NO ME DEJES SOLO (Rubelangel)

Capitulo 15

Narra Rubius

Después de haber tenido ese momento "reflexivo" en la ducha que en verdad parecía un puto debate mental, decidí salirme ya de duchar ya que creía que era suficiente el tiempo que había permanecido dentro así que cerré el grifo y salí de la ducha para empezar a secarme. Al terminar coloque la toalla al rededor de mi cintura para salir hacia mi habitación mientras pedía mentalmente que Mangel no se cruzase conmigo ya que no sabia como reaccionar nuevamente.

Entre a mi habitación y agradecí porque no me haya cruzado con el. Empece por vestirme para terminar por peinarme y lavarme los dientes. Una vez volvía al baño mire la hora en el móvil -2:30- Dije mentalmente. Ahorita mismo tenia un dilema existencial sobre si comprarle algo a Jenn o no, aunque creo que si habíamos dado una segunda oportunidad a esto tenia que hacerlo bien -Aunque en realidad la primera vez todo iba de puta madre, pero, sucedido eso- Sacudí mi cabeza al recordar como había terminado la primera vez, ella me prometió que había cambiado por su acción, actitud y que estaba arrepentida por lo que me hizo, y creo que eso es lo que importa.

Una vez termine con todo, cogí las llaves, cartera y móvil mientras me dirigía a la mesa y escribía una nota a Mangel que saldría, a pesar de todo los dos teníamos que mantenernos avisados sobre todo lo que hiciésemos, ya que si uno terminaba con alcohol hasta el culo el otro sabría a donde ir y así no tendría que llamar a todo el mundo para saber de donde estaba ademas que fue una costumbre desde que nos mudamos juntos.

Deje la nota y salí, había revisado el móvil para darme cuenta que aun tenia tiempo para ir a comprarle algo a Jenn, así fuese un detalle pequeño, e ir a donde nos encontraríamos.

Nunca había sido bueno con los detalles a las personas, se me daba del culo, aunque hasta donde yo recuerde a ella le gustan mucho los perros y los gatos pequeñitos, así que decidí por comprarle uno peluche de esos, una caja de chocolates, y unas rosas, lo se, me sentía como una vagina comprando todo esto pero que mas podía hacer.

Ya había llegado al lugar donde nos veríamos y faltaban 5 min. Para la hora que habíamos acordado así que decidí buscar un lugar en donde sentarme y así parecer menos gilipollas con todo lo que traía encima.

Mientras veía como a unos metros unos niños jugaban con unas palomas que se encontraban ahí recordé a mi hermana menor y eso me hizo extrañarla tanto a ella como a mamá, al padrino y a mi abuelo, tendría que ir mas a menudo a Noruega, extraño a todos. De un momento a otro esos pensamientos se vieron interrumpidos ya que mi vista se torno negra totalmente ya que al parecer alguien había puesto sus manos en mis ojos. Estaba a punto de gritar por tremenda gilipollez al hacer eso, pero recordé a quien estaba esperando y preferí callármelo.

-Hola- Dijo ella mientras rodeaba la banca en la que me encontraba sentado con las cosas a un lado mio. Las tome y me pare para así quedar al frente de ella y poder entregárselas.

-No sabia que regalarte, así que recordé que te gustaban tanto los perritos y gatitos, así que decidí regalarte uno de esos- Dije mientras lo apuntaba. Ella volteo a verlo junto con una sonrisa y finalmente posar sus ojos en los míos.

-Gracias- Dijo ella a la vez que se acercaba a mi para darme un beso, si, un beso, fui cerrando los ojos mientras sentía como ella se movía sobre mis labios, extrañaba tanto esta sensación a pesar de que hace poco nos habíamos besado nuevamente en mi piso, aunque no termino bien, ya que fue torpe porque me tomo por sorpresa y encima Mangel nos había visto. Pero esta vez era diferente, nos besábamos lentamente mientras yo recordaba miles de escenas de nosotros dos disfrutando del otro, ahorita no había nadie que nos interrumpiese mientras nos besábamos -Mangel- recordé, como hizo que nos separásemos aquella vez en mi piso y su imagen vino a mi mente haciendo que me separase no del todo brusco de Jenn, recibiendo como respuesta de ella una cara de desconcierto por el separarme de ella así.