"Un nuevo comienzo"
*7:00 sonó el despertador* me levanté de un brinco ya que me había acostado tarde la noche anterior, la mudanza y todo eso me tenía agobiada pero en ese momento ya no era lo más importante.
Me levanté de la cama mientras escuche la dulce voz de mi mama -Mia levántate o llegarás tarde a tu nueva escuela- dijo.-en eso estoy ma- le respondí.
Mientras caminaba hacia el baño empece a pensar -como sería todo?- quizá sería igual como la otra escuela, o quizás no?, no lo sabía lo único que podía hacer era apresurarme para conocer a los que serían "mis nuevos compañeros".
Tome la mejor ropa que había en mi armario, era algo sencilla ya que no me gustaba vestirme de una forma tan extravagante o algo así.
Me encamine hacia el baño sumida en mis pensamientos de como sería esta nueva vida, cuando de pronto una voz me sorprendió -hija como amaneciste?- era la voz de mi padre, le mostré una sonrisa de comercial y muy optimista le dije -muy bien pa, con ansias de conocer a mis nuevos compañeros- aunque en realidad eso no me emocionaba del todo.
Entré al baño me puse la ropa, cepille mi no tan largo cabello castaño para poder usarlo suelto, así como me gustaba desde siempre, cepille mis dientes y me coloque un poco de brillo labial, después todo quería causar una buena impresión ante mis nuevos compañeros.
Salí del baño y fui directamente a la cocina donde se encontraba mi mama, ella estaba muy emocionada por nuestra mudanza e intentaba que yo también lo estuviera aunque no era tan sencillo como parecía, el sólo pensar que tuve que dejar mi infancia, mis amigos, mis horas de juego solo por la buena propuesta de trabajo que le había hecho a mi padre, que por cierto si era muy buena, le habían propuesto trabajar como asistente personal de nada más y nada menos que el cenador de ese estado.
El por su puesto había aceptado sin dudar, era una muy buena opción pera mejor nuestra posición económica. -Mia, vamos come algo o te desmayarás en tu primer día- la dulce voz de mi mama me saco de mis pensamientos.
-si ma claro ya casi acabo- le dije, aunque en realidad no tenía mucha hambre debía comer para que mama no se preocupara por mi.
Acabe lo más rápido que pude mi desayuno, y me apresure a despedirme de mama y papa, -no quieres que te acompañe?- me dijo papa.
-no es necesario, estaré bien- le respondí, junto con una gran sonrisa fingida.
-adiós pa, adiós ma, los veo luego- les dije y salí para encaminarme hacia mi nueva escuela, la cual se encontraba a unas escasas calles de donde vivíamos.
Camine hasta llegar a la puerta, me detuve en frente de ella, se veía muy grande la escuela desde ahí, quizás era más grande que la anterior, en fin me sentía un poco extraña ya que no conocía absolutamente a nadie.
Ingrese y fui directo a la oficina del director.
Cuanto me hallaba a pocos pasos de la puerta tropeze con alguien.
-lo lamento, fue mi culpa- oí decir.
Levanté la mirada y vi al que quizás sería el chico más guapo de la ciudad, bueno quizás no tanto pero al menos de mi escuela si. Era alto con unos ojos verde Esmeralda brillantes, su cabello desordenado y negro lo hacia ver casi como un príncipe, como el de los cuentos que mama solía leerme antes de dormir .
-no te preocupes, la despistada soy yo, es que como es mi primer día ando muy volada- le explique con un tono dulce.
-es tu primer día? Quieres que te muestre la escuela?-pregunto con una sonrisa en su perfecto rostro.
Debía aceptar el era guapísimo y se había ofrecido a mostrarme la escuela sin duda sería el mejor primer día de escuela. Cuando estaba dispuesta a aceptar recordé que debía hacer algo antes.
-me encantaría, pero debo ir a hablar con el director- le dije con un poco desanimo.
-no hay problema, yo te acompaño y luego te muestro la escuela, te parece?- su tono de voz era tan dulce.
-por supuesto- dije intentando no sonar tan emocionada aunque en realidad si lo estaba, y mucho.
Ingresamos a la oficina del director, era un señor un poco viejo, aunque pereciera de unos 60 años o más para mi cualquier persona mayor de 20 era viejo, su cabello estaba cubierto con un poco de Canas grises en los extremos de su cabeza y sus ojos verde Esmeralda parecían que querían salir saltando a través de sus grandes anteojos.
-hola señor Jouns- oí decir a Alan, al parecer Jouns era el apellido del viejo director.
-si, que desean?- contesto mientras nos miraba de pies a cabeza.
