Las siguientes dos noches no dormí casi nada, y las pocas veces que conseguía dormir me despertaba sobresaltado a los diez minutos. ¿Por qué había decidido volver conmigo para dejarme en menos de doce horas? ¿Qué era lo que me ocultaba? No podía esperar más para saberlo.
Ese día había quedado en casa de Drew con Kate para hacer un trabajo de castellano que teníamos que entregar a la vuelta de las vacaciones. En cuanto tuviera ocasión le pediría explicaciones de por qué me había mentido. A las once llegué a su casa. Cuando llegué ya había llegado Kate así que no pude hablar con ella antes de empezar el trabajo.
Empezamos a hacer el trabajo. Podía notar como Kate estaba tensa. Normal, estaba en medio de los dos y sabía que en cualquier momento podía pasar algo. Y pasó.
- Déjame ver tu móvil- le dije a Drew de la manera más amigable posible. Siempre le cogía el móvil cuando podía, lo compartíamos todo.
- No- dijo rotundamente.
Era raro. No estábamos juntos, vale, pero Drew no era de esas chicas a las que le importaba que los demás vieran lo que tenía en el móvil.
- ¿No?- dije extrañado.
Levanté los brazos para que ella no pudiera coger su teléfono. Ella intentaba cogerlo con todas sus fuerzas pero no llegaba a alcanzarlo. Podía ver que se estaba riendo así que seguí con la broma. Me levanté para ponérselo más difícil. Aunque yo solo medía unos centímetros más que ella, era suficiente para que no alcanzara el móvil. En uno de sus intentos por cogerlo, tropezó, me hizo caer en el sofá y seguidamente cayó ella sobre mí. Nuestros ojos se cruzaron y nuestras bocas se quedaron a dos centímetros. Fue un momento extraño y bonito a la vez. Esa era el momento. Me incorporé y le dije a Kate:
- Kate, ¿puedes dejarnos un momento a solas?- le pedí lo más amablemente posible.
- ¡Claro!- contestó- estaré en la habitación, avisadme cuando... acabéis- dijo con una pícara sonrisa.
Se fue a la habitación de Drew y cerró la puerta para darnos intimidad.
- ¿Por qué le has dicho que se vaya?- preguntó Drew.
- Porque necesito hablar...
- Lo suponía... Lo siento por haber vuelto contigo y después haberte dejado pero es que pensaba en lo que me habían dicho las chicas de que no volviese contigo y...
- Drew- le interrumpí- sé que las chicas no te dijeron nada, al menos Liv y Kim no. Y también sé que me estás ocultando algo.
- Ah... lo siento.
En su cara podía notarse la culpabilidad que sentía.
- ¿Qué es lo que me ocultas Drew? Por favor dímelo- quería que sonara con tono de orden, pero más bien parecía tono de súplica.
- No puedo decírtelo... - dijo con la cabeza gacha.
- Por favor...- volví a insistir.
De golpe, se puso a llorar. Se giró e intentó disimular pero ya era tarde, le había visto.
- ¿Qué te pasa?- le dije preocupado.
- Nada- contestó.
- No me mientas. ¿Por qué lloras? Dímelo por favor.
No soportaba verla llorar, era como si al estar mal ella yo lo estuviera también. Supongo que eso es estar enamorado.
- Lo siento, no puedo...
Le abracé. Para mi sorpresa ella me abrazó con más fuerza. Nos quedamos unos minutos abrazados. Ella tenía su cabeza apoyada en mi pecho para que no la viera llorar. Pero era inevitable escuchar sus sollozos cada ciertos segundos. Cuando creí conveniente, intenté retomar la conversación. Yo no quería porque sabía que volvería a llorar y eso me partiría el alma en dos, pero necesitaba saber qué pasaba.
- Drew, no llores, pero necesito saberlo, la duda me está matando.
- Quiero contártelo, pero no es del todo mío. Además me ha pedido la persona que no se lo cuente a nadie, y menos a ti.
Ella estaba a punto de llorar otra vez, se le veía en los ojos.
- No pasa nada- le dije comprensivo- ya lo hablaremos en otro momento. Ahora vamos a seguir con el trabajo.
Fui a la habitación a decirle a Kate que ya habíamos acabado mientras Drew iba al baño a lavarse la cara.
- ¿Cómo ha ido?- me preguntó Kate.
- No lo sé. No hemos acabado de hablar aún pero seguiremos después. Lo mejor es acabar el trabajo.
Continuamos haciendo el trabajo hasta las dos del mediodía, que paramos para ir a comer una pizza. Después volvimos a casa de Drew para acabarlo.
- ¡Ha quedado perfecto!- dijo Kate, siempre positiva, al ver nuestro trabajo finalizado.
Nos sentamos en el sofá. Quería volver a hablar con Drew así que miré a Kate y ella entendió lo que quería decirle. Sin dar explicaciones se levantó y volvió al cuarto.
- Drew, no quiero presionarte ni agobiarte, pero creo que tenemos la confianza suficiente como para que me cuentes las cosas.
- Lo sé Mike, pero el chico me dijo...- se calló rápidamente al darse cuenta de lo bocazas que había sido.
- Así que es algo sobre un chico, ¿no?- le dije.
- Si...- dijo cabizbaja.
- Qué pasa, ¿te gusta un chico? Podría entenderlo Drew.
- No es eso.
- Entonces, ¿le gustas a un chico?
Drew permaneció callada.
- Drew contéstame- dije lo más calmado posible- ¿Le gustas a un chico? Puedes decírm...
El sonido de su móvil me interrumpió. En la parte de arriba de la pantalla podía leerse: mensaje de Ash. Al verlo, Drew respiró hondo. Y sin saber cómo, uno de mis peores miedos se había hecho realidad:
- Sí Mike, le gusto a Ash- dijo entre lágrimas.
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Big Family
Teen Fiction¿Qué pasaría si en tu grupo de mejores amigos nadie es quien dice ser? ¿Qué pasaría si todos tuvieran una faceta oculta? Una faceta que esconden y que saca lo peor de ellos. No debes confiar en mucha gente porque, recuerda: tus verdaderos amigos se...