2 Siempre listas

249 7 0
                                    

De vuelta en casa de Izzie, toqué el tema. Estábamos en su habitación y ella entró en Internet en su sitio preferido de astrología para descargar nuestros horóscopos de febrero.
-Oye, Nesta, esto es cierto -dijo Izzie, leyendo lo que había impreso para Leo-. Dice que vas a viajar al exterior.
-Igual que tú y TJ -repuso Nesta-. Nuestro viaje escolar a Florencia.
-Sí. No veo la hora de ir -dijo Izzie-. Mamá no deja de darme libro sobre la ciudad. Quiere que incorpore un poco de cultura: galerías de arte, el teatro de los siglos pasados.
-Estaba pensando en otra clase de talento -replicó Nesta-: todos esos chicos italianos tan apuestos. Estuve repasando mi italiano para poder charlar con ellos en su idioma.
-Y todas ustedes podrían pasar por italianas -agregué. A diferencia de mí que tengo cabello rubio y corto, Nesta, TJ e  Izzie tienen el pelo largo y oscuro. Ya las imaginaba paseando por las calles de Florencia, con unos anteojos de sol grandes y negros-. Los chicos del lugar van a quedar boquiabiertos.
-Pensé que ya no querría saber nada de chicos italianos, después de alguien a quien no quiero nombrar -dijo Izzie.
Nesta se echó el cabello hacia atrás.
-¿Te refieres a Luke? Fue un incidente sin importancia. No todos los chicos son como él.
Noté que TJ se veía incómoda y tenía la mirada clavada en el suelo. Luke De Biasi. Un canalla en el amor y el primer chico que estuvo a punto de separarnos como amigas. Estaba saliendo con Nesta y le declaró amor eterno a TJ, que creo que realmente se enamoró de él. Las cosas se pusieron muy feas por un tiempo. Nesta estaba desolada; TJ, súper confundida.Yo me puse del lado de Nesta, e Izzie,del lado de TJ. Fue horrible. Al final, todas decidimos que no valía la pena perder nuestra amistad por un chico, y menos por un mentiroso, y se quedó solo. Pero creo que a TJ la afectó más de lo que ella demuestra. Creo que realmente pensó que Luke era su alma gemela.
Nesta no es la clase de chica que busca su alma gemela. Ella colecciona corazones como otras juntan camisetas. Quiere experimentar lo más posible, dice, y von su belleza exótica (es mitad italiana y mitad jamaiquina), nunca le faltan admiradores.
-¿Qué dice el mío? -preguntó TJ.
Izzie miró la pantalla.
-A ver... Sagitario. Nuevos horizontes se abrirán para ti.
-Será mi primera vez en Italia; creo que eso cuenta como un nuevo horizonte -dijo.
Izzie me miró con compasión.
-Ojalá pudieras venir, Lucy -admitió.
-Sí -coincidió TJ-. ¿No hay manera de que puedas? Dicen que quedan un par de lugares. Parece que Alice Riley y Georgia Watson cancelaron.
Meneé la cabeza.
-Imposible. En este momento, mi familia no puede pagar un viaje de 200 kilómetros en autobús, mucho menos uno en avión a Italia. ¿Qué dice mi horóscopo, Iz?
Izzie pulsó algunas teclas y obtuvo las predicciones para Géminis.
-Ah. Hum. Suena ambiguo. Algo que vienes pensando desde hace un tiempo va a alcanzar un punto decisivo y tendrás que resolver qué quieres hacer. No sé. ¿A qué crees que se refiera?
-A Tony -respondí.
Hace tiempo que salgo en forma intermitente con el hermano mayor de Nesta, y últimamente nos hemos establecido como pareja. Tenemos citas con regularidad. Nos llamamos con regularidad. Nos besamos con regularidad cuando nuestros padres salen. La primera vez que lo vi fue cruzando la calle en Highgate, frente a su escuela. Lindo, moreno, con una boca ancha irresistible. Fue amor a primera vista. La razón por la que yo nunca había querido tener una relación más seria con Tony era que él siempre quería llevar las cosas un paso más allá... más allá en el sentido de pasar de la sala al dormitorio. Yo no me sentía lista, y además, puede que él sea el amor de mi vida, pero no soy ciega. Puede tener a cualquier chica que se le ocurra y le gustan los desafíos. Hasta ahora, he sido un desafío porque nunca lo dejé avanzar. No era mi intención tener una relación tan estable a esta altura de mi vida. Yo quería ser como Nesta y divertirme un poco más. Aún no cumplo los quince y pensaba que más adelante tendría tiempo de sobra para tener noviazgos serios, pero una no elige de quien se va a enamorar. Entpnces llegó Tony y todo empezó a suceder. Y aún sucede. Pero me lleva tres años; quiere acostarse conmigo y no va a esperar para siempre.
