Sonó la campana de inicio, no quise tomármelo demasiado deprisa. Así que empece a andar por mi camino, iba un ritmo normal. Poco a poco parecía que había dado mil vueltas a una misma parte, fue entonces cuando decidí ir más deprisa. No creo que Esther me mintiera, pero era todo tan parecido que no sabía si estaba pasando todo el rato por el mismo lugar o simplemente avanzaba.
Escuche un grito lejano, no fue muy fuerte. Creo que fue la voz de Anna... eso solo quería decir que ella iba por delante mía y había llegado a su primer destino. ¿Tan terrible sería? No lo había pensado, pero ... quizás si es verdad que no sería tan fácil salir de aquí. En ese momento, fue cuando sentí algo de pánico. Pero no podía echarme atrás y menos sin saber que habría. Debo de ganar si quiero evitar problemas. Nunca dijeron que pasaría con la que perdiese, o más bien si perdía yo... quizás Gregri hasta me comería.
Aumente mi velocidad aún más, al cruzar una esquina mi cuerpo se empezó a notar cansado, no podía moverme igual de rápido. Fui frenando. Algo hizo que me cayera al suelo, cuando pude volver en sí... no estaba en el laberinto. Me encontraba en una primera fila de unas clases, no eran cualquiera clase, eran las de mis cursos pasados. Cuando gire mi cuerpo para ver lo que había detrás mía... todo era como si volviera estar en esas clases, pero esta vez si que estaban aquellos compañeros los cuales más odiaba. Pareció que se puso una cámara rápida en ese momento, profesores venían, nos ponían trabajo, nos regañaban, preguntaban por mi y me ignoraban... Era aquellos profesores con los que más me costó siempre aprobar, o aquellos otros que iban de chulos queriéndose preocupar por ti pero le importas una mierda.
El problema no fue ese, el problema fue cuando el tiempo iba más lento en los cambio de clases. ¿Qué estaba pasando? ¿Querían hacerme pensar en una gran pesadilla? En estos cambios de clases todos me hacían la lado, algunos me miraban mal, otros no sabían mi nombre. Eso tampoco en un principio no me molestaba, ya estaba acostumbrada a eso. Lo pero vino cuando creí que ese agobio se iba a acabar ya, y eso que llevaba aguantando escuchar a dos chicas pesadas sobre una vida que no me interesaba. Cuando iba a irme, alguien empezó a robar mis cosas. Todos se empezaron a reír de mi, decían que era yo la despistada. Gritaban que era rara, se reían por mi forma de ser, me veían como un animal... me empece a sentir horrible. Creí que eso ya había pasado, pero no era así. Volví a sentir de nuevo lo que era gente mirándote mal, lo que era aguantar a unas personas que parecían sacadas de una guardería. Me parecían estúpidos, pesados y sin razón.
No pude más, acabe gritando basta a los cuatro vientos. En ese momento parecía que todos se callaron pero a los 10 segundos todos se reían más fuerte como si me vieran con superioridad y como una loca. Fue entonces cuando empecé a darme cuenta que eso no debía de ser así, que debía cambiar eso. Levanté una silla y se la tire a un grupo de lo que a mi parecer eran idiotas. En ese momento, con otra silla rompí una de las ventanas, rompí un trozo de tela de mi vestido por la parte de abajo y con ese trozo de tela cogí un pedazo tirado al suelo de la ventana rota. Cogí uno que era bastante grande. Fue en ese momento cuando mi mente se perdió del todo, sabía que yo no me pertenecía a ese mundo de agobio así que no dude en decir : " Sois una panda de idiotas sin neuronas, solo soy capaces de estudiar a base de chuletas pegadas en vuestras pequeñas frentes de imbéciles, os aguanté por mucho tiempo y no lo pienso hacer más. ¡El que tenga algún problema que se atreva a acercarse! " Apreté el trozo de ventana, y rallé en la pizarra tras aguantar el chirrido la palabra "Subnormales". Salí andando delante de todos, abrí la puerta y salí. Fue entonces cuando volví a caerme y me desperté de nuevo el laberinto. No sabía bien qué acababa de pasar, pero necesitaba un minuto para recapacitarlo.
