El Sacrificio.

63 7 1
                                    

Katherine pov's

El aire en la mansión se sentía pesado, como si el tiempo mismo estuviera suspendido en el aire. Después de mi conversación con Damien, mi mente no dejaba de dar vueltas, pero algo más había quedado pendiente: mi hermano, Draco. Aunque había pasado tanto tiempo desde su muerte, el dolor seguía siendo tan agudo como el primer día. Mattheo, Tom, y ahora, mi hermano. Todos los que amaba, perdidos.

Sentada frente al fuego, sentí una presencia cerca. Me giré lentamente, y allí, de pie en la entrada de la sala, estaba él. Lucifer. Su silueta imponente se recortaba contra la luz tenue de las velas, sus ojos brillando con una intensidad oscura, que ya conocía demasiado bien.

—¿Por qué estás aquí? —pregunté, intentando mantener mi voz firme, aunque la incertidumbre y la angustia llenaban mis pensamientos.

Lucifer no respondió de inmediato. En lugar de eso, se acercó lentamente, su presencia envolviéndome como una sombra. Su mirada era grave, más profunda de lo que había visto antes. Me observó en silencio, como si estuviera evaluando cada palabra que decía.

—Porque sé lo que estás buscando, Katherine. Y sé lo que necesitas. —Su voz era profunda y segura, como si ya hubiera predicho lo que yo quería decir.

El corazón me dio un vuelco. ¿Lo sabía? ¿Sabía que quería revivir a Draco?

—Lo que quiero es recuperar lo que he perdido, padre. Quiero a mi hermano de vuelta. —Mi voz tembló, pero no dejé que mi fragilidad se notara. Ya había perdido mucho. No podía permitirme perder más.

Lucifer se quedó en silencio por un momento, sus ojos recorriendo mi rostro. Entonces, dio un paso más cerca, y por un instante, sentí una extraña calidez que no esperaba de él. Era como si de alguna manera, él también compartiera mi dolor.

—Sabes que no hay nada que no pueda hacer, ¿verdad? —dijo finalmente, con un tono que me hizo estremecer. Estaba tan cerca de mí que podía sentir la energía oscura que lo rodeaba—. Y sé lo que eso significa para ti. El sacrificio que estás dispuesta a hacer.

No sabía si lo decía en serio o si solo jugaba conmigo, pero lo cierto era que mi mente no podía pensar en otra cosa. Necesitaba a Draco de vuelta.

—¿Entonces…? —pregunté, con la voz quebrada, pero la esperanza comenzaba a resurgir en mi pecho.

Lucifer se inclinó ligeramente hacia mí, su rostro tan cercano que podía sentir el peso de su mirada en cada centímetro de mi piel. Su sonrisa era fría, pero no completamente cruel, como si estuviera dispuesto a darme la respuesta que tanto deseaba.

—Hay una forma de traer a Draco de vuelta. —Su voz era un susurro, pero estaba cargada de promesas. Mis ojos se abrieron como platos, incapaz de procesar lo que me estaba diciendo—. Pero será un precio alto. Un precio que deberás pagar.

Mi respiración se aceleró, y mi cuerpo reaccionó automáticamente ante su propuesta. Podía sentir la tensión en el aire, como si estuviéramos al borde de una precipicio.

—¿Qué precio? —pregunté, el miedo y la esperanza entrelazados en mis palabras.

Lucifer levantó una mano, sus dedos brillando con una energía oscura que yo solo podía identificar como poder absoluto.

—Puedo traerlo de vuelta, pero no será como antes. El hechizo de resurrección no es sencillo. Te costará algo más que solo tu voluntad, Katherine. El precio será… una parte de tu alma.

Mi corazón se detuvo. Una parte de mi alma. No podía ser. ¿Estaba dispuesto a sacrificarme por Draco? No sabía si podía aceptar esa propuesta, pero el amor por mi hermano, la necesidad de sentirlo cerca nuevamente, me nubló el juicio.

Amor De Tres/los Riddle Donde viven las historias. Descúbrelo ahora