-¿Cómo que "a Tony"? -se sorprendió Nesta.
-Bueno, él me gusta mucho, así que estoy pensando en ir hasta el fondo.
TJ levantó la vista de uno de los libros de Izzie que estaba leyendo.
-¿Hasta el fondo? -preguntó-. ¿Vas a ir al patio con Tony?
Reí. A veces pienso que TJ está en otro planeta.
-No, tonta. Hasta el fondo del asunto.
-¿Hasta el fondo? Vaya -dijo Nesta-. Caray.
Izzie se apartó de la computadora.
-Es un poco repentino -observó-. ¿Estás segura?
-Sí. No. Digo, ¿por qué no? Y, en realidad, no es repentino. Hace tiempo vengo pensándolo. Alguna vez hay que hacerlo, y ya hace bastante que conozco a Tony y nos gustamos mucho...
-Sí, pero siempre dijiste que no querías apurar las cosas -me recordó Izzie.
-Pero no las estamos apurando -protesté-. Hace muchísimo que estamos juntos. ¿Por qué no hacer lo que él quiere? Alguna vez tengo que hacerlo.
-Sí, pero ¿con Tony? -dijo Nesta, con cara de asco.
-Además, suena como si fuera un trabajo -agregó Izzie-, cuando dices que alguna vez hay que hacerlo. Como si fuera parte de una lista de tareas: limpiar mi habitación, hacer la tarea para la escuela, acostarme con mi novio.
Suspiré. No podía negar que me parecía un poco así. Como un examen que se estuviera acercando. No puedo decir que estuviera ansiosa por hacerlo, pues no sé si lo hare bien. Ya fue bastante malo preocuparme por si sabría besar, pero todo el mundo tiene que hacerlo tarde o temprano, entonces ¿por qué no hacerlo con alguien que me gusta tanto como Tony?
-¿Cuándo? -preguntó TJ.
-No lo sé. Aún no me decido del todo. Es decir... ni siquiera le dije que lo estoy pensando.
-¿Dónde? -preguntó Izzie.
-¿Dónde? No lo sé. Vamos, ya les dije que aún no estoy decidida del todo. Primero quería hablar con ustedes.
-Bueno, yo no creo que debas hacerlo -opinó Nesta-. Ni siquieras tienes quince años, y él tiene dieciocho.
-Sí, pero si lo está pensando -dijo Izzie, volviéndose hacia Nesta-, más vale que esté preparada. No querrá que su mamá la encuentre con su novio en ropa interior en el sofá de la sala. Le daría un ataque.
-Eh, disculpen -intervine-. También estoy aquí.
Izzie se volvió hacia mí.
-En serio, Lucy -dijo-. ¿Lo pensaste bien?
-Sí y no. Tal vez no es el momento y el lugar, pero ¿cómo se puede planear cuando hay amor? Seguramente se presentará el momento indicado. Simplemente lo sabremos, y si estamos en un lugar donde no hay problemas, entonces...
Nesta se cruzó de brazos.
-No -dijo-. Eres demasiado joven.
Izzie lanzó un bufido.
-Hablas como mi mamá -protestó, y luego se puso una voz altisonantw-. Lucy Lovering, eres desamiado joven.
-Es que es cierto, Lucy; lo eres -insistió Nesta-. Leí por ahí que, en promedio, la mayoría de la gente pierde la virginidad a los diecisiete años.
-¿Y qué?  -repliqué-. ¿Quién quiere ser parte del promedio? De todos modos, leí una revista de mi mamá que la cuarta parte de los adolescentes pierde la virginidad antes de los quince. Ahí tienes. Creo que solo me dices que no lo haga porque quieres ser la primera.
-No es así. Yo no quiero hacerlo hasta que haya estado con alguien muchísimo tiempo y esté muy, pero muy enamorada.
-Pero yo amo a Tony.
-Estoy de acuerdo con Nesta -dijo Izzie-. En serio, Lucy, no tienes suficiente edad. Creo que solo lo haces para darle el gusto
Suspiré
-Aquí vamos de nuevo. Estoy harta de que me digan que no tengo edad suficiente. Es la historia de mi vida. No tengo edad suficiente. No tengo edad suficiente. ¿Por qué no habría de hacerlo? ¿Por qué no? Hace muchísimo que conozco a Tony, y ¿por qué no querría darle el gusto? Él hace muchas cosas por mí...
