Little Things | l.t.

Capítulo 37.

~Selena Gómez –Birthday.
Tell em that is my birthday, tell em that is my birthday, tell em that is my birthday, when I party like that, every night's my birthday...~

-Dime como te sientes... dime todo. –musito seguro, yo asentí.
-Odio sacarme fotografías. Odio mi sonrisa. Odio mi risa. Odio como soy. Odio mis inseguridades. Odio mi carácter. Odio mis sentimientos. Odio ser tan buena a veces. –hice una pausa-. Odio que me tomen el pelo. Odio gritar y que me callen o no me escuchen. Odio mi soledad. Odio el hecho de que no pueda confiar en nadie. –trague saliva-. Odio odiar tanto. Odio odiar a tantas personas. Odio llorar. Odio deprimirme y que nadie se de cuenta. Odio esta sociedad. Odio este internado. Odio a mi familia. –musite casi sollozando-. Y sobre todo odio ser a veces tan estúpida y odio expresar o decir algo sobre mi vida y que los demás piensen que quiero dar lastima.

Louis se mantuvo callado. Estaba muy sorprendido por lo que le había dicho, pero el quería que me desahogara y eso estaba haciendo. Lo miraba un tanto asustada, no quería que después de esto, me dejase nuevamente.

-Lo siento tanto. –me toma de la mejilla, y me acerca hacia el, besando mis labios.

[...]

-Deberías sentirte única. –susurro Louis, fruncí el ceño.
-¡Estás loco! –exclame sorprendida-. ¿Por qué estarlo?
-Porqué... tienes algo en especial. –sonríe-. Tienes una co... -lo interrumpo.
-¿Una cosa? –riendo.
-¡Sí! –musito casi gritando-. Tienes una cosa, pero no sé que es. –hizo una mueca.

[...]

Las horas seguían pasando. ¡Ya era de noche!, y para ser sincera Eleanor me preocupaba, ¿en donde estaba?, ya son las 20:00 hrs. Debió haber estado hace unas 5 horas acá, ¿Qué habrá sucedido con ella?.

Louis aún se encontraba en mi dormitorio. Todo el día nos lo habíamos tirado ahí... ni habíamos almorzado, yo moría de hambre y estoy segura que el igual.

-Muero de hambre.
-¿Quieres que vaya por algo de comer? –negué-. Bipolar.
-Lo sé. –reí-. Solo no quiero que te vayas y me dejes. –me encogí de hombros.
-No, no. –meneo la cabeza-. Yo volveré y lo haré con comida. –asentí.

[...]

Louis trataba de atrapar las papas fritas con la boca, pero no podía. Caían al suelo o sobre la cama. ¡Realmente era malo para ese juego! «21:00 hrs», realmente me preocupa esta mujer, tendré que hablar luego con ella.

-Eleanor no llega. –agregue preocupada.
-Eso no importa... ella estará bien. –me guiña el ojo-. Hablemos de algo que si importa.
-¿Qué? –pregunte.
-Tú. –sonrió. ¿Yo?-. ¿Por qué nunca te has querido, que hay de malo en ti?
-¡Todo! –rodé los ojos-. Todo. –repetí.
-Lo dudo... ¿Qué ocurrió?
-Yo... bueno yo... no fui yo. –trataba de hablar, pero tenía un nudo en la garganta-. Me paso algo de niña. –mierda, lo solté.
-¿Qué cosa? –pregunto Louis interesado.
-No me siento muy cómoda hablando de eso... perdón. –solté un suspiro-. Solo te puedo decir, que desde entonces, todo lo veo mal en mí, en algún momento de mi vida, te lo contaré.
-... Solo prométeme que no volverás a cortarte, ¿sí?
-Te lo prometo.