Episodio 4: No puedo alejarme

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Otro día más en la academia sin mayores contratiempos hasta que llega la clase de entrenamiento físico. Por mala suerte se organizaron batallas de entrenamiento entre grados y a tí te tocó contra el grupo de tu ex-tutor.

Las instrucciones eran bastante simples: todo el grupo tenía que enfrentarse contra 5 integrantes de los chicos del grupo A, la élite de la academia. Tenían 30 minutos para hacerlo y con que uno sólo quedara en pie era más que suficiente. Parecía algo bastante complicado ya que esos 5 alumnos eran del mejor grupo de la UA. Pero tu grupo estaba dispuesto a dar una buena pelea.

Sabes lo que te espera y ruegas porque Bakugou no sea uno de esos 5 estudiantes a los que tienes que enfrentar. Pronto lo sabrás. Al abrirse las puertas, logras ver en primera fila al rubio y haces una cara de desagrado a lo que él responde con una sonrisa burlona.

La batalla de entrenamiento comienza y esta consiste en que el último que quede dentro del cuadrado que se dibujó en el piso gana. Los del grupo A son muy fuertes y experimentados, pero a ti te entrenó el rubio furioso así que puedes defenderte bastante bien. Uno a uno tus compañeros van saliendo del área de batalla y te das cuenta de que tu ex tutor está sacando a la mayoría de tus compañeros y a los de su propio grupo también. Te parecería algo extraño si se tratara de alguien más pero sabiendo cómo es él no te extraña.

Al final, sólo quedan él y tú, y sabes que eso sucedió porque él lo quiso así.

Bien patito, qué te parece si probamos tu fuerza después de haberte deshecho de mí. - dijo sonriendo sarcásticamente.

Un golpe tras otro, un ataque tras otro, cada uno de ellos lo puedes esquivar y redirigir pero al final como era de esperarse te saca del área de batalla con facilidad. Te mira con desdén.

Aún te falta mucho por avanzar. Regresa a tu entrenamiento escoria. - estas últimas palabras te arden. Tu orgullo está herido y lo peor es que sabes que es cierto, necesitas volver a entrenar con él para ser más fuerte.

En esta ocasión él ganó pero no piensas tirar la toalla tan rápido, él no puede hacer con tu corazón lo que quiera y se lo vas a demostrar.

Pasa el día normal y a la hora del entrenamiento con tu tutor decides asistir con dos botellas de electrolitos en señal de tregua.

Veo que lo reconsideraste pato. Bien hecho, no eres tan idiota comp creí. - dice con su sonrisa engreída de siempre.

Algo extraño te produce verlo así. Es demasiado arrogante y eso tienes que lograr quitárselo, necesitas ganar aunque sea una batalla.

Prepárate que este entrenamiento no será nada fácil. Te has saltado varias sesiones así que esta será mucho más dura, no tendré piedad. - dice mirándote a los ojos.

Tú intentas esconder el pánico de tenerlo de frente y te pones en guardia. No espera mucho tiempo para comenzar a atacar lanzando un golpe tras otro hasta que te logra acorralar en una de las paredes del salón de entrenamiento. Te tiene contra la pared de espaldas a él.

Tienes una espalda deliciosa. - dice y sientes que su respiración se vuelve más pesada.

Sin pensarlo tu cadera se mueve por sí sola y comienzas a respirar con dificultad.

¿Ya con tanta ansiedad? Aún no patito, esto apenas comienza. - dise con un tono de satisfacción en su voz en un gruñido susurrado.

Gime al acercarse más a tí y notas que él también está afectado por su cercanía.

¿Esto te gusta? Dímelo, quiero que me digas que te gusta y que has estado pensando en mí desde el día uno en el que decidiste separarte de mí. Quiero que me ruegues que te perdone y que te tome de nuevo como mi propiedad. - dijo en un especie de gruñido contenido.

EL TUTORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora