caliente. Nunca habia estado tan apenada, no desde que Amber Lancaster le habia bajado el short de educacion fisica cuando tenia 13.

La habia odiado. La odio desde que supo de su existencia ¿como era posible que al por fin verla todo ese odio se evaporara?

La habia imaginado inumerables veces, rubia, alta, 30 años aproximadamente, siempre vistiendo de negro y usando tacones. y en su lugar encontro a una morena, tal vez de 25 años, vestida con jeans, zapatos bajos y una camisa ajustada. Camisa que dejaba ver su embarazo de aproximadamente 4 o 5 meses. Era hermosa. y su hija, mas hermosa aun. era identica a ella pero con los ojos de el.

Se habían esfumado. Todas sus fantasias se habian ido al carajo y solo podia culpar a las dos morenas que lo acompañaban.

Simplemente ya no lo deseaba, y no es que le resultara menos atractivo, el era feliz, podia notarlo.

Su familia había sido destrozada por una mujer y ella definitivamente no sería la culpable de dejar a no uno, dos hijos sin padre. A demás no había que poner mucha atención para notar que el era feliz, definitivamente no sería quien terminara con eso.

Cuando le cediera la cita en lugar de mostrarle los senos, le mostraria su trabajo y se concentraria en Frank. Tal vez era hora de darle una oportunidad.

El Infierno VS Las SombrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora