Goku en Overlord la leyenda del héroe mata Dragones.

Capitulo.- 31 visita a los Raymond ¿Quién es esa hermosa mujer?.

Goku caminaba tranquilo por un sendero empedrado, acercándose a una enorme mansión. No era la primera vez que tenía contacto con la familia que vivía ahí. Hace unos días, los había salvado de unos bandidos que intentaron asaltar su caravana, pero todo pasó tan rápido que apenas y los conoció. Lo único que recordaba era que la esposa del comerciante llevaba un velo en la cara y que su hija, Roxana, lo miró como si fuera un héroe.

Ahora, por alguna razón, el jefe de la familia, Gabriel Raymond, había pedido verlo con urgencia.

Cuando llegó a la entrada, dos guardias grandotes lo miraron de arriba abajo.

—¡Hola! Me llamaron aquí. Soy Goku —dijo con su típica sonrisa.

Los guardias se miraron entre sí y uno de ellos habló:

—El maestro Gabriel nos avisó. Puedes pasar. Te escoltaré.

Sin decir más, el guardia empezó a caminar por el extenso jardín. Goku lo siguió, mirando a su alrededor con asombro.

—¡Wow! ¡Este lugar está genial! —exclamó.

El guardia apenas y sonrió, pero siguió su camino hasta llegar a la enorme puerta de la mansión. Al abrirse, Goku se encontró con una mujer de aspecto noble. Tenía el cabello rubio largo y ondulado, ojos azules profundos y un vestido negro que resaltaba su figura. Llevaba tacones rojos que hacían que cada paso suyo se viera elegante.

Goku se quedó en seco, sintiendo un leve calor en la cara.

"¿Pero qué...?", pensó confundido.

En su encuentro anterior, Helena, la esposa de Gabriel, llevaba un velo. Ahora, viéndola bien, no podía negar que era increíblemente hermosa.

—Goku... Qué gusto verte de nuevo —dijo ella con una sonrisa suave.

—Ah... ¡Sí! ¡Igualmente! —respondió él, rascándose la cabeza—. Espera... ¿Eres Helena la esposa de Gabriel Dono?

La mujer soltó una pequeña risa.

—Sí, en ese momento llevaba un velo. Supongo que no me reconociste.

Antes de que Goku pudiera decir algo más, una voz infantil interrumpió.

—¡Hermano Gokuuu!

Una niña de unos 12 años salió corriendo desde el interior de la mansión y se lanzó directo hacia él. Era Roxana, la hija de Gabriel.

—¡Eres tú! ¡Hermano! —dijo con emoción.

Goku sonrió.

—¡Hola, Roxana! ¿Cómo has estado?

—¡Muy bien, hermano Goku!

Goku parpadeó.

—¿Hermano?

—¡Sí! Desde que nos salvaste, decidí que eres como un hermano para mí.

Goku sintió una calidez en el pecho. Le recordó a su hermana Rose, así que sonrió ampliamente.

—¡Jeje! ¡Está bien, hermanita Roxana!

Helena miró la escena con ternura antes de hablar.

—Roxana, querida, deja que Goku hable con tu padre.

La niña asintió con entusiasmo y se apartó. Helena le hizo un gesto a Goku para que la siguiera.

Mientras caminaban por los pasillos de la mansión, decorados con tapices lujosos y candelabros dorados, Goku no pudo evitar notar algo: Helena caminaba con una elegancia impresionante. Su vestido se ceñía a su cuerpo de una forma que hacía que cada movimiento suyo se viera... como decirlo "llamativo."