A la mañana siguiente todo estaba normal. Daniel y Yuya ya habían llegado y se asomaban por la ventana del salón, Lana y Luzu reían y parecía que a Lana le gustaba cada vez más, Rubén y Mangel estaban en los vestidores a las siete en punto.
Entonces, fue cuando Samuel y Guillermo llegaron, habían llegado en el Mercedes de Samuel con gafas de sol, aunque no había mucho sol (no demasiado como para llevar gafas) y fue extraño para Daniel y Yuya, pero ahora estaban seguros de una cosa. Ellos dos eran pareja, habían llegado en el mismo Mercedes de ayer y ahora venían juntos.
Cuando entraron, intentaron no voltear a verlos, cosa que fue casi inevitable para unos chismosos como ellos. La hora se había pasado completamente tranquila, a excepción de que Daniel no dejaba de mirar a Guille y Yuya a Samuel.
Cuando fue la hora de estar en ka biblioteca, las cosas pasaron a ser más incómodas.
Guille leía un libro de Stephen King y Samuel uno de Richar Bachman. Fue ahí cuando Daniel y Yuya atacaron. Yuya llamó a Samuel para que lo ayudara a buscar un libro mientras Daniel iba y se sentaba con Guille.
—¿Te apetece un oral? —le dijo Daniel sin pudor.
—Estás bromeando, ¿cierto? —Guille lo miró raro.
—¿Te parece una broma?
Guille gemió.
—Ya veo. Eres de esos tipos que ponen “chúpamela” en la puerta de algún baño y dejan su número de teléfono.
Daniel no pudo evitar reír ante el comentario de Guille. Tomó la mano de este e inmediatamente Guille se apartó de él.
Yuya quería un libro (aunque ese no era el caso realmente) y Samuel lo buscaba para ella. Ella dejó caer “accidentalmente” un libro y se agachó para recogerlo, quedando en cuatro para Samuel. Este se acolo su cuello y tragó gordo. Se estaba poniendo nervioso, muy nervioso.
—¿Te gusta? —le dijo Yuya, morbosa.
—Ssi, digo, no —estaba nervioso, no quería fallarle a Guille.
Pero este ya le había fallado a Samuel. Daniel había convencido a Guille de ir hasta los vestidores, lo que no sabían era que también Mangel y Rubén estaban ahí.
—Espera, espera —dijo Mangel.
—¿Que sucede?
—Son Guille y Samuel.
—Sí, como no —dijo Rubén, iba a volver a bajar hasta el miembro de Mangel cuando lo detuvo.
—No, en serio. Están en la banca de allá.
Rubén miró hacia donde le había dicho Mangel y era cierto, aunque sólo hablaban, Daniel tenía tomado por ka cintura a Guille.
—¡Puta madre! —exclamó.
—Lo sé.
—Tenemos que ayudar a Guille, Miguel —dijo Rubén.
—Está, bien. Pero no me digas así, soy Mangel.
—Está bien, Mangel, vamos ya.
Se acercaron despacio. Los escuchaban pelear. Se detuvieron a unos cuantos pasos de ellos ybse escondieron detrás de un casillero.
—¡Que no, no quiero! —exclamó Guille.
—Vamos... sé que te mueres de las ganas.
—No. No es eso...
—¿Entonces? —dijo Daniel, confuso.
—Yo nunca...
—¿Nunca se lo has hecho a un hombre? —lo interrumpió Daniel—. ¿Qué clase de gay eres?
Mientras que en la biblioteca Yuya se le acercaba mucho (y cuando digo mucho es mucho) a Samuel, intentaba sacarle un beso, pero éste la cortó de inmediato.
—Lo siento, querías tú libro, ahí lo tienes.
—¿Que te pasa, Samuel? —dijo ella—. ¿Acaso no te gustan las mujeres?
—Eso no es asunto tuyo.
Samuel le dio, casi le azotó el libro en sus manos y salió de ahí en busca de Guille. Cuando Samuel pasaba desesperadamente por el pasillo en busca de Guille, este chocó contra su pecho, Samuel lo apretó contra él y le besó la frente.
—Ya, ya, Guille —le susurró—. Todo está bien.
—Solo quiero olvidar este día.
—Ya casi es hora de salir, ¿te acuerdas a dónde te dije que iríamos?
—Sí —dijo. Levantó el rostro y le besó.
La campaña fianlme sonó, se separaron muy rápido y se reunieron con Frank y Alex. Iban a pasar el fin de semana juntos en alguna parte de Madrid, y eso estaba bien. Estaba de maravilla para los dos.
Querían olvidarse del mundo. De todo lo que les rodeaba, solo querían estar un tiempo a solas, juntos.--------------
Ya tendrán su rato solos (͡° ͜ʖ ͡°)
Espero les haya gustado el cap. :)
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Yo Antes de Ti «Wigetta»
FanfictionGuillermo Diaz ha iniciado la preparatoria. Casi no tiene amigos y está siempre en casa. Aunque él confía en cualquier persona y el color y alegría que transmite es increíble. Samuel de Luque está decepcionado con la vida. evita la realidad con sus...