Capitulo 1

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Desperté por los gritos y golpes de mi manager en la puerta, quien desesperado decía que me diera prisa, ¿Quién se cree? Debo primero arreglarme, talle mis ojos fugazmente y me levante para darme un baño, ya en la ducha deje que la lluvia artificial mojara todo mi cuerpo relajándome, a pesar de que mi malhumor aún no se marchaba, el estresante manager seguía golpeando la puerta, relájate Azahi, relájate, se te arrugara el rostro, me decía a mí misma en mi mente mientras frotaba mi entrecejo ahora lizo y sin expresión, me envolví en una toalla y me puse a buscar la mejor ropa de mi closet, claro todo era lo mejor, de eso no hay duda. Ya lista me termine de poner los botines y me digne a abrir la puerta, ahí estaba manager, un hombre alto y guapo, pero es el tipo más detestable de la historia, no lo soporto.

-Suzuki llegaremos tarde a la sesión de fotos, ya era hora de que salieras!-alzo la voz frunciendo el ceño y posicionando sus manos en su cadera, con el pie golpeaba el suelo repetidas veces.

-Entonces camina, mira que por tu culpa llegare tarde, y además te das lujo de utilizar mi tiempo-espete dándole una barrida completa y caminando a la puerta de salida.

-No me culpes a mí, te he dicho que te apresures y estuve mucho tiempo ahí esperándote-continuo su disputa, yo solo lo ignore y me subí de copiloto- ni siquiera desayunaste como debiste-estresante por dios!, alguien cállelo!

-Sabes que se pasa la hora no?-dije arreglando un poco mi cabello para luego ponerme un sutil brillo labial mientras el arrancaba el auto.

Es lindo pero aburrido, tenía planeado ir de compras hoy, y de paso me busco un nuevo manager, cuanto antes mejor Yamagushi ya me tenía harta.

-No puedes ir más rápido?-pregunte- quiero estar libre pronto-El hombre solo gruño como respuesta ¿Cómo se atreve a gruñirme? Se ha pasado, por fin llegamos al dichoso lugar, hicieron la sesión de fotos, todo salió perfecto como siempre, alrededor de cuatro horas ya estaba lista para irme de compras, no es como si me hubiese tardado cuatro horas en arreglarme, solo que el volver a casa cambiarme y las tres horas de sesión de fotos me dieron como tiempo las dichosas cuatro horas.

Aprovechando las compras pase a una peluquería, hice unas modificaciones nuevas a mi cabello, pedí mechones rojos y unos cortes en capas muy notorias, también me hice un tratamiento en mis manos, es muy importante y jamás se me olvidaría. De paso para descansar de un día bien trabajado pase a un restaurante carísimo y cene algo delicioso, no recuerdo el nombre pero qué más da, pedí un taxi y me marche a casa, ya en ella encendí la TV, estaba puesta en un programa de música, me encamine a la cocina para servirme un vaso de agua, volví al comedor y me senté en el cómodo sofá color canela aterciopelado, acomode una almohadilla sobre mis piernas y encendí mi laptop para ver si encontraba un nuevo manager, hasta que recordé que una vieja amiga mía estaba buscando un empleo, ¿habrá encontrado? Ella soñaba con ser una manager era muy prendida la chica ¿tendré aun su contacto?

Busque en mis contactos de celular y encontré uno que decía "Loquilla" por dios que ridícula era antes, marque al número y una voz chillona contesto- Hana?-por qué Hana? Que le pasa ya no recuerda mi nombre?

-Sao?-pregunte yo esta vez un poco dudosa, no recordaba bien el nombre de ella.

-Dios!-grito-tanto tiempo Hani, creí que te habías olvidado de mi-hablo utilizando un tono meloso.

-Sao, me preguntaba si tienes tiempo-claro que lo tiene, eres tú.

-Mmm, sí, claro que lo tengo para una amiga, oye Azahi, ¿cómo estás?

-perfecta como siempre-tire uno de mis mechones de cabello hacia atrás-y tú?-aunque no me importa mucho.

-Excelente, entonces cuando nos vemos?-pregunto esta vez con un atisbo de emoción en su voz.

-Pues... no es muy tarde y tengo tiempo libre, así que-apunte algo en la laptop- que tal si ahora en mi casa?

