Sentía el sol entrando por la ventana e iluminandome el rostro, indicación de que ya debería despertar. Pero no quería hacerlo. No quería levantarme y enfrentar la maldita verdad. Esa verdad que me estuvo persiguiendo varios meses, pero que recién ahora pude ser capaz de verla. Los medios tenían razón. Justin Bieber estaba arruinado.
Pero aún así, tuve que despertar. Apenas comencé a abrir los ojos noté un cambio. El clima no era el mismo, hacía mucho más frío. ¿La dama de llaves había encendido el aire acondicionado por accidente, de nuevo? Esa mujer no servía para nada. Llevé mi mano hasta la mesita de luz, donde usualmente estaba el control del aparato, pero no lo encontré. No había nada, ni siquiera la mesa. Solo una vieja alfombra azul.
¿Azul? Mi alfombra no era azul, ni si quiera tenía alfombra. Miré hacia los costados y me encontré con un empapelado azul y blanco, con un logo el cual reconocí rápidamente : "Toronto Maple Leafs. "Que raro" pensé.Tal vez Scooter sólo estaba jugándome una broma. No me sorprendería que hubieran hecho eso.
Así que salí de la habitación en busca de alguien para pedir una explicación. Esa no era mi habitación, definitivamente, no lo era. La puerta era distinta, al intentar abrir la ventana, esta se trababa, era todo muy diferente. Sentía ese incómodo y bizarro ambiente que uno siente cuando está soñando.
Encontré a mi mamá en la cocina. Otra cocina. Era muy pequeña, las sillas eran de plastico, y no encontraba a mi chef por ningún lado. De todas formas me resultaba muy familiar.
Estaba... ¿mi madre preparando el desayuno? ¿Qué hacía ella en mi sueño? Bueno, si es que en realidad era un sueño.
Cuando se percató de que estaba ahí, me sonrio.
- Buenos días, cariño- habló mientras preparaba unos hot cakes- al fin has despertado. Sientate, el desayuno estará listo en unos minutos.
No entendía como es que estaba tan tranquila. Esperaba que me gritara dándome sermones acerca de ser una buena persona y todas esas cosas que dicen las madres cuando estan enfadadas. Esperaba que, como Scooter seguro le habría contado todo lo sucedido el día de ayer, ella me castigara, pero hizo como si nada hubiese pasado. En serio, nada.
- Mamá- hablé- ¿En dónde estamos? - estaba demasiado tranquila, como si realmente no supiera nada. - ¿ Has hablado con Scooter? - pregunté con algo de miedo, pero lo que en serio dio miedo, fue su respuesta:
- ¿Scooter?- dijo con cara extraña.-¿quién es Scooter?
- ¿Cómo qué quién es? Mamá, es mi manager. ¿Es una broma?
- ¿Manager?- parecía desconcertada- ¿de qué estas hablando Justin?
- Sí, Scooter Braun, mi manager- me estaba comenzando a exasperar- el hombre que me descubrió cantando en YouTube.... ¿y con quien firmé un contrato?
- Cariño, ¿estas bien?.- lanzó una risita burlona y acomodó mi cabello.
- Sí, mamá estoy bien.- estaba desconcertado y volví a subir. Temblaba y miraba hacia todos lados en busca de una respuesta. Me costó darme cuenta de que estaba en mi antigua casa, en Canadá.