-𝙫𝙞𝙞𝙞. ᵇᵃᵇʸ

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CAMINABA PESADAMENTE por las calles, pateando cada pequeña roca que se atravesara en mi camino y desacelerando el paso cada vez más, como si me pesara llegar a casa

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CAMINABA PESADAMENTE por las calles, pateando cada pequeña roca que se atravesara en mi camino y desacelerando el paso cada vez más, como si me pesara llegar a casa.
Y de verdad que lo hacía.
El problema del padre de mi hijo se había hecho más grande de lo que esperaba, y sabía que al llegar a casa no sería más que un interrogatorio pero de esos que no te dejan respirar, de los que te desnudan el alma sin necesidad de levantar la voz. Un juicio silencioso disfrazado de preocupación.

Suspiré frente a la puerta de casa, sintiendo que ese aire pesado no llegaba a llenar mis pulmones. Di un paso pero justo entonces, sentí unos dedos rozar los míos. Me giré, desconcertada.

Hyunjin.

Sostenía mi mano con una suavidad temblorosa. Tenía el cabello revuelto, la respiración agitada y la camisa arrugada. Parecía que había corrido un maratón entero solo para alcanzarme. Su pecho subía y bajaba como si el corazón se le fuera a salir por la boca.

—Será falso —añadió, con la voz apenas más alta que el murmullo del viento—. Tú necesitas un padre para ese bebé —su mano aún sostenía la mía, ahora con un poco más de fuerza, como si temiera que me escapara—. Y yo necesito evitar casarme con ella —sus ojos brillaban, oscuros, intensos—. Por favor, ayúdame.

Mi cabeza se llenó de ruido, como una alarma ensordecedora. "Falso", "casarme", "evitar", "ayúdame". Cada palabra se estrellaba contra mi pecho con la fuerza de un trueno.
Me solté de su mano con un tirón suave, más por necesidad de espacio que por rechazo.

—¿Estás... estás escuchándote, Hyunjin? —pregunté, con una risa nerviosa que sonaba más rota que graciosa—. ¿Casarnos? ¿Aunque sea de mentira?

—No veo otra salida —respondió sin dudar, su mirada no se apartó ni un segundo de la mía—. Nadie tiene que saber que es un acuerdo, solo tú y yo.

Me llevé las manos al rostro, frotando mis sienes como si eso pudiera poner en orden el caos que hervía dentro de mí. ¿Casarme con Hyunjin? ¿Así, de repente?
Me alejé un par de pasos, dándole la espalda, intentando respirar. Lo pensé. No una, sino mil veces en tan solo unos segundos.

𝗕𝗔𝗕𝗬─── hwang hyunjinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora