Capítulo 4.

3.1K 113 3
                                    

-Aveces se me queda comida pegada entre ellos y tengo que sacarla. Es muy asqueroso -le decía Frank a Alex.
-Por favor, tus dientes son hermosos. Es como si Dios te los pusiera cada día -lo animaba Alex.
En eso, Guillermo se sentó con ellos a desayunar. Se le notaba cansado y con ojeras. No había dormido bien.
-¿Estás bien, Guille? -preguntó Alex.
-Sí, es solo que... no dormí muy bien anoche.
-¿Quién te mantuvo despierto anoche? -le preguntó Frank en tono morboso.
-Más bien, qué me mantuvo despierto. La vecina de enfrente no paraba de gritar.
-Espero que de terror y no placer -dijo Alex.
Los tres rieron y después Guille bostezó, tenía tanto sueño que en cualquier momento caería rendido. Aunque las clases apenas iban a la mitad, Guille esta vez quería irse ya. Tenia tanto sueño que había perdido la noción del tiempo.
En eso, Guillemo sin querer chocó contra un chico que llevaba un gorro, haciendo que él gorro cayera en un charco cerca de ahí.
-Eres hombre muerto -le dijo Luzu empujándolo hasta la pared.
-Lo siento, no me fijé por donde iba.
-¿Tienes idea de cuanto cuesta un gorro de esos?
-El chico dijo que lo sentía -dijo Samuel acercándose y mirando con rabia a Luzu.
A Guillermo se le iluminaron los ojos al ver a Samuel, aunque en parte sentía pena, pena porque un chico lo estaba defendiendo.
-¿Y tú qué? ¿Eres su novio?
-Lo que yo haga con mi tiempo, eso no te importa. Yo pagaré tu gorro, ahora vete -le ordenó Samuel.
Samuel miró a Guillermo y le sonrió, a lo cual, Guille le devolvió la sonrisa.
-Gracias, pero no tenías que hacer eso.
-Oye, el tipo te iba a parir la cara -le dijo Samuel.
-Lo sé, y debió hacerlo. Le tiré su gorro.
Samuel agachó la cabeza y soltó una leve risilla entre dientes.
-Es que es tonto, chaval.
Guillermo rió con él y los dos se dirigieron juntos al salón de clase.
Cuando los dos entraron, solo habían dos personitas dentro, y vaya que los cuatro se llevaron una gran sorpresa.
-¿Frank? ¿Alex? -dijo Samuel al verlos besándose.
-Oh por Dios.
Frank se separó rápidamente de Alex y este se sonrojó demasiado a tal grado que parecía que le habían lanzado dos tomates.
-Puedo explicarlo -dijo Frank nervioso.
Guillermo y Samuel se miraron, los miraron a ellos y después se rieron.
-Sí, sí puedes -dijo Samuel entre risas-. Frank, ¿Alex es tú...?
-No, claro que no.
-Vamos Frank, eso no tiene nada de malo
-Guille tiene razón.
Alex, quien estaba paralizado, se dignó a hablar.
-No, sinceramente no somos novios. Y no sé si vayámos a serio, pero yo lo quiero mucho y estoy seguro que él a mí también.
Guillermo le sonrió y abrazó a Alex ante el pequeño discurso que había dado. Samuel les sonrió y ellos suspiraron de alivio.
-Son nuestros amigos y los aceptamos tal cual... y su secreto está a salvo -dijo Samuel.
Después de eso, llegaron los demás alumnos y tomaron la clase tal y como era, en los mismo lugares con las mismas personas. Cuando por fin llegó la hora de la salida, todos se despidieron.
-Oye, Guille -le dijo Samuel-. He traído mi coche, ¿quieres que te lleve?
-Sí, claro que sí -dijo sin pensarlo dos veces.
Así que los dos se subieron al coche y arrancaron. En la radio sonaba la canción «Chances» de Jill Barber y Guille la cantaba en voz baja.
-¿Te gusta ese tipo de canciones?
-Más o menos, no quiero que pienses que soy un aburrido.
Samuel soltó una carcajada ante eso, Guillermo le parecía muchas cosas, pero no un aburrido.
-Sí, y yo sé leer mente. Eso es increíble -dijo Samuel a forma de burla.
-Dime, ¿qué estoy pensando ahora mismo? -lo retó.
-Que me quieres.
Guille jamás pensó que Samuel le contestaría eso que, en verdad lo hizo dudar un poco sobre que Samuel sí podía leer mentes, pero era ilógico.
-Madre mía, tío. Es cierto.
-Lo sé.
Samuel quitó la mirada de la carretera para ver a Guille un segundo y este le sonrió. Lo dejó en su casa y se despidieron.

-----------------
Cuarto cap. Y las cosas se ponen más intensas ~(•-•~) espero les esté gustando z4

Yo Antes de Ti  «Wigetta»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora