Prólogo

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El cosmos es un intrincado misterio, lleno de enigma y un corazón de maravillas en sí.

Existen -por principio- en el universo, dos mundos casi opuestos. El más misterioso de los dos es llamado Yetlenség, habitado solo por dos especies de criaturas: Los Emberi Állat y los Emberi Fenevad.

Los Állat, son criaturas nada complicadas. Totalmente humaoides con características de animales comunes en la tierra. Los Állat son criaturas pacíficas, sus anhelos no van más allá de la paz y la convivencia armoniosa.

Los Fenevad, por otra parte, son criaturas de cuidado. Dado que sus características son similares a las criaturas de cuentos y leyendas que se concideran ficticias en el mundo humano. Su comportamiento tiende a ser territorial, y rosa con lo agresivo si no eliges tus palabras o acciones con cuidado frente a ellos, pero como toda bestia, una vez ganas su confianza son amables. Claro, no todos son de esa forma.

Las dos especies son primas en la evolución, por igual pueden controlar o dominar la fuerza vital del universo, el Veresít. Los hace las criaturas fántasticas que son y, sobretodo, es la vitalidad que les permite serguir viviendo.

Por último esta el mundo humano, conocido como Emberiség. Aquí los seres humanos no saben por completo la existencia del otro mundo. Pocos lo saben, porque hace años que el secreto de la existencia de Yetlenség se guardo, pasado solo a los jovenes de la siguiente generación más confiable.

Pero no todo era tan tranquilo como en pleno siglo XXI. Antes, cuando los mundos se descrubrían en existencia entre ellos, se desató una guerra entre el hombre y los Tlénsegianos.

Se llamó la época de la Luna. La guerra duró cerca de un siglo, el hombre se negaba a dejar a los Tlénsegianos en paz, les temían. Desconfiaban de ellos por ser diferentes. Hasta que llegó un punto muerto donde la guerra perdió el sentido, los seres humanos ya no recordaban porque sus abuelos habían iniciado el pleito. Por lo que, aún desconfiados, firmaron un acuerdo con los Guardianes Zodiacales, entidades divinas creadas personalmente por el Dios Ashi de Yetlenség.

Poco después, a comienzos de la época del Sol, cada especie se fue por su lado. Decidiendo casi de forma forzada, guardar silencio el uno del otro y vivir en paz. Todos cansados por una guerra sin sentido.

Pero aún entre tanta calma de tantos siglos, puede sobrevivir el rencor y deseos de venganza, por una guerra que solo dejó dolor y sufrimiento en ambos lados...

Bestias Ancestrales[Yaoi][Hiatus]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora