Capítulo 1: "El comienzo"

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PDV Jackson.

Lo primero que escucho al despertar es a mi mama peleando con Dylan como todas las mañanas. Hoy es el primer día de clases, todo es normal para todos, excepto que para mis amigos y para mí, es nuestro último año de secundaria. Me llamo Jackson, pero prefiero que me digan mejor Jack. El "querido" niño al cual me toco "felizmente" como hermano se llama Dylan, y nuestra hermana menor Makena. Dylan es un año menor que yo, y es el que siempre me saca de mis casillas con sus estupideces; Makena prácticamente es mi consentida, aunque solo sea menor que yo por dos años.

Mi mama se llama Melanie, es la mujer más maravillosa que hay, ella siempre está pendiente de nosotros, incluso cuando no tiene que estarlo. Mi papa se llama Albert, es uno de los que aparentan ser una cosa con alguien pero nunca es así. El es peor que un niño de 4 años, siempre nos hace reír a todos y nos apoya en todo, aunque mi mama no quiera que lo haga...

-¡Pero no es mi culpa! ¡Ella fue quien la rompió!

-¿¡Qué yo qué!? ¡Alberto, no seas tan mentiroso y acepta que fuiste tú! – le dice mi mama a mi papa desde lo más probable la sala.

Con tan solo escuchar mentiroso sé que mi papa esta culpando a mi mama de algo, así que me levanto de la cama y me voy directamente a la ducha en la cual tardo alrededor de 15 min. Después tardo 10 minutos en lograr que mi cabello quede como siempre, brillante, para que nadie me confunda con ningún niñito de la escuela. Así es, hoy empiezo mi último año en la escuela , así que me pongo una camisa blanca, pantalón jean y mis zapatillas negros.

Cuando ya estoy listo, voy al comedor y veo que la pelea entre mi mama y mi papa todavía no termina. Ellos están en la mesa mientras que Dylan está prácticamente rojo de la rabia, y al parecer no lo resiste más porque luego dice:

-¡No me interesa quien fue, pero quiero una nueva! -Dice Dylan.

-¿Qué están haciendo? – les pregunto aguantando las ganas de reír.

-Pues que tu madre le rompió la tablet a Dylan y me está echando la culpa a mí- dice mi padre poniendo cara de indignación.

-¿¡Perdón!? Pero si fuiste tú quien la daño. – dijo mi mama.

-¡Por favor Melanie! ¿¡Para que voy a querer su Tablet!? – le reprocho mi papa. ¡Dios! ¿Que ellos no puede resolver esto de una vez?

-Pues yo no sé, pero el último que la utilizo fuiste tú así que, no me vengas con tus cuentos chinos.

-No son cuentos chinos, son cuentos Argentinos, recuerda que papa nació allá. – le digo a mi mama después de reír un poco.

-Jack, cállate ¿sí? – Me dijo mi papa- además, yo ya tengo mi Tablet, ¿por qué usaría la de Dylan?

- Porque tu Tablet se cayó al inodoro mientras que estabas allí...-dije. – ¡Joder papá! ¿Que no puedes leer revistas como hacen todos?

Todos incluyendo mi papa nos empezamos a reír, tanto, que ya me estaba empezando a doler la barriga, pero Dylan... ¡ese tipo estaba más rojo que nunca!

-Bueno ya, ya... la cosa es que hay que conseguirle una Tablet nueva a Dylan ¿Okay? – le dije después de calmarme.

-Okay. – Dijo Dylan.

Luego de que mi papá admitiera que si había sido él quien le daño la Tablet a Dylan por usarla en la piscina, todos comimos tranquilos, solamente que sin Makena, que estaba en la casa de una amiga, así que no la vería hasta la noche. Después de desayunar tome mi chaqueta y mi mochila para ir a la escuela. Mi auto era un Audi R8 Spyder, que les puedo decir... esas son las ventajas de tener dinero.

Junto a ti ( Un Gran Cambio)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora