Localización.

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En la tranquilidad de su taller, Tails estaba sentado en su sillón favorito, sosteniendo una taza de té cuidadosamente preparada. El vapor ascendía en finas volutas, pero su mirada no estaba en la bebida, sino fija en un punto indefinido, perdida entre esquemas que solo él podía comprender. A pesar de haber trabajado exhaustivamente en los últimos días, la sensación de que aún quedaba más por hacer lo perseguía incansablemente, sobre todo con el plan que había formado para capturar a Eggman y por fin ponerlo tras las rejas.

Dejó la taza sobre la mesa con precisión metódica, evitando el más mínimo sonido, y suspiró. Su momento de reflexión fue interrumpido por un tono familiar que resonó desde el intercomunicador en su muñeca. Al mirar la pantalla, vio el nombre de Silver parpadeando en la interfaz.

— ¿Qué? —Dijo el zorro al momento que contesto la llamada.

Lo siento por interrumpir en tus asuntos importantes —Hablo la voz del Silver atraves del comunicador — Pero necesitamos tu ayuda, Sonic ha desaparecido desde el medio día y su intercomunicador esta apagado, necesitamos que lo rastrees

—¿Sonic? ¿Desaparecido? Probablemente solo está fuera de la ciudad haciendo... cosas de Sonic. —Mientras hablaba, comenzó a manipular su intercomunicador, accediendo al sistema de localización.

Esto es serio, Tails. Ya lo habría contactado de alguna manera si todo estuviera bien. Algo no cuadra. —El tono de Silver se endureció.

—De acuerdo, de acuerdo. Dame un segundo.

Con movimientos ágiles, Tails accedió al sistema de seguimiento avanzado que había diseñado específicamente para los intercomunicadores. Aunque sabía que Sonic odiaba el concepto de ser rastreado, la función resultaba invaluable en situaciones como esta.

¿Encontraste algo? — Hablo la voz de Knuckles atrevés del intercomunicador de Silver. 

—Está a unos 80 kilómetros al sur, en lo profundo de un bosque. Los datos sugieren que el daño al dispositivo ocurrió de manera brusca, posiblemente por impacto o exposición a condiciones extremas.

Un silencio tenso siguió al análisis de Tails. Desde el otro lado de la línea, Silver intercambió miradas con los demás presentes.

— Algo le paso — Dijo Sally, quien recientemente se había reincorporado a la situación — Conozco bien a ese erizo y él nunca se iría sin decir nada, sobre todo en un evento importante como este. 

— Sally tienes razón — Colaboró el equidna — Quizás tuvo una pelea y decidió ir lejos para no afectar a la ciudad.

(¿Desde cuándo a ese descuidado le importa causar daños en la ciudad?) Pensó el zorro para sí mismo.

— Entonces tenemos que ir a ayudarlo. Tails, envíame las coordenadas y estaré ahí en unos minutos.

— Iré contigo —Dijo el equidna determinado mientras se colocaba detrás de Silver.

— Y yo también — Agregó Sally mientras se ponía de frente.

— Y espero no sea mucha molestia que vaya yo también. — Dijo Blaze poniéndose de pie.

De acuerdo. Las estoy transfiriendo a tu dispositivo ahora mismo —respondió Tails, con una calma profesional mientras enviaba los datos necesarios—. Pero ten cuidado. El terreno al sur es accidentado, y las anomalías electromagnéticas en esa región pueden interferir con los sistemas de navegación.

Silver asintió, aunque Tails no podía verlo.

—Gracias, Tails. Vamos a necesitar toda la ayuda posible si esto es tan grave como parece.

Antes de cortar la llamada, Silver añadió:

—Y por cierto, nuestro plan original sigue en marcha. No lo olvides.

Tails asintió con un gesto automático, desconectándose .

— Pues vaya fiesta de bienvenida tuvo Silver. — Dijo mientras ponía los pies sobre la mesita.

El monitor de la sala de Tails emitió un suave pitido, indicando la presencia de alguien en la puerta. Este desvió la mirada de su intercomunicador y, tras confirmar en la pantalla quién estaba allí, suspiró ligeramente.

— Adelante, Amy — dijo con un tono monótono, activando la apertura automática de la puerta.

La eriza rosa prácticamente irrumpió en la sala, claramente agitada.

— ¡Tails! Perdón por molestarte, pero... ¡es urgente! — exclamó con su característico entusiasmo, aunque esta vez teñido de preocupación, la señora le había comentado lo sucedido y pudo atar los cabos sueltos, Sonic estaba perdido.

—Déjame adivinar... Sonic —respondió él con un matiz irónico, dejando su intercomunicador sobre la mesa.

—¿Tú ya lo sabes? —preguntó ella.

—Silver me contactó hace un momento. —Tails tomó un sorbo de su té—. Logré rastrear su última ubicación en un bosque al sur.

—¿Un bosque? —Amy se acercó, sus ojos reflejando ansiedad—. ¿Estás seguro de que está bien?, una señora me dijo que lo vio esta tarde seguir a Metal Sonic.

— Eso es... interesante... probablemente Eggman tenga algo que ver con todo esto si Metal esta involucrado.

— Uhg! Ese asqueroso psicópata — Amy apreto los puños con enojo— ¿Sabes si Sonic está bien?...

—No lo sé, Amy. Solo tengo datos, no respuestas mágicas. —Su tono era ligeramente cortante. 

La eriza ignoró el comentario y lo agarró por los hombros, inclinándose hacia él, sus caras estaban tan juntas que sus narices chocaban entre si.

—¡Tenemos que hacer algo! ¿Qué tal si está herido o... o peor?

Tails parpadeó, incómodo por la invasión repentina de su espacio personal.

—Amy, por favor... me estás aplastando.

—¡Oh, lo siento! —Se apartó rápidamente, llevándose las manos a la espalda con un poco de vergüenza.

—El equipo ya está en camino. —El zorro cruzó una pierna sobre la otra, volviendo a su postura relajada—. Silver, Knuckles y Sally estarán ahí pronto. No es necesario que todos pierdan la cabeza.

—¿Y tú no irás? —Amy lo miró fijamente.

—Alguien tiene que coordinar desde aquí. —Tails señaló las pantallas que lo rodeaban—. Lo mío es la logística, no las aventuras impulsivas.

Amy suspiró, llevándose una mano al pecho.

—A veces olvido lo diferente que eres de Sonic. Eres más... lógico. Pero no puedo evitar preocuparme por el...

El zorro desvió la mirada hacia su taza de té, reflexionando en silencio antes de hablar.

—¿Por qué? —murmuró, más para sí mismo que para ella.

Amy lo miró algo confundida.

—¿Qué quieres decir?

—Nada. Olvídalo. —Tails agitó una mano como si apartara el pensamiento.

Amy inclinó la cabeza, claramente intrigada, pero no insistió.

—Está bien. —Le dedicó una sonrisa cálida.

 El zorro permaneció inmóvil, su mirada fija en el espacio vacío. La pregunta que había escapado de sus labios seguía rondando su mente, sin respuesta.

Finalmente, negó con la cabeza y volvió a concentrarse en sus monitores, tratando de comunicarse nuevamente con Silver, intentando ignorar el leve calor en su pecho mientras a su lado Amy tomaba asiento.

(...)


♡Metal Rose ۵Where stories live. Discover now