[Cape Cod, MA. Recuerdos II]

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Mientras Camila jugaba con los perros afuera, Lauren se quedó dentro y miró alrededor de la casa. Estaba ligeramente decorada, sobre todo con copias de pinturas modernas y esculturas. Había una chimenea y ahí en la barra de esta había varias fotografías. Había fotos de Katie y otra mujer, una cabeza más baja que ella, Lauren asumió que ella era la otra tía. Katie vio Lauren mirando las fotos y se acercó.

"Esa es Trisha." Ella dijo, señalando una foto de las dos mujeres en un vestido blanco. Era una foto de la boda.

"Oh." Lauren respondió. "¿Cuánto tiempo han estado casadas?"

"Hmm, unos tres años, supongo. Nos mudamos aquí hace unos cinco años."

"¿Dónde estaban antes?" Katie rió ligeramente.

"Supongo que realmente no te acuerdas de mí." Lauren ladeó la cabeza. "Cuando dije 'fue agradable conocerte por fin', no era del todo cierto. Nos habíamos conocido antes, fue hace mucho. ¡Yo vivía en Lima! Enseñé clases de baile en la escuela donde asisten". Lauren sacudió la cabeza.

"Yo era demasiado joven, supongo."

"Tal vez. Recuerdo ver a Camila y a ti juntas esperando el autobús, cuando iba a trabajar por la mañana. Ustedes dos eran tan adorable en ese entonces, ella siempre llevaba una pop-tart, la partía en dos solo para compartirla contigo." Lauren se puso roja ante el embarazoso recuerdo. Ella en cambio volvió su atención a las imágenes de nuevo. En el extremo derecho, había una foto de una joven Camila en un leotardo color plata, saltando en el aire en lo que parecía ser una competencia de baile.

"¿Usted enseñó a Camila a bailar?" Preguntó Lauren, acercándose a la imagen.

"Durante los primeros años. Tan pronto como cumplió ocho, te juro que era mejor que yo." Katie dijo, mirando con cariño a la imagen. "Ese fue su primera competición. Ella ganó incuestionablemente." Lauren no podía dejar de mirar la imagen. Estaba ahí, la mirada de concentración que Lauren conocía demasiado bien. Era una mirada que Camila solo conseguía cuando bailaba o cantaba, esa misma que dejaba a Lauren sin aliento cada vez.

"Lolo" Camila entró por la puerta, asustando a los dos. "¡Me había olvidado!" Ella corrió hacia el lado de la pelinegra y le agarró la mano. La arrastró escaleras arriba hasta la habitación y empezó a rebuscar en su maleta.

"¿Has olvidado algo?" Preguntó Lauren. Camila finalmente encontró lo que estaba buscando y lo presentó a Lauren.

"¡Aquí! ¡Lo hice para ti!" Ella anunció. Lauren miró hacia abajo. Parecía ser un pato, pero no había casi ningún parecido con el animal. De alguna manera parecía arte abstracto. El pico estaba muy chueco. La cabeza y el cuerpo eran desiguales, probablemente el resultado de un exceso de relleno en algunas áreas y muy poco de relleno en otros. Podía ver los puntos que mantenían los ojos en su lugar también.

"Um... Camz... es horrible." Ella dijo, tratando de luchar para contener una risa. Camila puso mala cara.

"¡Hey! Trabajé muy, muy duro en ello" Ella frunció el ceño y se cruzó de brazos. Lauren no pudo evitar estallar en carcajadas.

"Lo siento, Camz. ¡Tuve un poco de dificultad al reconocer lo que era!" Las cejas de Camila se juntaron aún más y Lauren se acercó a abrazarla. "Me encanta. Es... adorable." La mirada de la castaña se iluminó al instante.

"¡Yaay!" Dijo, abrazándola en respuesta.

"¿Pero por qué el regalo?" Preguntó Lauren.

"Bueno, lo hice en clase de costura. Nos pidieron elegir algo que hacer así que busqué el patrón de un pato y lo hice ¡Debes nombrarlo, Lolo!" Lauren miró el animal de peluche.

Color | Camren |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora