En la boca del lobo

2°Capitulo

Hace 3 meses todavía no sabia lo capaz que era de joderle ella, la chica que tanto anduvo buscando. La pieza que falta en su rompecabezas. 
Todavía no sabía que se negaría a sus besos y sus te quieros.
Todavía no sabía que elegirá a otro y no a él. Él pasaba a ser su nada queriendo ser su todo, tristemente no podía ser nada mas que eso porque ella no correspondía sus sentimientos.

La realidad le dio de bruces y no le dio tiempo a reaccionar hasta que ya no sabía vivir sin ella. Y es que solo deseaba una boca, la de su leona como él la llamaba. Y lo peor es que a ella también le perdía la boca de su domador.El domador que en vez de decirle que callase sus gritos pedía que gritase en su cama.

Podría hablar de todas las promesas que se quedaron en el aire, que por falta de un lugar privado y de corazones libres no se hicieron. Podría hablarte de las ganas que se tenían pero aquello no era solo deseo, si hubiera sido sólo aquello todo hubiera podido ir mejor entre ellos. Dicen que de una atracción mental no te libras ni cerrando los ojos. Aquellos besos que se quedaron por dar, esas frases en medio de una tranquila tarde. Esos miedos que tenían pero que estando el uno con el otro se disipaban del horizonte.
Y es que Fer y Lena tenían demasiaba química, eran una bomba que en cualquier momento explotaría. Pero David era el dueño de su corazón. Nunca dejó de querer a David desde aquel día pero se prometió que no dejaría que le hiciese daño de nuevo. 

Hace meses que todo comenzó, años para Lena y David, meses solo para Fer y Lena.
Y es que la magia de las casualidades en la vida de Lena tenían un gran papel. Un simple follow , un simple choque de moto. Habían hecho aparecer en su vida a las personas mas importantes para ella.

1 año y medio atrás"

" Lena se encuentra saliendo de una cafetería, acaba de despedirse de sus amigas. Entre ellas Paula. Baja toda la avenida en linea recta con los auriculares puestos. Lleva unos vaqueros rotos y un chaquetón que le llega hasta las rodillas. Es invierno y están empezando a preparar las calles para el alumbrado navideño. Ella va inmersa en su smartphone, mientras cruza un paso de peatones. Ni se ha dignado a mirar a ambos lados por si venia algún vehículo.  

-Chaval vas empanda. ¿quieres mirar por donde vas? vaya mongola a tía.- El motorista ha tenido que parar en seco a centímetros de la chica. La chica se percata y se quita los auriculares.

-¿Que dices mongolo?  Ve tú mas atento que casi me atropellas.- Que chica mas mona piensa el motorista.

-¿Si te doy una vuelta en la moto me lo perdonas guapa?- Lena le mira con cara de incredula, arquea una ceja y le saca el dedo corazón.

-Mi madre no me deja sabes.- Le contesta con recochineo Lena.

-¿Que no te deja bonita? ¿Montarte en una moto?

- No, ir con gilipollas por la calle.- Y se va, dejando al chico con la palabra en la boca. De repente escucha el claxon de un coche. Y David acelera en la dirección que se fue la chica. La ve y le grita.

- ¡Fea! -

- Que no eres Mario Casas mongolo. - Lena se ríe, por la de tonterías que el chico sigue diciendo.  "

Esa fue la primera vez que se vieron David y Lena, donde todo comenzó.