Era sábado por la mañana, no tenía ninguna obligación así que me quede un rato más sobre la cama, sentí unos pasos y también sentía como movían muebles, ¡¿LADRONES?! ¡Jamás me habían entrado a robar!, me levante de la cama y tome lo primero que tuviera al alcance, me puse las pantuflas y salí silenciosamente de mi habitación, me asome por las escaleras, ¡no había ningún mueble!-¿Sera posible?-me pregunte bajando las escaleras lentamente.
-¡¿Qué hace un embargador en mi casa?!-grite al hombre regordete que se encontraba parado frente a la puerta de mi comedor, al menos no era un ladrón como yo pensaba y eso me alivio bastante.
-Señorita muévase por favor, no deja que mis chicos trabajen-respondió sin darme la mínima atención.
-Óyeme! A mí me hablas mirándome a los ojos-dije poniendo mi mano sobre su agenda- tengo todas mis cuentas al día, no puedes ni tienes el derecho de embargar mis muebles
-Claro que lo tiene, muévete-una mano grande me tomo de la muñeca suavemente y me llevo a mi habitación, ¿y este quien se cree que es?
-Suelta, quien demonios eres?-dije intentando ver bajo aquel tapabocas y todas esas cosas que llevaba puestas-no me cojas así, basura.
-Ahora tratas de basura a tu propio hermano?-espeto quitándose las gafas de sol y el tapabocas.
-A-Akira?-puse mis manos sobre mi boca en un acto por callarme-¿Qué pasa, porque estás aquí?-fruncí el ceño y me cruce de brazos oponiéndome a entrar en el baño.
-Te dije que todo había acabado, o no fui claro?-se acercó nuevamente a mí para hacerme caminar, obviamente me forcé a no avanzar-Cariño avanza si no quieres que te lleve en pijama a mi casa, y date prisa que no tengo todo el día.
-Con qué derecho vienes a mi casa y me dices estas cosas?-pregunte fastidiada sin moverme aun, no lo haría, no cedería- no puedes hacerme esto-continúe y aproveche de alejarme de la ya cercana puerta.
-Tengo todo el derecho, si no recuerdas tienes 18 años-levante mis hombros y mire expectativa- para la ley y para mi sigues siendo una cría
-no me iré de aquí-le afirme para luego lanzarme al otro lado de mi cama para que no pudiese agarrarme-¿Por qué me haces esto?
-Azahi, déjate de juegos infantiles, sabes que si me atrevo a sacarte así-se cruzó de brazos y bufó- y no seas sínica, sabes bien porque lo hago.
-Akira déjame en paz, tu hiciste lo que quisiste contigo y nadie se quejó!-grite cuando me tomo de la cintura- bájame Akira!!
-Patalea todo lo que quieras Hana-finalmente me saco de la casa y me subió al auto así, con el cabello revuelto y mi pijama mal acomodado, abrocho el cinturón y activo la seguridad para niños he infantes.
-Akira! Déjame salir!!-grite agitada mientras golpeaba la puerta del auto, cuando me iba a cruzar a la del piloto para salir Akira se subió, dejándome de brazos cruzados y teniendo que volver a ponerme el cinturón solo por mi seguridad, me quede mirando la ventana furiosa mientras refunfuñaba.
-deja de farfullar pareces gato enojado si quieres decir algo dilo fuerte y claro-hablo Akira, no le respondería, lo ignoraría totalmente para que se sintiera mal por lo que me hizo, antipático-bien, no me lástima que me ignores así que ni te molestes en ponerme triste- lo mire sorprendida, este sonrió y yo comencé a hacerle muecas mientras que no podía verme, me canse de hacer muecas y le levante el dedo de en medio decidida a dejar de prestarle atención-te estoy viendo tonta.
-Te odio-murmure encogiéndome en el asiento y resignándome a todo.
Llegamos a lo que parecía ser su hogar ya que paro y me coloco una manta enrollándome completamente y cargándome, me dejo inmóvil, comencé a revolverme pero simplemente no podía zafarme de su agarre y el de la maldita manta! Suspire frustrada y tire mi cabeza hacia atrás.
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Aprendiendo de ti (The GazettE)
FanfictionSuzuki Azahi, conocida por ser modelo de revista, tiene 18 años de edad, su carácter es muy difícil, ¿debilidad?, si, su querido hermano mayor, podría decirse que esta muchachita era una joven narcisista, nadie le importa o preocupa, le es indiferen...