|Narra Sam: |
Nuestra tutora se llamaba Carmen, ella nos iba a dar la clase de Matemáticas y la de Tutoría, obviamente.
Tenía pinta de ser bastante estricta, que guay.
Nos dieron el horario, las listas de los libros que teníamos que comprar y la lista de los materiales de Plástica, Tecnología y de Taller Tecnológico.
- Bueno chicos, ahora os diré el sitio donde os quedaréis en todo el curso, así que cogedle cariño- rió y reímos para después, continuar- estaréis sentados por orden, de manera que os sentaréis al lado del compañero que va después de vosotros en la lista.
Así iréis:
-Carlos y Marcos
-Ángela y Adrián
-Rubén y Celia
-Ainhoa y Marta
-Sara y Carla
-Samantha y Alexia
-Daniel y Javier
-Ezequiel y Natalia
-Irene y Carolina
-Mar y Eloy
-Bruno y Dayana
-Coral y Luis
-Óliver y Alberto
-Joaquín y Mireya
Espero que os hagáis muy amigos, y que estudiéis mucho. Ahora vendrá el director a concluir la charla iniciativa del curso. Adiós.- Terminó Carmen.
Bien. Así que yo iba con Alexia. Recorrí la clase con la mirada esperando verla.
Ahí estaba. Parecía bastante maja. Tenía un corta cabellera rubia que le llegaba a los hombros, y unos ojos cafés bastante bonitos. Bueno, al menos no parecía una de esas rubias que se creen lo más guay. Aunque también había una en la clase. Se llamaba Dayana, y aunque ni la conociera, ni la haya visto en mi vida, se la notaba a kilómetros. Espero no tener ningún roce.Después de la charla con la directora sobre las normas, ya podíamos irnos a casa, así que me junte con Rubén y fuimos a clase a por nuestras cosas para luego reunirnos con Sonia.
- Bueno, Sam, ¿que te parece nuestra clase?-dijo Rubén, siempre risueño.
- Ñeh- dije con una mueca, y subiendo los hombros.
- No está tan mal
La clase estaba casi vacía, pues todos habían recogido sus cosas. Pero cuando entramos, Óliver estaba allí, recogiendo. Me dio algo de vergüenza pasar, pero después de todo, estaba con Rubén, así que cogí la mochila y salí disparada.
Esperé unos 35 minutos en la clase C, pero no había rastro de Sonia. Me armé de valor, y entré a la clase. Me quedé muy sorprendida. Sonia y un chico, que creo recordar que se llamaba Mario, se estaban enrollando.
En mi cara se distingue una expresión MUY sorprendida. Sonia no es de esas, ni mucho menos. O a lo mejor ya lo conocía. Ellos no me habían oído, y mejor. Estaba muy cabreada. Ósea, quedamos para salir juntas, me quedo esperándola y, lo que hace ella, es enrollarse con un tío. Estupendo.
Cogí un borrador y por la parte de madera di fuertemente en la pizarra.
Enseguida se separaron. Me crucé los brazos en el pecho y daba golpecitos con el pie en el suelo, Sonia me debía una explicación y bastante razonable.
- ¿S-S-Sam? No es lo que parece, de verdad- dijo con el labio temblando, ella siempre hace eso cuando miente.
-Sí, creo que sé perfectamente lo que parece. Lo que parece, es que dejas a tu mejor amiga de lado cuando sabes que te está esperando, que por cierto llevo 35 minutos aquí, -tomé aire para continuar- Y para colmo estás 'compartiendo tu saliva' con un chico que acabas de conocer. Eres impresionante. Por no mencionar, que tienes novio.
Antes de girarme y salir por la puerta, noté que el chico miraba confundido a Sonia, por lo que acababa de decir.
Finalmente, cerré la puerta bruscamente y me fui. No podía creer lo que me hizo. No tenía nada claro, ni como era ese tío, si Sonia lo conocía de antes, o si había cambiado tanto.
Aunque algo que si tenía claro era que no la pensaba hablar, a no ser que me pidiera una disculpa con sentido y aún así me lo pensaría.
Sumida en mis pensamientos, choqué con un pecho de un chico. Alcé la mirada y me encontré con sus ojos azules, su piel blanca (aunque no más que la mía) y su cabellera negra.
Y cuando estaba admirando sus ojos, aunque más bien me perdí en ellos, él sonrió. Perfecto. Creo que este chico me quería matar.
-P-Perdón, lo siento. E-Estaba pensando y...no me di cuenta de que... venías por algún lado y...
-Tranquila, no pasa nada- carcajeó.- Samantha, ¿verdad?
Mierda. Mi nombre sonaba tan bien viniendo de él.
-E-Eh...sí. ¿Óliver?- Hice notar algo de duda, que se notaba que no existía. Me sabía perfectamente su nombre.
-Sí-sonrió. Y me desmayé interiormente.- Oye, ¿te pasa algo? Te noto...no sé, ¿nerviosa?
Me pilló. La he cagado.Me vuelven a sudar las manos y noto calor en mis mejillas
-No, no, que va. Yo e-estoy perfectamente bien. E- Estoy genial. Sí. Perfectamente.- Que mal se me daba disimular. Me odié en ese instante.
-Oh, perfecto. Bueno, nos vemos, tengo que irme. Un placer, Sam.- dijo con un tono suave.
Y no noté que todavía seguíamos juntos, cuerpo con cuerpo, hasta que me soltó y con una sonrisa se fue, con las manos en los bolsillos de sus vaqueros desgastados.
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Ha tardado bastante, pero por fin está aquí, nuevo capítulo.
Esto va "creciendo", y estoy como muy emocionada
Espero que os guste y hasta el siguiente capitulo!
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Stay
Teen FictionHola. Me llamo Samantha, y mi vida es una locura desde que empecé 2º de la ESO. Bienvenidos a la aventura. (SIN DATOS REALES. INVENTADA)