-bueno señor, ella es Mía es una estudiante nueva y quiere hablar con usted-
-sí pequeña cuéntame que pasa?- se dirigió a mi con una enorme sonrisa en su arrugado rostro.
-si, bueno... Es que mi papa me dijo que hablara con usted, dijo que eran viejos amigos y eso- le dije un poco nerviosa.
-un momento, tu eres la pequeña Mia, la hija de Ronald Goldman no es cierto?- expreso sonriente.
-si, la misma-
-si, tu padre, tu abuelo y yo solíamos salir a pescar todos los fines de semana, ay aquellos tiempos eran los mejores- expreso con un fuerte suspiro.
-bueno, tu padre te mando a que hablaras conmigo por que le dije que te ayudaría a conocer la escuela, pero parece que ya se me adelantaron- vacilo y lanzo una suave carcajada, yo me enrojecí un poco y esboce una suave sonrisa entre dientes.
-bueno que Alan te acompañé y te muestre la escuela-
-claro señor yo lo hago- le dijo Alan muy entusiasmado.
Ambos nos despedimos y salimos de la oficina.
-bien, por donde quieres empezar?- me pregunto.
-pues no lo se, tu conoces la escuela- dije en todo de broma.
-está bien vamos por acá- me tomo del brazo y me jalo para que lo siguiera, caminamos por el pasillo y el empezó su recorrido turístico.
-bueno mi querida Mia este es el pasillo principal por así decirlo, por aquí se encuentran las oficinas principales como la oficina del director, del subdirector, la detención o sala de castigo- iba a continuar su explicación pero lo interrumpí.
-sala de castigo?- le pregunte un poco asombrada.
-si, ese lugar donde te mandan cuando, tu sabes cometes una infracción o algo por el estilo- la verdad era que en toda mi vida no había odio de la famosa sala de castigo.
-en mi otra escuela no había eso, todos nos portábamos bien- le dije con un toque de ingenuidad.
-de seguro estabas en esas escuelas en las que tratan a los adolescentes como niños- soltó, con algo de indiferencia.
-pues yo aún siento que soy una niña- dije entre dientes.
-no, ya no eres una niña, acaso no has notado que ya eres toda una adolescente?, no has notado como tu cuerpo ha cambiado?, el comportamiento de tus padres no es diferente?- pregunto mirándome a la cara.
-pues sí he notado que han cambiado muchas cosas pero no quiero dejar de ser una niña- respondí.
-algún día iba a pasar Mia, debías haberlo sabido-
-tienes razón ya nada es igual, en fin eso ya no importa, sigue mostrándome la escuela-.
El acomodo su hermosisimo cabello y me tomo nuevamente del brazo para jalarme y tenerme a su lado.
-continuo- dijo -ahí están los casilleros como puedes ver a los costados del pasillo, al terminar el "pasillo principal" está la cancha de football o fútbol americano como le quieras llamar- expreso y me miro con ojos dulces.
-hay equipo de porristas?- le pregunte mirando la enorme cancha de football.
-por supuesto, que sería de una escuela sin su equipo de porristas, te piensas unir?- me pregunto mientras miraba a un pequeño grupo de chicas no tan a lo lejos.
-no, estoy muy pequeña para eso-conteste de forma serena.
-ya no deberías sentirte pequeña para nada- expreso Alan.
-como te dije eres una adolescente y debes hacer cosas de adolescentes, como enamorarte por ejemplo- sus palabras me causaron asombro, estaría insinuando me algo? No, quizás sólo era mi imaginación ya que notaba como miraba a aquella chica alta, rubia de ojos verde pasto muy encendido, que al parecer era la jefa de las porristas.
-al parecer tu ya lo hiciste no?- le dije mirándolo.
El volteo a mirarme y pregunto -por que lo dices?-
-noto como la miras- confesé.
-a quien? a Joicy? Ella es sólo una amiga- dijo algo inquieto.
-pues no parece, se nota en tu mirada que te gusta-
El ni siquiera me había oído por estar viendo a Joicy así que empece a sentirme un poco decepcionada ya que quizá por un momento llegue a pensar que podría haber pasado algo entre el y yo, Aunque yo aún estaba muy pequeña para eso? O tal vez no? No lo sabía, nunca lo había discutido con mis padres.
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"Adolescencia"
Teen FictionNo quería crecer, no quería dejar de ser una niña, pero aunque no quisiera era exactamente eso lo que me estaba pasando, me estaba volviendo una "adolescente". Mi familia y yo nos mudamos a "Los Angeles" ahí conocería gente nueva, empezaría a senti...