La Batalla contra Muzan

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El Último Enfrentamiento: La Batalla contra Muzan

A pesar de la felicidad que Sanemi, Tn y Haruto compartían, la realidad era innegable. Muzan Kibutsuji seguía con vida. Y mientras él existiera, su hijo jamás tendría una vida tranquila.

Tn y Sanemi sabían que no podían permitirse bajar la guardia. Los cazadores habían derrotado a todas las lunas superiores, pero la verdadera batalla aún estaba por venir.

La Guerra Final se acercaba.

El Inicio de la Guerra: La Fortaleza Infinita

La Luna Llena brillaba sobre el cielo cuando Nakime, la creadora de la Fortaleza Dimensional Infinita, tocó su biwa y transportó a todos los Pilares y cazadores dentro del reino de Muzan.

Tn cayó con agilidad sobre el suelo de la fortaleza, su respiración entrecortada. A su lado, Sanemi aterrizó con su katana en mano. Obanai, Giyuu, Tanjiro y los demás también habían sido transportados.

¡Es ahora o nunca! —gritó el hijo de Ubuyashiki el cual ahora estaba al mando, quien había preparado la estrategia final para eliminar a Muzan.

Muzan, de pie en el centro de la fortaleza, los miró con frialdad. Su presencia era abrumadora. Su cabello blanco ondeaba mientras su piel pálida parecía brillar bajo la tenue luz roja del ambiente.

Qué molestos... siguen resistiendo como ratas.

De un instante a otro, su cuerpo se retorció, sus venas ennegreciéndose. Muzan había liberado su forma demoníaca.

—¡NO PERMITIRÉ QUE SIGAS VIVO! —gritó Sanemi, lanzándose al ataque con su Respiración del Viento.

Tn no se quedó atrás. Su determinación ardía en sus ojos, no solo peleaba por ella misma, sino por Haruto, su hijo, su futuro.

—¡RESPIRACIÓN DEL HIELO: DANZA DEL HIELO LETAL!

La Lucha por la Humanidad

La batalla fue brutal. Los Pilares peleaban con todas sus fuerzas. Sanemi y Tn atacaban sin piedad, sus movimientos sincronizados, complementándose a la perfección.

Obanai, con su Respiración de la Serpiente, atacaba por los flancos, mientras que Tanjiro y Giyuu enfrentaban las ráfagas de tentáculos oscuros de Muzan.

Muzan rugió, su velocidad era incomparable, golpeando con su sangre demoníaca a varios cazadores.

¡Tn, atrás! —gritó Sanemi cuando una de las garras de Muzan se dirigía hacia ella.

Tn giró con agilidad, pero no fue suficiente. El golpe la alcanzó de lleno en el abdomen, lanzándola contra una pared de la fortaleza.

—¡TN! —gritó Obanai con furia, corriendo hacia ella.

Tn escupió sangre, pero no se rindió.

—Estoy bien... —murmuró, poniéndose de pie.

Sanemi, furioso al ver a su esposa herida, desató su máxima velocidad, su katana brillando con la fuerza del viento cortante.

—¡TE MATARÉ, MALDITO!

Pero Muzan solo sonrió, mostrando sus colmillos afilados.

¿Matarme? Tú eres solo un insecto más.

La pelea continuó. Las horas pasaron como minutos. Cada vez que parecían estar cerca de la victoria, Muzan regeneraba sus heridas.

El Amanecer: El Último Ataque

(Sanemi x Tn) ¿Amor a primera vista?Where stories live. Discover now