Alejada en cuatro paredes negras encerradas sin posibilidad de escapar, volvian las ganas del suicidio pero ella sabia que eso no la llevaria a ninguna parte, bueno si por ninguna parte nos referimos a una caja marron enterrada a tres metros bajo tierra o quemada en un gran horno.
Se sentia sola, nadie la queria suponia que hacerse ese daño fisico acabarian con ese sufrimiento y ese pensamiento de que nadie la queria ni se preocupara por ella, estaba sola en esas cuatro paredes negras aguantando las ganas del caer en la tentacion del suicidio.
Al fin y alcabo somos unos adolescentes suicidas con nuestros problemas , nuestras alegrias y sobre todo con nuestras ganas suicidias.
¿Pero por que volvian esas ganas?
No lo entendia ahora mismo ella solo tenia en la cabeza coger aquella cuchilla y hacerse esa pequeña marquita y lo más posible es como ya os confesara acabar en esa cama desangrada y sobre todo la unica frase que ya sabeis cual era.
La carta con manchas de sangre en manos de su mejor amiga que haria, su ultimo deseo , entegarle la carta a el a ese chico que poco a poco acabo con ella...
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Otra pequeña confesión , votad y comentad si os ha gustado y darme consejos para escribir otra de nuestras pequeñas confesiones, gracias x el apollo: )
