Tres problemas y Un hombre.

Capítulo 9. Nueva habitación.

Despues del inesperado encuentro con Danielle doble la esquina y camine un poco con Nicholas aun en brazos.

-Nicholas mira eso -Señale a una joven con un cachorro- Perro.. -Le dije lentamente alargando la e-

El balbuceo algo sin sentido.

-Mira Nick un pajarito -Señale el cielo donde volaba un ave sobre nosotros-

El rió mostrandome sus pequeños dos dientes de enfrente que asomaban en su diminuta boca.

Me pregunto cuándo dira Papá..

Pronto divise la enorme casa entre una fila de ellas que eran exactamente iguales.

Adam jamás se iria de casa de sus padres, eso es seguro. Siempre malcriado.

Admito que ni yo me iria con todos los lujos que le brindan sus padres.

Tocó el timbre e inmediatamente suena junto a mi una voz familiar desde el interfono.

-Hola Cristian, pasa por favor -La dulce voz de la señora Rose me envolvió en una melodía maternal-

Se escucho un clic que abrió la puerta electrica. Senté a Nicholas de nuevo en la carreola (Coche/Carreola, donde se pasea a los bebés) y me adentre a la casa con los trillizos, pase entre el ya familiar gardin de la señora Rose.

Nicholas se retorcia inquietó y los otros dos dormían profundamente.
Me asome un poco a verlos a los tres y Nicholas le dio un manotazo a Noah.

Mierda. Como era de esperarse este despertó e iba a comenzar un llanto imparable pero lo cargue, lo mecí un poco y volvió a quedarse dormido.
Lo volví a dejar en su asiento y reñi a Nicholas.

Abrí la gran puerta de la casa. Un olor familiar a suavizante de ropa y lavanda me inundó.

Sólo esperaba no tener que explicarle a la familia de Adam sobre mi.. Situación.

Escuche a alguien bajar las escaleras y para mi mala suerte era la madre de Adam.

Me vio, sonrió y luego me miro extrañada.

-Cristian, es un gusto volver a verte -Beso mi mejilla y fruncio el ceño-

-El gusto es mío Rose.- Sonreí con malicia, sabía que ella se moría de ganas por saber la razón de esa carreola ahí; obviamente estaba fuera de lugar-

-Adam esta atrás con sus primas Alessa y Jess.- Miro detrás de mi intrigada cada vez más-

-Si muchas gracias. Un placer volver a verla.

-Ah.. Si. Disculpa Cristian pero.. No puedo evitar el hecho de que tiene una carreola y tres bebés contigo. No será que te apresuraste.. ¿Cierto? -Preguntó nerviosa e incomoda-

-Nada de eso Rose, son mis sobrinos o algo asi, se los estoy cuidando a una amiga. -Le mostré una sonrisa con todos mis dientes-

-Oh, me alegro mucho, bien, son muy lindos, tienen un enorme parecido contigo por eso dude. Bien, estaré arriba que se diviertan.

No estuvo bien mentirle pero estoy cansado de explicar lo que paso.

Salí al patio trasero junto con los trillizos y me encontré a Adam sin camisa sentado en una tumbona y a su hermanito Jacob nadando animadamente.

Mientras, Jess y Alessa las primas mellizas totalmente diferentes de Adam estaban sentadas en la orilla de la piscina Mientras charlaban animadamente.

Alessa era de un lacio rubio claro y al contrario Jess era de un negro azabache rizado muy lindo.
Era gracioso decir que ambas eran hermanas, Claro que no se puede negar que ambas eran extremadamente bellas y carismáticas.