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El sonido de la alarma retumbó en mi habitación. Forzosamente me levante de mi cama y me dirigí al baño.

Mire mi cara en el espejo qué se encontraba en el lugar. Tenía un aspecto desagradable, bueno, eso era siempre.

Abrí los grifos de la regadera para que se calentara un poco el agua. Mientras fui a buscar ropa. Escogí una playera que tenía el logo de una banda a la cual no le puse atención, solo la agarre; unos jeans negros ajustados y unas botas "militarizadas". Y obviamente, mi ropa interior. Deje la ropa arriba de mi cama y fui a darme un corto baño.

Al terminar de bañarme me cambie con la ropa qué había elegido anteriormente.

Baje a la cocina para hacerme algo de almorzar pero para mi sorpresa mi madre estaba cocinando, wow.

-Buenos días, hija - saludo mi mamá.

-Buenos días ma. - dije abriendo el refrigerador. -Que sorpresa encontraré en la cocina ha estas horas de la mañana. -me burlé agarrando una jarra de agua fría del refrigerador y lo cerre.

-Oh, es que quería que lavaras los trastes que vayamos a utilizar. -contesto a lo que hice mala cara mientras me servía agua en un vaso.

-Ni me lo recuerdes -mencioné antes de tomar del vaso.

-No te preocupes, no será en este momento, será en la tarde. -dijo poniendo un plato con la deliciosa comida que había hecho. De no haber sido por ella solo hubiera comido una manzana. -Anda, come, no te me vallas a desnutrir.

-Esta bien. - agarre el plato y me dirigí a la mesa a desayunar.

Al terminar deje el plato sucio en el lavabo, y después de eso subí para lavarme los dientes.

Cuando finalice, agarre mi mochila y baje para despedirme de mi madre. Mi padre se había ido desde más temprano al trabajo.

-¿Vas a trabajar hoy?-pregunte dirigiéndome a mi madre que estaba en la sala acomodando no se que cosa.

-Se supone que hoy descanso, pero sí me llaman tendré qué ir.- mi madre trabajaba de enfermera en un hospital algo distante de aquí.

-Bien, ya me voy. -di un beso en la mejilla a mi madre.

-Cuídate. -escuche que dijo antes de que cerrará la puerta.

Inmediatamente agarre mi celular y conecte mis auriculares para escuchar música, típico de mi.

-❄

-Puede retirarse, señorita Mason. -dijo la directora.

-Gracias-mencioné con una sonrisa forzada.

Púes verán, estuve aquí solo por comenzar una pelea con una chica que se la pasa tirando mierda a quienes le caen mal, y fue lo que hizo conmigo. Pero yo, a contrario de otras, no me quede con los brazos cruzados. Me suspendieron por 3 días, genial.

Salí de la institución dirigiéndome a mi casa, o tal vez iria a casa de Jennifer.

Desvíe camino y fui hacia su casa para esperarla ya que ella aún no salia de clases.

Al llegar toqué la puerta levemente esperando a que alguien abriera.

-¡Ho!... la.- dijo la madre de Jennifer al verme. Digamos que no le agrado tanto. -¿Qué haces aquí? Se supone que debes estar en la escuela. -abri la boca para dar explicaciones. -No es necesario querida, pasa. Al menos no me sentiré sola. -dijo no muy convencida se sus palabras.

-¿Y cómo esta?- pregunte tratando de ser amigable.

-Muy bien, gracias por preguntar. -respondió sonriendo falsamente.

famous;; l.h.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora