Epílogo.

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Amelie:


—Bien, creo que está todo listo —escuche a Dominic—, nos vamos.

—Adios mis amores —bese los labios de Dominic y la frente de Adam—, conduce con cuidado.

—Lo haré preciosa, te amo.

—Y yo a ti.

Adam hizo un alemán con su mano para despedirse de mí. Luego Dominic salió de la casa.

Creo que nunca me voy a acostumbrar a tener a Adam en una guardería. Sigue siendo un bebé para mí.

Recogí la cocina y lave lo que había ensuciado.

Hoy me tocaba terminar un par de pinturas para la galería de Pierce. Por suerte ya tengo un par más adelantadas para la exposición de esta semana. Me siento tan bien de poder seguir haciendo lo que más me gusta, que es la pintura.

Gracias a Pierce, he podido retomar lo que es la pintura y el arte. Ya que estoy trabajando como artista de su galería, cuando me pidió que trabajara en su galería no estaba tan segura de hacerlo, puesto que quería ocuparme de Adam y Dominic a tiempo completo, pero como tengo a un hombre precioso a mi lado que me motivó a hacerlo de nuevo así que me animé a pintar de nuevo y volví a sentir aquella pasión cuando comencé a hacerlo.

Por suerte Adam es muy tranquilo, en la guardería se porta muy bien. Creo que heredó aquella tranquilidad de su padre.

Dominic es un sobre protector a más no poder. En todo mi embarazo no me dejó hacer absolutamente nada. Se dedicó mis nueve meses en cuidarme, consentir y complacer cada antojo que se me ocurrió y bueno, Adam es la copia exacta de Dominic, lo único que tiene de mí son el color de ojos.

La verdad es que la paternidad le ha sentado muy bien, hace todo lo posible para estar siempre presente en la vida de nuestro pequeño, a veces trabaja en casa, otras veces salimos de paseo y todo lo demás, la verdad me encanta lo paternal que es, lo buen esposo que es. Me he sacado la lotería con ese hombre.

Después de que Adam nació, nos casamos casi que de inmediato, fue una ceremonia muy privada, de hecho no hubieron más de veinte invitados ya que Dominic es muy reservado y yo, no conozco a nadie más que no sea Melanie. Fue algo que quise hacer ya que mis padres no estaban conmigo y no quería festejar algo tan grande sin ellos.

Ahora mi vida era la de una señora casada y siendo madre de un pequeño de un año y medio.

La verdad no pensé que me fuese a gustar tanto estar casada y siendo madre de un pequeño. Dominic ha sido mi soporte durante todo este tiempo, porque nuestro matrimonio no es perfecto, de hecho ninguno de los dos lo es, pero con paciencia y amor, hemos podido salir adelante a pesar de todo.

Tomé mi teléfono para contestar la llamada.

—Hola.

—Preciosa.

—Hola preciosa —me siento en el sofá—, ¿qué tal va tu viaje?

—De maravilla —dijo contenta—, Alemania es un país hermoso... Ah, Jared te envía saludos.

—Le dices que igualmente —rei un poco.

Melanie y Jared comenzaron a salir un par de meses después de conocerse, yo la invite a cenar una noche, el vino con Sonia y Peter, desde entonces se volvieron muy cercanos y comenzaron a salir, la verdad a mi me gusta como están, ambos son de la misma edad y son preciosos. Hacen una muy linda pareja.

—¿Cuándo regresan?

—En un par de semanas, cuando regrese, cenaremos y me cuentas eso de la galería que no sabía.

Too Sweet for Me |+18| ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora