Bienvenida

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 No todos los días apareces en la tierra despertada. Y menos con un vestido morado, un lazo negro en tu cintura, unos zapatitos de en cuento negros y con medias blancas. Estoy  tan a acostumbrada a leer estas clase de historias en los libros que no se si decir que me parece típico o es todo esto nuevo para mi. ¿Qué quién soy? Realmente nadie con importancia, pero mi nombre es Anabel. Y para ser exacto yo tampoco se que hago en este bosque, ayer me fui a dormir en mi cama tan tranquila... pero hoy me he despertado aquí. 

 Decidí levantarme del suelo, y ya que no me quedaba otra andar por el camino que tenía delante. Decidida a ir por ese camino escuche un ronroneo a mi espaldas.  ¿Un gato? Puede, pasé de aquello y di un paso.

- He tú, que he ronroneado. Cacho de imbécil. - Me gire  a ver quién coño decía eso.  Y sí, un puto gato negro que quería joder. 

- ¿Desde cuando los gatitos indefensos como tú hablan? - Dije sin pensarlo mucho.

- Vaya, ¿pero qué te crees? Querida, la única indefensa eres tú en estos bosques. ¿Sabes a caso en dónde estas? - El gato que estaba delante mía, se convirtió en una chica de mi edad. Tenía el pelo negro y largo, unas gafas preciosas de pasta fina, su tono de piel oscuro,  una camiseta negra y unos vaqueros algo sueltos. 

- Más me gustaría saberlo, ¿Me explicas quién eres y cómo  has echo?- Conteste.

- Mira que se te veía tímida, pero al parecer la chica tiene sus ovarios bien fijos. Mi nombre es Esther, puedo transformarme en gato cuando me salga de los cojines.  Y como es mi costumbre te voy a avisar de dónde estas. 

"Pues bien, estas en la prueba  de la Muerte. Estoy  acostumbrada a  ver a chicas y chicos como tú pasar en esta entrada, siempre les digo lo que les pasará cuando pasen por aquí.  Clasificamos a las personas  poniéndole un color en sus ropas, según qué creemos que pasará  se le pone un color o otro una vez traídos aquí. A decir verdad, niñita, el color morado se ha visto muy pocas veces. Ya que es el color especial. No se puede predecir bien qué te pasará a ti. "

-¿Y puedo volver ya  a mi casa después de que me hayas contado tal chorrada? 

- No hay vuelta atrás,  la actual reina de estos mundos es la que os trae aquí y os hace jugar a esto, ella se llama Anna.  También fue de color morado, consiguió vencer a la antigua reina aprendiendo a morir y matándola. Ahora espera a que alguno de vosotros la destruya.

- Si que os aburrís en esta tierras.- Me reí.

- Vaya humor que tienes. Me gustas, normalmente no suelo ayudar a nadie. Pero ese pelo rubio, ondulado, por los hombros tuyos y tu personalidad me han enamorado. Si tienes un gran problema maúlla, te ayudare. Ahora vete por ese camino.

- ¿Debería de decir gracias por eso o...?

- Ya me lo pagaras. - Esther se transformo en gata y salio saltando por los arboles de allí.

Por mi parte, hice caso y seguí hacia delante. Ande como unos 5 minutos,  y ya estaba otra vez en líos. Al parecer Esther no quería separarse de mi, y  decidió aparecer de nuevo.

- Maldita gata, ¿Qué quieres de nuevo, Esther?- Dije

-¿Esther?- Se rió en mi cara, su tono parecía muy diferente- No soy Esther, soy Amy. Mira mi cola.- Al fijarme bien Amy tenía en su extremo de la cola un cachito blanco. Me pareció  bastante impactante. Antes de que me fijara más la gata se convirtió en una chica.  Tenía el pelo negro y largo también, pero algo más ondulado. Llevaba un vestido negro ajustado y por las rodillas, también llevaba gafas.  El tono de piel era más clarito que el de Esther y tenía la forma de la cara una chispa diferente. 

Aprende  a Morir.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora