[Cape Cod, MA. Recuerdos III]

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Lauren parpadeó. Era plenamente consciente del cuerpo presionado contra el suyo. De lo que ella no era consciente era de cómo había llegado al punto en que Camila estaba completamente desnuda. Miró debajo de las sábanas a  sí misma y se preguntó cómo es que Camila estaba completamente desnuda mientras ella permanecía totalmente vestida. Ella se quebró la cabeza tratando de recordar lo que había pasado.

La primera cosa que recordaba era que permanecer "unos días" se había convertido de alguna manera en "pasar dos semanas." Estaban en su día 12 en Cape Cod. Cómo Lauren pudo dejarlo pasar por tanto tiempo, no estaba segura. Recordó ir a la ciudad todos los días, explorar las tiendas de la calle y visitar el muelle. Recordó que una vez Camila trepó a una pared y se olvidó de cómo bajar. También hubo viajes a Boston, Cambridge y vagar durante horas y horas.

Recordó que por el día siempre tenían la agenda llena, en cambio las noches eran tranquilas, cuando se dirigían a la casa. Por lo general Camila estaba agotada al final del día y se quedaba dormida en el coche. A Lauren le gustaba el camino a casa. Cuando llegaban, por lo general Lauren sacudía suavemente a Camila para despertarla y la castaña comenzaba a mascullar algo incoherente, marchar arriba y quedarse dormida acurrucada de Lauren.

Pero de alguna manera la noche anterior fue diferente. Trató de recordar lo que había pasado, pero sólo imágenes borrosas le venían a la mente. Katie y Trisha se habían ido a un baby shower de un amigo, dejando a las dos chicas solas por una noche. Como buenas adolescentes, lograron encontrar el escondite del alcohol y robaron dos botellas de vino.

Lauren cocinó esa noche, pero Camila le ayudó cortando las verduras para la guarnición. La castaña seguía empeñándose más en mirar el concentrado rostro de Lauren. Mientras ella hacía eso, olvidó que ella todavía estaba cortando las cosas y rozó su mano.

"¡Ay!" Ella gritó. Lauren volteó logrando ver a Camila sujetar el corte sobre su boca.

"Camz" Exclamó, poniendo la tapa sobre la olla, corriendo hacia ella.

"Estoy bien." Camila tranquilizó, usando su otra mano para hurgar en los cajones en busca de tiritas. Cuando se encontró con una, Lauren tomó y se la puso.

"Ten cuidado, ¿de acuerdo?" Dijo la pelinegra.

"¿Me das un beso?" Camila preguntó con un tono muy enternecedor.

"No voy a recompensar el comportamiento torpe." Lauren replicó, haciéndose cargo de la tarea de cortar la cebolla. Camila sonrió. Sin duda aquello era algo a lo que podría acostumbrarse. Observó a Lauren cortar cuidadosamente la cebolla en trozos pequeños. La casa estaba vacía a excepción de ellas, que estaban cocinando la cena juntas y era casi como si fueran...

Camila negó con la cabeza y en su lugar puso sus brazos alrededor de la cintura de Lauren, apretándose contra la espalda de la de ojos verdes.

"Camz." Lauren exclamó sorprendida. "¡El cuchillo, cuidado!"

"Esto es genial, ¿no?" Preguntó Camila.

"¿Qué?"

"Esto. Tú cocinando, nosotras teniendo una casa juntas. Me gusta."

"Sí, sí. Camz ¡cuchillo!" Camila la soltó. Lauren rodó los ojos.

"Has estado muy sensible últimamente. ¿Estás hormonal?" Lauren preguntó con mucha curiosidad. Camila se mordió el labio. El corazón le latía con fuerza, ella abrió la boca para decir esas tres palabras.

"Lolo, yo ..." De repente, el olor a quemado llenó la habitación.

"¡Mierda!" Lauren maldijo, corriendo hacia el pescado que todavía estaba en la sartén. Camila frunció el ceño y se sentó a la mesa. Parecía que el mundo estaba conspirando en su contra. No estaba segura de si alguna vez sería capaz de tener la oportunidad de nuevo.

Color | Camren |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora