Too Sweet for Me |+18| ✔️

Capítulo 31.

Dominic:

Momentos antes:

Tanto Peter como yo bajamos del auto para ingresar al centro de rehabilitación en donde Amelie estuvo encerrada por mucho tiempo. Realmente estoy sorprendido porque ya había venido a este centro, pero me negaron el acceso cuando traté de explicarles que aquí estaba ella.

Amelie siempre estuvo aquí, cerca de mi.

Y yo buscando en otros sitios, pero ella siempre estuvo aquí.

Conseguir la orden fue sencillo, puesto que Peter habló con un juez que es amigo de él, nos la entregó para que pudiéramos venir aquí y conseguir las pruebas necesarias para vincular a Malena con esto.

Ya estoy terminando de procesar la clase de mujer que es mi ex esposa. Pasé muchos años engañado, creyendo que Malena era una buena persona, nos conocemos desde que éramos jóvenes, nos enamoramos y nos casamos. Yo creí que ella era la mejor mujer del mundo, que sería incapaz de hacerle daño a alguien para su beneficio propio.

Y vaya que estaba equivocado, sólo vivía en mi fantasía creyendo que ella era una buena persona cuando jamás lo fue.

En todo este tiempo estuve viviendo con el enemigo. Y me alegra tanto haberme separado de ella porque si no, seguiría a su lado siendo un completo infeliz.

—¿Aquí estuvo Amelie?

—Si.

—No parece un mal sitio —suspiro—, entremos.

Ambos entramos al lugar, la verdad es que Peter tenía razón. No parecía un mal lugar, de hecho es como si fuese una clínica, tiene pasillos claros y muchas cosas más.

—Hola, bienvenidos a la clínica Angels —una chica nos dió la bienvenida— ¿En qué podemos ayudarlos?

—Soy Peter House y él es mi hermano Dominic —estrechamos su mano—, vinimos a hablar con el director de esta clínica.

—Oh claro, síganme.

Seguimos a la chica, podía ver a algunos pacientes algunos de edades más avanzadas y otros mucho más jóvenes, había tanto hombres como mujeres.

Desde aquí se podía ver el jardín y muchas mesas con juegos.

La chica entró a una oficina y luego salió para darnos el pase a nosotros. Al entrar, vimos al director, muy joven a mi parecer.

—Hola, soy el doctor Fletcher, Simon Fletcher —estrechamos su mano—. Siéntense por favor.

Peter y yo nos sentamos frente a él.

—¿Qué puedo hacer por ustedes?

—Soy Peter House y soy abogado —dijo mi hermano—, vinimos por información de un par de pacientes de este sitio.

—Lo lamento señor House, pero no tengo permitido proporcionar esa información, es completamente confidencial.

—Tenemos una orden para ello —Peter dejó sobre el escritorio la orden firmada por un juez.

—Pero ustedes no son policías —él frunce el ceño.

—Lo sabemos —esta vez hablé yo—, pero estamos haciendo una investigación para un caso de uso indebido de drogas. Mi mujer estuvo aquí por meses prácticamente sin su consentimiento.

—¿Habla en serio? —asenti— Vaya, eso no lo sabía.. Pero si tiene la orden, con gusto le proporciono la información ¿Como se llama la paciente?