Capitulo 4

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-Así estaba el tipo-yo lo miraba boquiabierta, ¿Quién estaba así?-¿Lo recuerdas?

-Idiota-la verdad me remataba de curiosidad por saber a quién se refería, así que lo mire tímidamente y me aleje un poco de el-Akira...... ¿se puede saber de qué estás hablando?

-eres imposible-levanto sus manos a la altura de su rostro y luego se marchó dejándome en duda, pero antes de que yo llegara a la puerta él se asomó nuevamente- No olvides que estas castigada, así que nada de salidas, ni siquiera con Saori-estaba por articular palabra, pero el muy estúpido se fue dejándome con la palabra en la boca.......

-Si yo soy imposible... ¿qué te queda?-susurre irritada, después de todo ya no me sentía con aquel bochorno de antes, así que devolví el vaso a su lugar correspondiente y me marche a la habitación sin dirigir mirada alguna ni prestar atención.

Me revolví un rato en la suave cama, hasta caer al suelo, mire el tejado ¿Cómo estarán hoy las estrellas? ¿Por qué me importa eso? Me afecto el golpe, levante mis brazos como si con eso fuera posible remover aquel pedazo de concreto que cubría el cielo estrellado o quizás solo azul.... Sonreí por un momento, solía hacer esto, lo recuerdo muy bien, mire mis pequeñas manos, están un poco dañadas, no he cambiado el esmalte en más de dos o tres días, ¿será posible? Me levante exaltada del frio suelo, la cama estaba desecha y los almohadones estaban tirados en el suelo, un completo desastre... mire el velador, tenía un pequeño reloj que marcaba las diez de la noche, me las he dado de vaga, en casa de Akira no tengo nada que hacer! Debería darme un arrancón por la mañana a algún centro comercial, no creo que se dé cuenta.

-¿amada vida.....es mi destino vivir con tal bestia?-pregunte alzando mis brazos, me lance a la cama y me quede ahí, sin moverme decidida a dormirme, pero ese molesto sentimiento no me deja, debo comer, estoy descuidándome mucho, y hoy ni me moví de aquí, realmente estoy despistada, ha de ser el alcohol del otro día.

Camine lentamente por los pasillos para poder llegar a la cocina, ¿Cómo pueden estar todo el día ahí? ¿O será que si se movieron mientras yo estaba en la habitación? Qué más da, hoy utilizare las dotes heredadas de mi madre y preparare algo delicioso.

-¿Vas a cocinar?-y ya anda husmeando.

-Si, por qué?-conteste sacando lo que necesitaría para preparar la cena. Tampoco sería algo pesado para el estómago, ya que pronto dormiría, solo debía saciar esa sensación que revoloteaba en mi pobre estómago.

-¿sabes cocinar?-comenzó a seguirme a los lados donde yo caminaba, tome el cucharon y comencé a revolver el contenido del bol.

-Sí, se cocinar Akira-respondí hostigada-¿puedes dejar de seguirme?

-Pero quiero ver...-respondió apoyando su mentón en mi cabeza y aplastándome un poco-¿Qué es?

-Quítate Akira!-me queje removiéndome un poco, camine a otro lado de la cocina para apartarme de él, pero simplemente no se rendía.-Vamos, déjame tranquila o estropeare la comida-espeté con una sonrisa.

-Wow, naturalmente estarías con el ceño fruncido y dirías algo como esto "Akira, vete al diablo, te odio eres fastidioso"-agudizo la voz y coloco una posición que jamás en mi divina vida haría o podría hacer.

-En primera, si quieres que te conteste mal lo hare, luego no te quejes, segundo, yo no hablo así, tercero no soy tan flexible como para ponerme de ese modo- le dije mientras agitaba un poco el cucharon.

-Bueno perdón señorita perfección, ¿y me dirás que preparas?

-No, y ahora veté para que yo cocine tranquila-conteste apuntando la puerta, pero en un descuido Akira puso uno de sus dedos en el cucharon y luego se lo llevo a la boca, ¿será idiota? Escupió inmediatamente en el lavaplatos que por suerte teníamos de nuestro lado.

-qué asco, ¿Qué es eso?-pregunto haciendo arcadas.

-Esto no se come crudo torpe! Ves por qué te digo que esperes?