-Si, en diez estoy por ahí-le di mi dirección antes de colgar, subí a mi habitación y comencé a probarme mis nuevos conjuntos de ropa, me deje un pantalón de cuero junto a una camisa cuadrille y unas botas blancas con un poco de tacón, tome mi cabello en una coleta y baje nuevamente.

En la TV que seguía prendida y en el mismo canal estaban pasando el video de una banda, la música se me hacía muy conocida, me quede por un momento plasmada mirándolo, y ahí como si hubiera sido cosa mágica apareció nadie más que mi querido hermano tocando el bajo y con esa venda tan desabrida en su hermoso rostro, el timbre sonó y deje de mirarlo, camine a la puerta y la abrí.

-Hola Hani!-gritó lanzándose encima-he visto tus fotos eres todo un ángel

-Gracias, exactamente de eso quería hablar contigo Sao, de trabajo-finalmente se separó de mí y camino a mi par hasta sentarnos en el sillón, realmente me dio nostalgia ese abrazo...

-Que sucede?-blanquee los ojos y suspire.

-Veras, este hombre-le mostré una fotografía de manager – es guapo verdad?-ella asintió concordando conmigo- pues es un hombre detestable, es mi manager actual, estaba pensando en alguien más fiel y cercano para este puesto

-Pensaste en mí?-pregunto agrandando sus ojos más de lo que podía.

-Sí, pensé en ti como algo bueno, más que mal somos amigas desde primaria no?-ella asintió con una sonrisa.- y?

-Si quiero, claro que quiero!-respondió dando pequeños brincos.

-contratada entonces-le sonreí yo también, marque el número de manager mientras caminaba a la cocina para poder ofrecerle algo a mi amiga-Manager?

-Tengo nombre Suzuki-suspiro-que quieres?

-Estas despedido- dije cortando las palabras.

-¡¿Qué?!-grito-¿por qué?

-Mira, no es nada personal, simplemente no me sirves, ve buscándote otro empleo porque para este eres malísimo-le aclare y luego colgué. Volví al salón con la botella de jugo cítrico y una pequeña bandeja con pastelitos, los deje en la mesa de centro y fui a la alacena por vasos.

-Son unos pastelillos deliciosos pruébalos manager-le dije a mi amiga.

-Que hermoso suena-contesto fantaseando, cogió uno y lo probo- esta sabroso, Hani...

-¿Qué?-pregunte esperando su respuesta.

-Recuerdas mi apodo?-quede un poco pálida y perpleja, apodo? Como iba a acordarme de eso?

-Lo-loquilla?-comente con cierto tambaleo en mis palabras.

-Por supuesto que sí!-brinco tres veces donde estaba- recuerdas el porqué de los apodos?

-Actitud?-respondí esta vez, más bien fue una pregunta.

-Sí, sí, a ti te encantaban las flores y por eso comenzamos a llamarte Hana o Hani, y a mí porque decías que era todo un caso-que bueno que me explicaste porque andaba en las nubes, solo le sonreí y asentí con la cabeza.

Mi móvil comenzó a sonar mientras hablábamos, que bueno fue volverla a encontrar, lo tome y mire la pantalla, conteste inmediatamente.

-Hola?

-Suzuki Azahi- maldición, ahora que le pasaba a él, Akira solo me decía así cuando estaba molesto.

-¿Qué pasa hermanito?-pregunte entonando la última palabra.

-Nada de hermanito, Azahi me dirás que te pasa por la cabeza?

-a que te refieres, no te entiendo-la verdad no le entendía, que había hecho esta vez?

-Te estás pasando Hana, se te subió la fama a la cabeza, tu no eras así-ah, ahí vamos nuevamente- como esta de que volviste a despedir a tu manager?-bufe.

-Mira Akira, eso es cosa mía, y el ya no me servía, era fastidioso y me estresaba-conteste molesta.

-Azahi!-grito- la gente no es tu esclava, seguro que el hombre solo cumplía su trabajo, y mira que te soporto!, yo no podría con una chica como tú ya habría renunciado al primer día.

-Pues si eso crees porque no me dejas ya?!-cuestioné más que fastidiada.

-Suzuki Azahi, olvídate de tu casa, de tus cuentas bancarias y de todos esos lujos que te das, esto se acabó!-a que se refería?, no podría quitarme lo que tengo, o si?

Aprendiendo de ti (The GazettE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora