Tres
Dos
Uno
¡¡Diiiing!!
Bien, por fin están; es la segunda ronda de galletas de virutas de chocolate que he echo en todo el día. Y por fin han acabado, la espera se me hizo eterna, aunque tal vez fuera porque me traje una silla y me senté enfrente del horno durante todo el tiempo de cocción. De todos modos, valió la pena.
Ahora solo tengo que hacer el tedioso esfuerzo, de sacarlas del horno y llevarlas a la mesa del comedor, porque toda la encimera de la cocina está repleta de ingredientes y cosas no identificadas, y súmenle a eso tener que hacer todo el recorrido sin quemarme. Misión imposible.
Me agaché y abrí la puerta del horno, pero no me acorde del malvado vapor, que me llegó de lleno a la cara nublando mi vista e inundando mis fosas nasales, cuando pude acabar con él, cogí la bandeja , me levanté y me gire para hacer un spring que dejaría en vergüenza a Bolt, fue entonces cuando.
-¿Que haces en mi cocina?.- Una voz profunda y exigente salió de un..
Un Cuerpo.
Un Cuerpo desnudo.
Un Cuerpo desnudo Masculino.
Empecé a gritar como una posesa sin dejar de mirarlo. Y él al escucharme gritar así, también comenzó a hacerlo. Entonces todo fue a peor.
¡Tonta! ¡Tonta!
¡Ahhh! Me ardía la mano, me había olvidado de la bandeja caliente de galletas que llevaba con un trapo, la solté de golpe, y cayó... Pero no al suelo, sino a sus pies.
Sus pies descalzos. Fue entonces cuando realmente se desató el infierno.
El maldecía agarrando alternativamente sus pies, mientras yo caí en pánico gritando y mirando como una loca a todas partes buscando algo para calmar mi dolor sin obtener resultados. Y entonces vi la luz. Pero al parecer el también un instante después. Corrí hacia el fregadero para coger agua, pero en cuanto estuve ahí segundos después llegó él, y me empujó fuertemente Espero que de forma involuntaria, y me deslicé fuera, golpeándome en la cadera contra la encimera...
¡Crack! Había deslizado mi jarrón de las galletas haciendo que cayera hacia el otro lado en el intento de que mi golpe contra la encimera no fuera tan doloroso. ¡No! El dolor de la mano había quedado en segundo plano y el de mi perdida había tomado el principal. Una furia cegadora nubló mi juicio y mi arpía interna tomó el control.
-¡Tú! Cerdo, malagradecido, gruñón, maltratador de mujeres, rompedor de jarrones de leones, vas a morir sino sales de mi vista en cinco segundos.- Estaba empuñando con mi mano sana un plato hondo Lo primero que encontré, y me había girado hacia él que aun seguía intentando mojar sus pies. - Uno, dos, tres...
-Mira loca agresiva, la que saldrá de mi cocina eres tú...-dijo aun sin girarse
-lo digo en serio – Apreté mi agarre en el plato- cuatro, cinco... No digas que no te lo advertí.
En cuanto la ultima letra salió de mis labios lancé el plato en su dirección, pero en ese mismo instante el se había volteado en mi dirección y le había dado tiempo en agacharse para evitarlo y el plato acabó estrellándose contra la pared Tiene buenos reflejo.
-¡¿Estás loca o que?!- entonces abrió los ojos como platos cuando vio que cogía un cuchillo y caminaba en su dirección- Mira, no se lo que fumaste, pero aléjate de mí.- y corrió a través de la cocina colocándose delante de mi, dejando entre nosotros una encimera.
-¡Me rompiste mi león favorito! El que debería haberse alejado eres tú – y me incliné sobre la encimera para intentar alcanzarlo- pero no lo hiciste así que ahora, acata las consecuencias.
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Just Believe In Me
RomansaEs fácil de entender. No creo en él. No creo en ese sentimiento idealista e irreal, que te hace soñar despierto. No se confundan, no creo en el porque tengo un pasado oscuro o triste no, no me busquen excusas. Porque no las tengo. No es como en las...