2. Sr y Sra Barone.

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—Esto debe ser algún tipo de malentendido.

Bastian se sentó en una silla con el espaldar hacia adelante, frente a Bianca, luego de que él recuperara la consciencia después qué lo golpeara con una estatuilla de 20 centímetros en la cabeza. Ninguno de los dos había podido creer lo que pasaba.

Bianca solo tenía 19 años y Bastian tenía 27. 8 años de diferencia de por medio, —aunque Bastian estaba demasiado bien para ya casi cumplir 28, pensó Bianca—. Ella solo quería beber hasta que no pudiera caminar y viera unicornios con tres cuernos en las esquinas. No terminar casada con un tipo que, luego de muchas explicaciones, gritos, y un chupón en el cuello de él, se dio cuenta que no la había violado.

Bastian volvió a mirar el anillo en su mano y suspiró. Sabía que algún día haría alguna cosa descabellada por andar de ebrio. Aunque esto era algo bueno en comparación de lo que pensaba su madre; que terminaría inconsciente y violado en algún bar gay... Su madre era una mujer que veía muchas películas.

Tenía que casarse, era cierto, pero no ebrio y con una niña.

—Hay que hacer algo —dijo Bianca levantándose de la cama—. Debemos proceder a hacer los papeles de divorcio cuanto antes, yo tengo que irme a mi casa a empezar la universidad.

La universidad. Ella iba a empezar su primer semestre en Columbia de Nueva York, en fotografía. Había estudiado por casi un año para conseguir una beca en esa carísima universidad, hasta que por fin lo había conseguido. He de allí su viaje a Las Vegas. Una pequeña despedida junto a su mejor amiga Farrah, quien se iba a ir a Milán a estudiar diseño gráfico.

Bastian asintió y entró al baño a llamar a su abogado. Su teléfono encendió con la foto de su padre junto a él de niño en la granja de su abuelo en Texas. Su padre era un hombre de mucho carácter y posición recta. Bastian era hijo único y nieto único, al igual que sobrino y todo lo demás. Su abuelo solo tuvo un solo hijo que fue su padre y su madre tenía una sola hermana que era estéril. Por lo tanto no tenía primos.

Al ser el único hijo varón de toda la familia Barone - Welferrer, era su deber traer un heredero que garantizara seguir con todo el dinero a flote. Sus abuelos maternos, murieron en un accidente hacía ya 10 años, por lo que todo el dinero pasó a manos de su madre y su tía, esta última quien se encargó de luego pasar todo a nombre de Bastian para que él heredara cuando ella muriera. Ventajas de ser único sobrino.

Su madre, influenciada por su padre, acordó llegar a lo mismo que Gabriel para que Bastian tuviera toda la fortuna de las dos familias. El padre de Bastian sabía que una vez que su hijo tuviera al menos lo que le tocaba de su parte paterna —Que era bastante grande—, seguiría con su alocada vida de parrandero, con una rubia diferente cada día del brazo.

Así que la cosa era fácil. O se casaba, tenía un hijo y heredaba siendo un hombre responsable hecho y derecho, o seguía siendo Sub Gerente General de Barone Enterprises, Inc, hasta que su padre muriera. Para lo que no faltaba mucho, ya que tenía una grave enfermedad del corazón que lo agotaba cada día más. Por eso Bastian tenia que atender los asuntos de dinero familiar cuanto antes.

Le envió un texto a Phillips para que empezara a redactar papeleo, pero no de divorcio. Ahora estaba casado y se aseguraría de quedar así hasta que sus queridos padres lo vieran como el tipo merecedor de todo el peso de las empresas Barone que era. Y si para eso tenía que estar casado con una chica a la que apenas conocía, lo haría.

—¿Llamaste? —preguntó Bianca volteándose hacía él.

Asintió.

—¡Genial! Mientras más rápido nos divorciemos más rápido volveré a Nueva York.

Un Problema en Las VegasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora