You & I [Ziam Mayne]

Capítulo 8

Aquella noche, después de comer helado, y ver películas con sus hijos.
Liam y Zayn se fueron a dormir.

El moreno aún tenía la impresión de su condición tatuada en la cara, seguía preguntándose cómo su madre le mentiría de esa manera, lo consideraba una forma cruel de hacerlo. Nunca se había sentido tan diferente a todos; siempre lo había sido, en The X Factor era callado, demasiado, pero se sentía diferente a todos los demás chicos. Y por supuesto lo era.

-¿Sabes dónde está mi bóxer blanco, amor?- la voz de Liam se escuchó desde la ducha, sacando al moreno de sus pensamientos

-Sí, Li. En el cajón de abajo- respondió de manera calmada, mirando a la pared del baño, cómo sí mirase a su esposo a través de ella

-¿Me lo podrías dar, Zy? No puedo salir-
Malik sonrió levantándose de la cama, tomó el bóxer de donde le dijo a Liam, lo desdobló con ambas manos.
Caminó hasta la puerta del baño

-Li aquí tienes, amor- susurró poniendo un pie dentro del lugar disfrutando de la vista que tenía del otro chico.
El ojimarrón estaba de espaldas al moreno, mostrándole su trasero

Malik sonrió de nuevo y se acercó a Liam, dándole una nalgada que tomó por sorpresa al otro, logrando que lo mirase

-Oye harás que queden aguadas- se quejaba, dio una mirada al moreno y éste le sonreía

-Aquí tienes, amor- dijo evadiendo la queja del ojimarrón -Creía que ya habías terminado de bañarte- le sonrió de nueva cuenta

-No, Zy. Aún no- largó una carcajada, a lo que el moreno comprendió lo que quería hacer. Estaba a punto de irse cuando Liam le tomó de la mano y le atrajo hasta su cuerpo, aún cubierto por las gotas de agua caliente que salían de la regadera.

-Zy, te amo mucho- dijo en voz baja, mirando la perfección de hombre que tenía frente suyo.
Su mirada no había cambiado, sus pestañas seguían igual de largas y pobladas que antes y sus pómulos igual de definidos; sus labios tan rosados como siempre. Todo tan perfecto en él

-Te amo también, Li-
Liam acortó la poca distancia que había entre ellos, besando los labios del moreno. Tan suaves desde siempre.
Malik se dedicaba a hacer movimientos lentos sobre los labios de Liam, disfrutando aquella sensación que el otro chico le daba

-Te amo, Zayn- dijo de nueva cuenta -No sabes cuánto lo hago- sonrió entre el beso, el morocho sin decir palabra alguna pasó sus brazos al rededor del ojimarrón, acercándolo más a su cuerpo cubierto por una camisa negra

-Yo también te amo. Mucho, Liam. Gracias por estar conmigo en estos momentos- susurró cuando logró separarse un poco de los labios de su chico, alejándolo lentamente.

-Zayn... No creas que hice esto a propósito- apuntó su propio cuerpo desnudo aún, a lo que el moreno dedicó una sonrisa cálida -Sé que te duele que te hayan ocultado esto- tocó la mejilla del moreno, éste sintió un escalofrío recorrer su espalda

-No te preocupes, Li- besaba de nueva cuenta los labios del ojimarrón cortamente -¿Podrías esperar a que supere esto para poder hacer el amor, bebé?

Liam le miró de forma tierna, aquella forma en la que Zayn pedía que respetase unos días su mente y cuerpo se le hacía muy tierna

-Claro que sí, amor. Esperaré- le sonrió tiernamente -Terminaré de vestirme- avisaba mientras daba una sonrisa rápida al moreno y se vestía con el bóxer que éste le había llevado.

-Prepararé nuestra cena, Li- susurró saliendo del cuarto de baño. El ojimarrón respondió con la cabeza para abajo un ligero "sí está bien" que el moreno escuchó a la perfección.
Bajó las escaleras con sumo cuidado, no quería caerse, pues aún se sentía un tanto drogado. No sabía lo que Martha le había dado para tomar, pero confiaba en ella.