"Todo era una maldita farsa"*sonó el despertador*
Me desperté de un sólo salto, arregle mis cosas, me arregle, desayune y me fui a la escuela.
Hoy no iría con Arianna porque al parecer al ir al hospital se había contagiado y ahora estaba muy enferma en cama.
Llegue a la escuela sola, se me hizo tan parecido a cuando llegue el primer día, sólo que hoy no chocare por primera vez con Alan, solté una risita corta al escucharme pensar eso, al parecer estaba más enamorada que nunca. Mientras caminaba por el pasillo, al cual ya no le tenía tanto miedo como antes es más ya me sentía parte de esa escuela, observe a Sebastián el novio de Arianna que estaba sentado sólo en una banca en la entrada, al parecer estaba triste por la enfermedad de su novia, así que decidí acercarme y hacerle compañía ya que al parecer los tendríamos que pasar solos hoy y sería una buena opción hacernos compañía mutuamente.
Camine hacia a el y me senté a su lado, el miro y sonrió de lado, no iba a ser la primera vez que hablemos por que antes en el trabajo ya habíamos cruzado un par de palabras, así que decidí hablarle.
-hola, Sebastián verdad? -le pregunte de la manera más amable posible.
-si, ese soy yo -respondió con un tono divertido.
-soy Mia, la mejor amiga de Arianna tu novia.
-ah si, si me ha hablado de ti.
-ella está enferma verdad?
-si, pero ya le pasare, se contagió en el hospital cuando fuimos a visitar a mi abuela.
-si, algo así me dijo.
-bueno, vamos al salón? Ya casi suena el timbre.
-si claro vamos.
Caminamos hacia el salón de clases y nos sentamos a esperar a que soñara el timbre, el sentó a mi lado, tal vez le caí bien y no quiere andar sólo todo el día y por esta bien, sonó el timbre y empezaron las aburridas clases.
Cuando sonó el timbre del almuerzo note que Alan no había llegado a clases, por segunda vez, me preocupe un poco quizás esta enfermo o quien sabe le paso algo.
Salí del salón junto con Sebastián ya que toda la hora nos la habíamos pasado conversando, bromeando y recordando cosas graciosas de Arianna. Íbamos camino a la cafetería pero antes de llegar note que alguien discutía en el fondo de uno de los pasillos transversales al pasillo blanco principal, sin pensarlo dos veces me acerque para oír más de la discusión.
A medida que me acercaba iba reconociendo la voz, era la voz de Alan y Joicy pero no entendía bien lo que decían, puesto que ya habían bajado un poco el tono. Me escondo detrás de los lockers para así poder escuchar bien lo que decían.
-ya no aguanto Joicy, ya no aguanto -escuche decir a Alan un poco molesto.
-pero debes, aún no se ha enamorado lo suficiente para que la hagas sufrir.
Acaso están hablando de hacerme... Sufrir? Por qué harían eso? Tanto me odia Joicy? No creo que Alan sea capaz de hacer eso.
-pero entiéndeme, Mia no me gusta en lo absoluto, todo lo hice por complacerte a ti, yo no quiero estar con ella, yo quiero estar contigo.
Al oír esas palabras de la boca de Alan, miles de puñales me atravesaron el corazón, sentí un hollo en el estómago, me sentía usada, estúpida por haberle creído, soy una tonta, por que me pasa esto a mi?
-aish, mira mi amor yo también quiero este contigo pero debes hacerla sufrir.
Ya no aguanté más, me arme de valor y decidí enfrentarme a la verdad, salí de donde estaba escondida y les hice frente.
-ya pueden ser felices solos -hacia un gran intento para que la voz no se me quebrara.
Ambos voltearon, la cara de Joicy fue como de esas psicópatas, cuando se les arruinan los planes, mientras que Alan sólo abrió los ojos al verme ahí y luego agacho la cabeza y dijo.
-Mia yo, puedo explicarlo -que cínico el imbécil este, todavía quiere seguir mintiendo.
-no, basta de mentiras, ya escuche todo -estaba a punto de llorar, a punto de derrumbarme, pero no podía dejar que ellos me vieran así.
Luego hablo Joicy.
-bien -empezó diciendo, para luego continuar -en serio pensaste que un chico tan popular y guapo como Alan se podría fijar en ti -su tono de voz era hiriente.
Contuve mis ganas de llorar y respondí.
-después de que fijase en ti, se pude haber fijado en cualquiera, después de todo una roca tiene más sentimientos y belleza que tu.
La verdad es que Joicy es muy hermosa pero la rabia me carcomía por dentro y en ese momento no le iba a decir halagos para que se creciera más, así que intente aplastar su ego, pero no se sí funcioné.
-no le hables así -susurro Alan que aún tenía la cabeza con la mirada hacia el suelo.
-ah, sigues ahí, imbécil, yo le hablo a quien yo quiera, de la forma que quiera -estaba en el intento de ser fuerte y al parecer lo estaba haciendo, luego de enterarme que Joicy quería verme sufrir no podía ponerme a llorar delante de ella o simplemente salir corriendo como un niñita asustada, cosa que no soy, para que ella se sienta triunfadora.
-agh, vamos mi amor, dejemos hasta estúpida aquí sola.
Joicy tomo de la mano a Alan y se marcharon, una vez que estaba lo suficientemente lejos, no aguanté más y me derrumbe completamente, me tire al suelo de rodilla a llorar, emití un grito que seguro se escucho hasta México, bueno no hay que exagerar pero al parecer quien si escucho mi grito y mis llantos fue Sebastián, ya que vino corriendo hacia mi y me levanto del suelo, luego me abrazo y me pregunto que me pasaba.
*************
Luego de contarle todo rompí en llanto nuevamente, el sólo me abrazaba y decía que todo iba a estar bien, que el era mi amigo y me apoyaría siempre, en ese momento llego Andrew y sentó a mi lado, ya que Sebastián se había ido al salón.
-que paso hermosa? -me pregunto Andrew.
-nada -me límite a decir.
-segura? -insistió.
-si, segura.
La verdad es que no quería que el se peleara con su hermana por que el era mi amigo y su hermana me había hecho daño, no quería que discutiera con ella así que mejor me límite a no contarle nada.
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"Adolescencia"
Ficção AdolescenteNo quería crecer, no quería dejar de ser una niña, pero aunque no quisiera era exactamente eso lo que me estaba pasando, me estaba volviendo una "adolescente". Mi familia y yo nos mudamos a "Los Angeles" ahí conocería gente nueva, empezaría a senti...