Little Things | l.t.

Capítulo 20.

~Selena Gomez –Who Says.
You made me insecure, told me I wasn't good enough, but who are you to judge, when you're a diamond in the rough...~

-Tú me alegras el día –le dedique una sonrisa.
-¿Enserio?, pues tu el mío también –agrego.

Continuamos caminando, ya me importaba un carajo, lo que los demás dijeron de nosotros, era tan lindo poder caminar de la mano con alguien, es realmente hermoso, y sobre todo, si es con Louis Tomlinson Lewis, adoro a este idiota.

Al final, decidimos ir a la azotea del dormitorio de los chicos, llevamos algo de comida, y nos acomodamos en una maca, Louis me aplastaba, tremendo culón que es, pff, ¿quién lo manda a ser tan culón?.

-Louis, mueve tu tremendo culo –musite abriendo espacio- no entro.
-¡Eso debería decirte yo! –musito incomodo.
-Louis, con tu culo no vamos a caber.
-¿Entonces que quieres que haga? –chille, Louis se puso cerca de mi cabello, y jalo de el sin querer- ¡Uy!, lo siento.
-Ten más cuidado, es lo único que más amo de mi es mi cabello –musite parándome de la maca, era un caso perdido.
-¿Lo único? –frunció el ceño, ¡Oh no!, ahora estaría con sus preguntas.

Ya estaba fuera de la maca, dándole la espalda a Louis, tendría que responder a su pregunta de "¿Lo único?", pero temo meter la pata, y que se vuelva mi psicólogo, porque no pretendo decirle, "Ah, es que antes me cortaba porque no me sentía bien conmigo misma.", estúpida.

-¿Ya comemos? –pregunte cambiando de tema.
-Te pregunte algo... pero bueno, no quieres responder –se encogió de hombros.

Se torno un momento incomodo, ya no sabía si seguirle insistiendo con la comida, porque ahí si se daría más que cuenta, que oculto algo, a decir verdad... el ya sabía que me cortaba, pero me alegro que no me haya tocado ese tema.

-¿Aún te cortas? –mierda- lamento la pregunta pero... como dijiste eso de "lo único".
-Hmm... hablando de eso, tengo que ir a ver a la psicóloga –musite algo ruborizada.
-Lo siento, creo que esa pregunta te incomodo, no te enojes, ¿sí?
-No estoy enojada, mi culón –reí- te veré en la noche, ¿si? –Louis asintió.

Salí de allí, muy, pero muy ruborizada, se me hacia muy incomodo que Louis me preguntara por mis cortes, me dirigí hacia la oficina de la psicóloga, y como de costumbre, abrí la puerta sin tocar.

-Ten más modales, niña –musito enojada- hace tiempo que no te veía –soltó una carcajada- Hay rumores de que tienes novio.
-Sí –conteste segura- y creo... que lo quiero.