-----------------------Mientras a la vez que esto le pasaba a Anabel---------------------------------------------
Anna salió disparada y algo insegura al comenzar, no dudo en seguir hacia delante todo el rato. Se sentía algo despistada, pero tenía claro que no dejaría de ir hacia delante. Así fue como Anna llegó antes a la primera prueba. A diferencia de Anabel, cuando ella giro en la curva, no se sentía cansada ni iba más lenta. Ella lo vio delante de sus ojos, fue tan impactante que de ahí el grito que no pudo evitar hacer.
Delante de sus ojos, se podía a ver como en todas las hojas de los arbustos estaban cubiertas por aquel insecto el cual le aterroriza. Sí, eran gusanos. Gusanos que comían las hojas de aquellos arbustos, estaban tanto a la derecha como a al izquierda. El temor que sentía Anna por ese insecto era casi mortal, ver a tantos juntos le hacia impotente. Si quería seguir hacia delante debía pasar por mitad de eso. Anna, no podía con ello. Pero pensaba que tampoco podía perder como si nada. Fue hacia delante lentamente, cada vez que los veía más cerca más asco y miedo le causaban. Decidió correr por ese pasillo con los ojos cerrados, así podría pasarlo sin verlo. Al llegar al final se cayó, abrió los ojos. Se sentía aliviada de poder pasar, pero seguía incomoda porque sabía que si se daba la vuelta los volvería a ver, se arrastró hacia delante, hasta llegar a la siguiente curva y fue entonces cuando se paró a tranquilizarse. Esto le llevó un tiempo, pero se volvió a poner de pie. Fue entonces antes de levantarse creyó escuchar un basta procedente de algún lado.
Esta vez Anna caminaba algo más lenta tras el temor que sentía por lo antes corrido, pero tras unas cuantas vueltas dadas por allí sitió que pisó algo extraño. Era algo espeso, sin ser solido del todo, parecía más liquido que otra cosa. Cuando miró su zapato y bajo la mirada vio que era un charco que hedía a alguna comida expulsada por la boca de alguien. Anna no supo como racionar, no sabía si vomitar, o si entrar en pánico. A su lado vio una bola gigante de plástico, la cual se suele utilizar para que una persona se meta y ande encima del agua con esa pelota cual hamster. No sabía para qué servia hasta que miró hacia delante.... el camino estaba empapado por vomito, por esa sustancia rara que cambiaba de tonos, los cuales uno eran más asqueroso que él otro. De marrones a amarillos, no le faltaba ningún raro color, y ya no hablamos de su olor. Se limpió el zapato en una hojita del arbusto y fue rápida a meterse en esa bola. Por lo menos así no tendría que oler lo que había afuera. Sabía que si miraba hacia delante volvería a ver esa horribles charcas de repugnancia.
Miro fijamente el cielo, sabría como pasar en el instante que miró arriba. Ella andaría hacia delante rápido, mirando hacia arriba y no pasaría nada. Cuando ya iba por la más de la mitad es cuando se percató que en la bola se quedaba algo de vomito a su alrededor, intentó ir más rápido para salir cuanto antes de ahí. Pero tuvo un problema cuando terminó ese recorrido... la bola estaba bastante manchada tras pasar por ese sitio. Intento andar un poco más por el suelo ya limpio, pero solo consiguió que se fuera un poco... No podía quedarse ahí adentro como si nada, y tampoco podría andar cómoda para la siguiente prueba, y menos aún seguir viendo esas partes de color raro en la bola. Debía salir como fuera de ahí sin mancharse o intentar que no le diera pánico. Así que abrió lentamente la cremallera de la bola lo máximo posible, primero paso su pierna derecha, luego el brazo derecho, fue entonces cuando dio un impulso rápido para salir corriendo de ahí. Y así fue como sucedió, salió disparada y corrió unos metros hacia delante hasta que empezó a ir más lenta y dejó la bola atrás.
Parecía increíble, pero Anna acababa de pasar dos de sus mayores miedos con una valentía que no todo el mundo podía tener.
Mientras Anna hacia su sengunda prueba, Anabel no se quedaba atrás, pero la prueba de Anabel la dejaré para otro capitulo. Junto con las pruebas finales y sus mayores temores.
Pensad, ¿Tenéis algún miedo? ¿Cómo creéis que pasaríais una prueba contra ese miedo? ¿Seríais valientes?
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Aprende a Morir.
Fantasy¿Qué pasaría si te llevan a otro mundo? ¿Y si en ese mundo tienes que pasar un text? No siempre la opción que crees correcta lo será, y antes de todo tienes que Aprender a morir.