-Condones -me interrumpió TJ.
-¿Qué hay con ellos?  -le pregunté.
-Vas a necesitarlos. ¿Tienes?
-No. ¿Por qué?
-¡Qué pregunta! Por el sexo seguro, tonta, y necesitas protegerte de las ETS.
-¿Qué es eso?  -pregunté.
-Las enfermedades de transmisión sexual -explicó TJ. Ella es nuestra experta en temas de salud. Sus padres son médicos, de modo que ella aprende mucho sobre enfermedades y esas cosas-. Dice mi mamá que la mayoría de los pacientes que atiende en su consultorio y que han tenido relaciones sin protección tienen calamidias.
-¿Qué es una clamidia? -pregunté-. Parece el nombre de una chica elegante: Lady Clamidia Armstrong Loquesea.
TJ rió.
-Sí, pero no es un nombre. Es una enfermedad muy común; aparentemente tiene pocos efectos secundarios y por eso mucha gente no se da cuenta de que la tiene, pero si no se la trata, puede provocar infertilidad.
-Clamidia, condones, ETS, embarazos no deseados -dije- ¿Dónde quedó el romanticismo?
Nesta suspiró.
-¿Lo ves? -agregó-. Tienes la cabeza en las nubes.
-Sí. Hay que ser responsable -dijo TJ-. No querrás quedar embarazada.
-¿Desde cuándo ustedes son tan... tan aguafiestas? -pregunté, al ver como mi fantasía iba perdiendo su atractivo.
-No somos aguafiestas -repuso Nesta-. Somos tus amigas. Estamos cuidandote.
-Bah. A mi me parece que me están atacando.
-No es así -dijo Izzie-. Solo que es mejor estar preparada. Saber en qué te estás metiendo. Ya sé: vamos a buscar condones en Internet. Voy a entrar a un buscador.
Pulsó algunas teclas y, un momento después, apareció en la pantalla toda una lista de sitios. Al cabo de unos segundos, Izzie se echó a reír.
-¡Dios mío! Aquí se puede conseguir de todo. Mira, ¡aquí hay uno para ti! Lo leeré -dijo Izzie, observando la pantalla-. "Sorprende a tu pareja y agrega una nueva dimensión a tu vida con un condón que brilla en la oscuridad. Será una noche inolvidable."
Todas lanzamos una carcajada. La imagen de Tony con un condón fosforescente era graciosísima.
-Hay muchos más -dijo Izzie, bajando por la pantalla-. ¡Dios mío!  ¡No sabía que había tantas clases distintas!
-¿Cómo cuáles?  ¿Pequeño, mediano y mentiroso? -pregunté.
-Hay de todo... -respondió Izzie, riendo, y todas nos apiñamos en torno a la computadora para ver mejor.
Estábamos tan entretenidas recorriendo páginas y riendo a más no poder con todas las variedades que aparecían que no nos dimos cuenta de que se había abierto la puerta y había entrado la mamá de Izzie.
-¿Qué es tan gracioso? -preguntó.
Izzie casi se muere del susto.
-¡Mamá! ¡Te dije que golpearas! -protestó, mientras ocultaban rápidamente el sitio Web y ponía su mejor cara inocente.
Cuando la señora Foster nos miró con suspicardia, sentí que empezaba a ruborizarme y rogué que eso no nos delatara. Ella puede ser muy intimidatoria, cuando quiere. Es muy distinta de mi mamá, que es más accesible y parece una vieja hippie. La señora Foster es una adulta hacha y derecha, siempre de tacos altos y ropa inmaculada, nunca un cabello fuera de lugar.
-¿Qué estarían haciendo que no quieren q me entere? -preguntó, levantando la nariz en el aire y olfateando-. No habrán estado fumando, ¿verdad?
-Mamá -rezongó Izzie-. No fumo. Ni pienso fumar. Déjame en paz.
La señora Foster se encogió de hombros.
-Bueno. Me voy al supermercado y quería saber si alguna de ustedes se quedará a almorzar tarde o cenar temprano.
-No -dijo Izzie, mirándome con intención-. Tenemos que ir a mirar vidrieras, es muy importante.
-¿Para qué?  -preguntó la señora Foster-. ¿Para Italia?
Izzie guiño un ojo.
-Algo que aprendimos de las Niñas Exploradoras - respondió-. Ya sabes cuál es su lema: siempre listas.
Eso nos hizo reír a todas otra vez.
La señora Foster parecía intrigada.
-Bueno -dijo-. Como quieran.

Lema de las Niñas Exloradoras: Siempre listas.

Vacaciones de Película- Cathy HopkinsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora