18 de Septiembre, 13:30 p.m
Rick nos estaba llevando a lo que sería ahora nuestro trabajo.
El lugar tenía un cartel de madera donde la palabra "Koi" resaltaba en color rojo, debajo de "Koi" tenía escrito "Resto-bar" y parecía exitoso ya que apenas al mediodía había mucha gente.
-Hey Rick ¿Cómo piensas que vamos a llegar aquí sin un auto?- Pregunto Dinah.
Yo no quería tener mucho contacto con el porque me daba muy mala espina, algo en el no cerraba.
-Lo voy a pensar- Respondió sonriente.
A juzgar por la cara de Dinah no era una preocupación.
Finalmente dentro de Koi pudimos observar que había un notable cuadro con un pez en colores llamativos y los uniformes llevaban el mismo diseño a un lado del pecho. En las esquinas vimos unos reflectores azules que se debían usar en la noche.
El lugar estaba repleto de niños inquietos y eso no me dejaba muy a gusto, un lugar familiar no era lo que nos imaginamos.
Rick estaba en una esquina de la barra hablando con un hombre alto, un poco gordo, con anteojos de sol –Muy inteligente de su parte usarlos dentro- y cara de pocos amigos.
Lo notamos muy apurado y vimos que se dirigía hacia nosotras.
-Buenas, yo soy Patrick. A partir hoy tendrán que venir de martes a sábado, a las 21:00hs hasta las 04:00 a.m- Dijo y luego se volteó- ¡Caleb trae dos uniformes de mujer!- Exclamó y ese tal Caleb se dirigió a buscar las cosas.-Nos vemos luego- Nos dijo para luego marcharse.
-Tía, agradece que no tendremos que atender a los críos estos- Dijo Dinah dramáticamente.
Simplemente reí, nos trajeron los uniformes, antes de irnos Caleb nos indicó que debíamos aprendernos el menú acorde a nuestro horario.
Cuando salimos logre visualizar un callejón justo donde terminaba la entrada del Koi y sobre el costado de este había una puerta con una luna azul, no creo que sea una juguetería.
Buscando el coche de Rick pudimos ver a Patrick sobre el capo de este y cuando nos acercamos nos tendió unas llaves.
-Todo suyo muchachas- Dijo eso para marcharse.
-¡Hombre que nunca me deja responderle!-Exclamó Dinah.
No le di importancia al comentario de Dinah ya que estaba observando el Fiat 500L amarillo, estaba empezando a amar al primo de Dinah.
Emprendimos camino a la casa con nuestro ahora nuevo auto.
Cuando llegamos decidimos comenzar a ordenar la casa ya que todavía teníamos las cosas en las maletas.
-Dejare esto en el baño.- Menciono Dinah bajando las escaleras.
-Ok.
Estaba doblando mi ropa cuando una camioneta negra -donde entraría aproximadamente media población- ingreso en el garaje de la casa de enfrente, no logre ver nada ya que los vidrios eran polarizados.
-No sabes lo que mola la ducha- Dijo Dinah emocionada.
-Si lo sé.
Dinah dejo toda su excitación de lado y hablo.
-¿Sucede algo?
-No he visto ni una sola vez la cara de los vecinos.
-¿Y por qué te preocupa eso?
-Solo es eso.
Dinah entrecerró los ojos y luego siguió acomodando las cosas restándole importancia, pero sé que volverá a preguntar sobre esto.
Habíamos pasado toda la tarde ordenando la casa. Ya se habían hecho las 20:00hs y todavía no nos habíamos cambiado, mi estómago rugía pero creo que comeríamos algo allí.
Dinah estaba dándose una ducha, mientras yo cargue algo de dinero que habíamos guardado.
Luego de cambiarnos emprendimos viaje.