En la boca del lobo

11º capitulo

"Empiezas a sentir poco a poco que estás vacía, y no sabes cuando comenzó aquello pero lo peor es no saber dónde están los límites de la locura que produce aquella soledad. El espejo es aquello que refleja todos tus complejos, los que todos decían que tenías y tú no veías hasta que te llaman monstruo y te vuelves eso. Y desde entonces no has dejado de ser otra cosa que un horroroso monstruo que solo sabe hacer daño a los que la rodean y a sí misma. Ves como los días pasan y la gente se aleja, dicen que has cambiado. Y por ello se van, sin saber que lo que necesitas es que estén ahí. Llaman miles de veces para quedar, para hacer cosas de personas normales. Mientras que yo ya he dejado de ser persona y solo soy una bomba que busca cómo explotar. Existen momentos en los que solo ves oscuridad, todo es negro y solo brilla la cuchilla. Da miedo pero sientes que el dolor se centra en los cortes y no en la cabeza ni pecho. Dejas de sentir que el corazón se empequeñece, deja de doler tanto pero tus muñecas lo sufren. Y así todos los días en los que la suerte de salir de aquello no llama a mi puerta. Cenas familiares en las que piensan que estás a dieta porque comes poco y te animan a que la sigas. Ellos mismos también están viendo esos complejos. Todo es dolor, ninguna alegría. "

David se fue de la habitación después de que Lena le echase. No sabe porque hizo aquellos comentarios. Soy estúpido joder, piensa David. Solo se joderlo todo, la tenía ahí. Tenía a Lena desnuda para él, desnuda de sentimientos mostrándolo todo. Y solo ha sabido decirle que se la follaba, bien campeón así la vas a conseguir, se auto regaña mientras va llegando a casa. Ahora mismo quiere hablar con ella pero su mirada de desprecio cuando le dijo que se fuese de la habitación... sabe que todavía no la puede llamar ni mandar un WhatsApp. Solo serviría para aumentar su enfado. Entra en el portal de su casa y sube las escaleras hasta llegar a la puerta de su piso. Al abrir ve a su hermana y al novio de ella jugando con el perro. Sammy sale corriendo al oír cómo se cierra la puerta, se lanza sobre las piernas de su querido dueño. Este solo le da una caricia en la cabeza peluda de su amigo y se va directo a la habitación sin saludar a su hermana ni a su acompañante.

-Voy a ver qué le ocurre... Tiene muy mala cara mi hermano.- Manu asiente y se queda con Sammy haciendo trucos. Le cae muy bien el perro. Mientras Laura se acerca la habitación de David que está cerrada. Al entrar ve a su hermano tumbado en la cama, pensativo. No se lo cree pero ve que tiene las lágrimas retenidas. Algo importante ha debido de ser.

-David, ¿qué te ocurre? ¿Lena está bien verdad?- Al oír aquel nombre se termina por derrumbar.-¿David?- su hermana insiste al ver que su hermano no responde.

-Déjame en paz ya ¿no? Si ella está bien, no le ha pasado nada.- Su tono de voz es muy brusco, el genio de su hermana va a salir a la luz pero antes habla él de nuevo.- Hermanita no he tenido buen día quiero descansar por favor.

-Vale pero luego hablamos, cabezota.- Está sabiendo de la habitación cuando recuerda algo que tenía que decirle- Mama y papa no van a venir hoy a cenar, se van con unos amigos a cenar al centro y luego a tomar algo y creo que duermen en casa de Antonio, el compañero de papa. Yo después de cenar me iré a casa de Manu pero si me necesitas solo tienes que decirlo ¿vale?

-No te preocupes y vete ya si quieres, eres tu la enana así que déjame a mí cuidarme solo.

-Vale abuelete. Me voy ya entonces. Y no montes fiestas que luego me toca limpiar a mi y esta vez paso.- David asiente y se despiden. Pasado diez minutos se escucha la puerta del piso cerrarse. Por fin solo. No quiere pensar en Lena ni en nada relacionado con ella. Está destrozado. Saca el móvil y decide llamar a Raul.

-Por fin das señales de vida capullo, pensé que te habías olvidado de mi.- Raul es un buen amigo de David, uno de los mejores. Dicen que un mejor amigo no es el mejor si no hace que hagas las mayores locuras. Y llevan razón.