Al final se marchó y pude terminar de preparar la comida, inmediatamente después de cenar me encamine a la habitación.

Sentía una pequeña vibración bajo la almohada, me removí incomoda y tome mi celular, era la hora de mi salida, tome ropa y las cosas necesarias, me di una ducha rápida y me vestí ya lista para salir camine de puntillas por el pasillo, observe sigilosamente la puerta al salón, no había nadie, así que puse un pie dentro de la habitación y suspire relajada, al menos no había nadie aquí, antes de salir pase a votar un florero, que por suerte tome antes de que impactara en el suelo, pase mi dorso de la mano por la frente, debería ser más cuidadosa.

-¿Te abro la puerta?

-Sí, por favor-un momento, me voltee impactada- A-Akira....

-Parecías muy entretenida jugando a las escapadas que me uní, deberíamos jugar más a menudo- lucia algo despeinado y no llevaba la venda de la nariz, pero como fue que....

-¿D-desde cuando me estabas siguiendo?- pregunte con mis manos alzadas como si fueran a arrestarme.

-Supongo que desde que abriste la puerta de tu habitación, no fue mucho la verdad, eres bastante ruidosa- baje mis manos.

-Akira... mira esto- espete estirando mis manos hacia el- lo ves?-el asintió-¿te das cuenta ahora?

-Eh... no, pero a todo esto sabes que estas castigada y no puedes salir a lo que te plazca- agache mi cabeza y luego lo mire enfurecida.

-¡Mis manos necesitan tratamiento!-grite- Aki! No puedes hacerme esto, es importante para mí-dije haciendo un pequeño puchero con mis labios.

- cerro los ojos y suspiro- caprichosa-tomo mi nariz entre sus dedos- dije que no y punto.

-S-suéltame, Akira arruinaras mi nariz!- refuté agitando mis brazos- mal hermano- tape mi nariz y fui en dirección al espejo que había frente a la puerta, quite mi mano, mi pequeña y perfecta nariz estaba colorada, ¡se veía horrible! No puedo salir así, corrí a la habitación dejando a un lado la presencia de mi molesto hermano, tome maquillaje y empolve un poco mi nariz, estaba mejor que antes.

-Hana... déjalo ya, te he dicho que no tienes permiso para salir- estúpido Akira, es como una sombra, cuando menos te lo esperas está ahí, ¡Aunque no le veas!

-Entonces ven conmigo- ofrecí- si te vienes conmigo no estaré escapando ni tampoco pasara nada "malo"

-¿Estás loca?-pregunto casi riéndose de lo que yo le proponía.

-Venga, por favor-dije alargando las últimas palabras-no te cuesta nada, vamos ¿sí?

-No, me cuesta mucho, y tampoco quiero ir-contesto frunciendo el ceño, ¿Cuánto resistes hermanito?

-Por favor, solo será un ratito, no tardaremos, anda, anda, vamos-continúe pidiendo, estuve así un rato más.

-Está bien! Pero guarda silencio, que irritante-pegue unos brinquitos y me acerque a él, deposite un beso en su mejilla y camine hacia el pasillo-¿A dónde vas?

-A salir-dije con obviedad

-Espérame entonces en el salón.

-¡¿Qué?!-se supone que iría sola no?

-Yo te dije que sí, pero iré contigo-espeto apuntándome- ¿acaso creíste que irías sola?- Maldito Akira.....

En fin salimos juntos y pase una horrible tarde con mi despreciable pero amado hermano, pasamos a algunas tiendas, comimos en un lugar de comida rápida... y luego fuimos juntos a un lugar, no recuerdo muy bien porque me llevo ahí, pero en ese lugar estaban sus amigos, nos saludamos, hablaron cosas triviales y discutieron algo a lo que no le preste mucha atención, estaba algo distraída con aquel atractivo y seductor hoyuelo de la sonrisa de....... kai? Si, esa carismática sonrisa que sostenía en su rostro, alejándome de eso continúe bebiendo mi malteada mientras ojeaba un poco las redes sociales, una llamada irrumpió, era Saori quien me llamaba, conteste el celular.

-Si?

-Hani, he conseguido un nuevo trabajito para ti- inmediatamente me levante del sofá.

-¿De qué se trata?-pregunte.

Aprendiendo de ti (The GazettE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora