Gaete bastante desconcentrado por aquella escena.
Pues claro, era extraño ¿No?
Trago grueso imaginandose el porque del uso de esa cadena.
Esa es una persona, no un perro.
Dirigio su mirada a esas dos personas antes de comenzar a hablar.
El amarrado tenia la mirada baja, pero la levanto al sentir la mirada de Edgar sobre el.
Aquella persona no hizo mas que sonreir de manera ladina y volver a bajar la mirada.
Edgar, aun mas desconcentrado, comenzo la misa como es de costumbre.
Se notaba nervioso ¿El por que? Ni el lo sabe.
Se trababa y alguna que otra vez se equivocaba.
Pero con el pasar de los minutos eso fue desapareciendo.
Trato de despejar su mente y lo logro, trato de no pensar en eso y seguir adelante, tambien lo logro.
¡Vale, al parecer todo saldra bien!
O almenos eso pensaba pues a mitar de la misa se escucho una risa, bastante burlona.Gaete fruncio el ceño por eso, buscando al responsable..
No lo encontraba..
Pero el mismo se dio a conocer.
Era el joven con la cadena en el cuello.
— ¡Que ridiculo! ¿No? — Dijo el ya mencionado levantando la mirada aun entre risas.
Edgar no sabe porque, pero eso le causo un escalofrio horrible.